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16 ago 2022

Madame Marguerite. Comentario del film.

"Para ser realmente grande, hay que estar con la gente, no por encima de ella" (Montesquieu)
 

"El director de esta película se basó en un hecho real para su realización.Un suceso que le cautivó cuando escuchó en la radio, las canciones fuera de tono de Florence Foster Jenkins, una mujer muy apasionada por la música y la ópera. Florence Foster estuvo viviendo en los Estados Unidos durante los años cuarenta, y que al final de su vida actuó delante de una enorme audiencia en el Carnegie Hall.

   El director logra una biografía superficial de esta mujer, donde en el film es representada con el nombre de Marguerite. Una burguesa apasionada por la ópera, pero muy inconsciente de lo mal que cantaba. Sus cantos eran oídos por un círculo social, una especie de club de supuestos amigos y admiradores. Nadie de ellos se atrevía a decirle lo mal que cantaba. Eran componentes de una sociedad hipócrita, donde su ambiente se alimentaba de una ficción. Personas que solo hacían bulto y compañía en momentos de distracción y diversión . Soportaban su mal canto para después reírse tras su espalda, y por ese soporte social donde a contrapartida recibían suculentas comidas, prestigio y donde otros obtenían dinero a cambio de contribuir en la ilusión de Marguerite en convertirse en una gran soprano. Todos, desde el servicio doméstico hasta la clase más alta, alimentaban ese sueño a pesar de que ciertamente cantaba mal. El film, a momentos se convierte en un manipulado enredo. Contiene buenos diálogos no exentos de aforismos. Se puede interpretar como una comedia, pero supuestamente  haríamos mal reírnos de un personaje que intenta realizar sus sueños; más bien, es un drama satírico con tonos surrealistas. Existe un colorido y un decorado que recuerda a ello. Contiene una hermosa fotografía y unos personajes excéntricos y fuera de lo común, que confirman ese surrealismo. Y el suceso en sí, ya lo es. Solamente su marido parece la persona que esté viviendo en la realidad. Sabe que su mujer está poseída por la música y la ópera, y que ella está haciendo todo lo posible para lograr ese sueño ambicioso.

  Marguerite se tiene muy creído que tiene seguidores por la cantidad de flores y felicitaciones que recibe. Muchos de esos admiradores la mayoría son falsos. Ella posee una enorme sensibilidad, y aunque parece que vive en una irrealidad, es muy consciente de todo lo que dice porque sus diálogos dan un punto de vista diferente y a momentos son rompedores. Es fantástica y comparte sus alegrías. Todo lo que ve y escucha se convierte para ella en una genialidad, en un bien preciado. Ama tremendamente a su marido, donde él va sufriendo en silencio intentando con disimulados frenos, el remediar la  ciega pasión y el ímpetu de su esposa. Pero por miedo de no hacerla daño y porque la mayoría necesitan vivir de ella, contribuyen en esa especie de trama llena de burlescas mentiras. Cada palabra y mirada hacia ella, se convierte en un acto falso y en un insulto. El personaje de Marguerite es limpio y lleno de bondad; se hace querer por el espectador en el transcurso del film y va adquiriendo una empatía. Todos estos sucesos van ocurriendo en un Paris de 1921, en una sociedad donde la burguesía vive y ama a su república, y donde ella es criticada por actuar en un libertino antro teatral desentonando -La Marsellesa-. Su mala canción hace que se interprete como una crítica burlona a la patria. Por ese acto mal entendido en qué termina acudiendo la policía, su círculo social hipócrita se descompone. Ella es acusada, y se defiende inteligentemente alegando, que es un país donde una de sus insignias es -La Libertad-.

