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25 ago 2022

Definición No religiosa de Dios

 "Si os arrancase vuestros velos, vuestros trapos, vuestros colores y vuestros gestos sólo quedaría de vosotros lo necesario para no asustar a los pájaros" (Nietzsche)


   Las creencias religiosas hay que cuestionarlas muy bien. Desde una infancia nos han adoctrinado en una fe y con ella hemos crecido, y esa creencia les acompaña a muchos hasta su último suspiro. En la vida ocurren cosas reales que ronda la ficción, y no las hacemos creíbles; sin embargo, por esa educación acabamos creyendo otras cosas o situaciones increibles. La imagen y definición de Dios que creemos tener, no tiene el significado que nos han inculcado, y menos lo de a su imagen y semejanza. Si existiese no puede ser de tal manera. No tiene un cuerpo que observa todos los grandes y minuciosos detalles del mundo. Seguro que es  más significativo a esa imagen simple que nos han inculcado. En su origen y para definirlo, no existía los instrumentos, los conocimientos y las palabras que hoy tenemos. Quizá la primera pregunta del hombre, fue cuestionarse su procedencia. La incertidumbre en su hábitat necesitó creer en algo superior. Cualquiera que busque en su interior puede acercarse a curiosear algunas creencias y tradiciones, puede leer el libro más sagrado y cercano que tenga, y aunque no lo termine de leer del todo, si no posee una fe ciega, encontrará incongruencias. Dios siempre es representado como una autoridad estricta y suprema, y la desobediencia a los mandamientos que funcionan como una ley, es un pecado, y el culpable es castigado. El que escribe este comentario confiesa que de joven, la iglesia cristiana le dió terror. Y una vez superado el miedo causado, a la vez, me alejó de toda creencia religiosa. No ha sido así con otras filosofías. Porque no se puede predicar el amor con hostigamiento. Nos hacen creer y acercarnos a un Dios con alabanzas o con comentarios similares. Pero no es exactamente todo ese significado que nos han explicado y nos explican, pues quieren que nos aferremos a esa fe utilizando ciertas formas y discursos sin una verdad cuestionada. Y para corroborar en ello, se puede decir, que hay ciertos expertos en traducciones (literales) hebreas, donde dan por exactas, otras versiones de los escritos sagrados, donde concluyen por ejemplo: <los cadáveres de los vencidos eran lanzados en un torrente de un valle situado fuera de los muros de la ciudad. Una especie de vertedero de basura pública al que llamaban Infierno>. Y que: < El Espíritu Santo era una persona física, considerado como un ser sabio y respetable, como un maestro espiritual>.

   El significado es otro y diferente al tradicional discurso religioso. Está claro, que fuera de las malas intenciones e interpretaciones, el mundo hubiera funcionado de otra manera. La religión siempre ha cuestionado a la ciencia y a la evidencia. La preocupación por la Tierra y la curiosidad por el Cosmos, llegó muy tarde a interesar a la mayoría de los hombres.

   Los líderes, en nombre de una fe religiosa, han causado tremendas funciones, entre ellas: fundó la Santa Inquisición torturando y enviando personas a la hoguera por pensar y tener diferencias. Sus ministros han dado la espalda a numerosas injusticias, han consentido holocaustos, y en nombre de Dios, se ha financiado y participado en guerras durante siglos. Y desde entonces, sigue gobernando el mundo y con influencia en los poderes sociales y políticos. Siempre se mantiene con autoridad en esa aparente Cruzada que el curso del tiempo disfraza con diferentes nombres. De ahí viene las causas de las guerras religiosas y su fanatismo. Más que una doctrina es una manipulación. Porque como se ha mencionado, en su origen se desconocía ciertas expresiones como las que utilizamos en la actualidad para explicar lo inexplicable, lo desconocido y lo difícil, en pueblos que vivían entre discordias, desorientados y regidos por diferentes leyes, de variadas costumbres y en diversas lenguas. Lo desconocido y la escasa alfabetización en aquellos tiempos era de lo más común. Porqué además el mundo en esos momentos estaba comenzando a aprender a convivir. La inevitable ignorancia de cultura de entonces, pudo malinterpretar o no entender unas buenas palabras e incluso una generosa filosofía como pudo ser las de diferentes fe, tanto la cristiana como otra. Sí corremos la voz de algo, el origen dice una cosa y en su final se ha tergiversado en otra. Los escritos están interpretados bajo unos conceptos basados en unos hechos que pudieron ser reales. Quizás esos mismos textos o leyes no se pudieron interpretar bien, e incluso pueden estar manipulados con sus traducciones bajo los intereses de cada gobierno, que también influyen en los escritos.

    Por eso mismo, a pesar de toda su literatura, Dios está todavía por definir porque se trata de algo indefinido. Y en esa búsqueda para interpretarlo, el ser humano se ha perdido. Lo que cree que es la razón, su sinrazón ha causado y causa muchas diferencias y muertes en el curso de la historia. La iglesia con su hipocresía a ayudado a todo eso. En nombre de Dios ha permitido muchas injusticias y crímenes. Está claro que ¡Dios es amor!, pero no con ciertos ejemplos impuestos.