     Pasa un poco de tiempo, y el marido es nuevamente sorprendido con una nueva propuesta de ella. Quiere hacer una gran actuación en un teatro de prestigio. Un círculo de amigos y periodistas fuera del ambiente burgués, la anima para ello. El marido se está cansando de los comediantes que se benefician y pululan tras de ella y no se termina de fiar de ellos. No quiere seguir siendo el hazmereir de la sociedad. Sólo espera que algo le despierte en ella y se enfrente a la realidad para que abandone el canto. A pesar de ello, ve una oportunidad en ese nuevo proyecto para que se de cuenta de que no sirve para la ópera. Sus amigos la hacen convencer para que alquilen las clases de un tenor (que está en decadencia), no tan igual de malo cantando como ella, pero que poco le falta. 


    El tenor no la había escuchado con anterioridad, y en la primera visita de ensayo, -sorprendido por la falta de su talento-, se da cuenta que tiene que seguir el juego (bajo chantaje del fiel mayordomo de Marguerite), y complacer a la ilusión de la señora. No por ello deja de gratificarse y de beneficiarse de buenos alimentos. 

   El trama continúa con pesados ensayos de teatrales cantos que ayudan a creer en ella que va -in crescendo-. Actos disimulados que todos soportan con algodones en los oídos y que a la vez, engordan a sus actores mientras dure el espectáculo. 

   Cuando llega el día esperado del gran acto en ese gran teatro, la sala se llena de curiosos y de dudosos admiradores. Ella sale a escena mal cantando el Ave María. El público empieza a reírse. Su marido presente, se avergüenza. En la segunda canción, ella entona perfectamente un corto aria que  sorprende a la audiencia y que parece prometer. Pero su garganta no se lo permite y cae en el escenario expulsando sangre. 

   Es ingresada en un hospital, donde al cabo de un tiempo se recupera sin dejar de soñar e insistir en el canto. 

   Como cura terapéutica para que ella acepte la realidad de su desentonando canto, sugieren grabarla en un disco para que se escuche. Ese remedio parece la solución. Cuando el único disco es editado, preparan el día para ser oído. Cuando ella sorprendida se escucha, cae fulminante en la sala. Todos los que estaban presentes en ese acto y los que habían participado en ese anhelo, quedan perplejos. Y su marido la recoge como si fuera un ángel caído del cielo."

   Es un film que tiene mucho transfondo. En ello está el reflejo de una sociedad que el curso del tiempo no ha logrado cambiar. Que utiliza paradójicamente en diversos aspectos de la vida; la manipulación y la ocultación de la realidad como medio de subsistencia. Un método cada vez más usado en la modernidad utilizando la falsedad de información. La proyección refleja bien en diversas partes, que el individuo está condicionado por su personalidad y pensamiento y que puede estar obstinado y lleno de influencias. La realidad puede ser única, pero hay diferentes maneras de interpretarlas y versionarlas. Y esa versión propia  te incapacita ver o te maquilla lo que es real. En otras, es necesario el anhelo de la ilusión y de la esperanza para que nuestra existencia tenga un sentido."

   Existe otra versión, en otro film con el título de Florence Foster Jenkins, realizado por el director Stephen Frears, con la interpretación de: Meryl Streep y Hugh Grand.

Florence Foster Jenkins (1868-1944) (bautizada con el nombre de Narcisse), fue una excéntrica soprano estadounidense que se hizo famosa por su falta completa de habilidad musical. Heredó una suma de dinero tras la muerte de su padre. Tomó lecciones de canto y empezó a dar recitales. El público la adoraba por la diversión que proveía. Los críticos fueron crueles que por suerte, sus opiniones sirvieron para llamar la curiosidad del público. Falleció un mes después de haber actuado en el Carnegie Hall.

"La gente puede decir que no sé cantar, pero nadie podrá decir que no canté."

Dirección: Xavier Giannoli. Guión: Giannoli y Marcia Romano. Fotografía: Glynn Speeckaert.Musica: Roban Maillard. Nacionalidad: Francia, República Checa y Bélgica. Año 2015. Intérpretes: Catherine Frot ( Marguerite), André Marcon, Michel Fau, Christa Theret, Denis Mpugna, Sylvain Dieuaide, Aubert Fenoy, Sophia Leboutte, Theo Cholbi. Basado en la novela homónima de Rosalie Han. Producción: Olivier Delbosc &Marc Missonier.

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