   Los libros sagrados es otro argumento más para confundir la fe. En todos ellos, para interpretar su lectura puede llevarte toda una vida. En una entrevista publicada en un periódico a la rabina francesa Delphine Horvilleur, <... Religión viene, después de todo, del latín religare: de unir y religar, el de buscar un vínculo con los demás. Esos textos siguen siendo una guía, como suelen ser todos los grandes relatos, porque entran en resonancia con nuestras experiencias. El problema es que la lectura puede hacerse de muchas maneras distintas... Un texto religioso, le podemos hacer que diga cualquier cosa. Puede alimentar un proyecto de vida, pero también de destrucción...>. Y a continuación dice: < Es importante escribir historias nuevas, pero la reinterpretación de esos textos sagrados me parece más poderosa que cualquier escritura inédita... la creencia en un comienzo puro, tan propia de los extremismos políticos y religiosos, me produce una gran desconfianza. Nunca hemos sido puros. Es una idea falsa tanto en lo biológico como en lo literario. Somos construcciones híbridas, contaminadas y fertilizadas por los demás. El imaginario de pureza es muy reconfortante especialmente para los que tienen miedo de la noción de alteridad, representada por los extranjeros, las mujeres o los homosexuales. Son figuras de lo extraño que suponen un riesgo de contaminación. Las personas que creen en la pureza son las mismas que se obsesionan con las fronteras>. 

   Para muchos, esos textos les puede resultar una especie de jeroglíficos en palabras, en que su búsqueda misma no demuestra fin. En ese momento de civilización sus apóstoles expusieron diferentes versiones de los hechos. No tuvieron un acuerdo de las mismas ni coloquio para difundir las anécdotas. Jesús hablaba a los desposeídos, a los explotados, a los revolucionarios políticos que pudieran instalar o restablecer un orden social nuevo. Poniendo un poco de imaginación, veremos a un Jesús predicando unas palabras en desiertos y descampados, y en forma de parábolas (como una fórmula fácil para que un pueblo por entonces ignorante, las retuviera en la memoria, como una especie de principio), como si fueran ahora los típicos refranes; que para ellos entonces eran ideales utópicos que la gente necesitaba escuchar. Quizás luchar y conquistar. Durante muchos años después, esa actitud tuvo sus fieles, que platicaban atemorizados un cambio de vida con dignidad y respeto. Eran unos tiempos que gobernaban la barbarie, y  la práctica salvaje era algo común, que llevaban a esos locos soñadores y predicadores al circo romano como diversión y espectáculo. Para hacer una comparación de lo difícil que se hace entender o comprender: muchos de nosotros que poseemos más conocimientos, todavía nos resulta complicado, siendo más reciente, leer y más interpretar, los pensamientos de K. Marx, La Odisea, y al mismo Cervantes.

   El ser humano siempre ha necesitado creer que existe algo superior que rige sus vidas, como lo demuestra la Mitología. Precisamente Dios surgió después, alternativo y novedoso, rompiendo los conceptos tradicionales establecidos. Aparecía una nueva creencia difícil de expandir, con significados que en su momento no poseían nombres para muchos de sus sentimientos. Ahora podríamos interpretar a un resucitado de entonces, como una persona que se subleva de una vida social injusta; que en la actualidad se interpretaría cómo un insurrecto o un rebelde (según un episodio evangélico tras la muerte de Jesús, veíanse por todas partes resucitados. Véase el Evangelio de Mateo, 27,50-53). No podía explicarse de otra forma lo que representa el significado de una manifestación de protesta; o interpretar un alzamiento de un socialismo o un comunismo, por ejemplo. Hasta que la ciencia no fue reconocida lo suficiente, hubo un tiempo que era muy habitual decir ciertas expresiones que definían: lo que está bien; es porque Dios lo ha querido. Y si había maldad; es porque estaba detrás el diablo representando: la enfermedad, las guerras, el odio, avaricia y muerte, etc... 

   Quizás Dios no necesite definirse. Es algo que comprende lo que todos tenemos dentro. Es la tolerancia y el respeto a uno mismo y al prójimo. También es solidario. Un revolucionario, un activista o un inconformista. Es respetuoso con el medio ambiente. Le gusta que exista los derechos humanos y la democracia. Le encanta el amor; y le vuelve loco la paz, la diversidad y la libertad. No entiende de fronteras, ni de razas ni de sexos. Puede ser la expresión misma del arte y la belleza; quizás por eso exclamamos ¡Oh, Dios mío! cuando vemos algo hermoso. Está en todas las partes del mundo y en cada ser de esta tierra. Es fraternal, le gusta la fluidez, y forma parte del Universo. Todo eso es lo que significa, y está concentrado y resumido en esa palabra: Dios.

"A Dios no podemos ofenderlo, a menos que actuemos contra nuestro propio bienestar"(Santo Tomás de Aquino)

"...la creencia en Jesucristo como El Salvador que ofreció su vida por amor a sus semejantes. Fue el héroe del amor, un héroe sin poder, que no se valió de la fuerza, que no deseó gobernar ni tener nada. Fue el héroe de ser, de dar, de compartir. Estás cualidades atrajeron profundamente a los pobres y también a algunos ricos romanos, que se ahogaban con su egoísmo. Jesucristo atrajo los corazones, aunque desde un punto de vista intelectual cuando mucho fue considerado ingenuo. Esta creencia en el héroe del amor conquistó a cientos de miles de partidarios, mucho de los cuales cambiaron la práctica de sus vidas, o fueron mártires..." (Erich Fromm, de su libro -Tener o Ser- pág. 138).

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