
"La amistad es más difícil y más rara que el amor. Por eso, hay que salvarla como sea" (Alberto Moravia)
Según Aristóteles hay tres tipos de amistad: la amistad por placer, la amistad por interés, y la amistad perfecta. Nos advierte también que, no es posible ser amigos de muchos, porque la amistad verdadera requiere una intimidad donde es una experiencia que no se puede compartir en una multitud. Ha de existir una reciprocidad y cuidado mutuo. La amistad con alguien indigno no puede amarse en ningún caso, porque existe el riesgo de acabar tan indigno como el otro. El amigo es otro yo, donde nos ayuda a explorar y a conocernos a nosotros mismos, y da la oportunidad de conocer las virtudes del otro, donde da forma para completar y entender nuestra existencia. Cada uno de nosotros tiene un concepto de la amistad, para unos es de mucha importancia y unas de las cosas más apreciadas del mundo. Hay que evitar que la amistad no sea por beneficio ni por algún interés egoísta, y procurar ante todo que exista sinceridad. No se terminaría de hablar de la amistad por su magnitud. Pero la amistad más grande es aquella en la que tus amigos permanecen a tu lado y tú al lado de ellos, compartiendo alegrías y ayudando en los problemas, por muy grandes que sean. Incluso a veces se crea un hermanado vínculo importante que supera a la de la propia familia. Entonces es cuando se valora la amistad y se aprecia. La famosa filósofa y ensayista Hannah Arendt refiriéndose a la importancia de la amistad dijo: "Nunca he amado ninguna nacionalidad. Ni la alemana, la francesa, la americana, y ni la clase trabajadora. Solo a mis amigos y soy incapaz de ningún otro amor". Después, también hay que tener en cuenta las amistades breves y pasajeras, aquellas que por las vicisitudes de la vida de cada uno, nos separa por sus circunstancias. Por la redes sociales circulaba una especie de anécdota breve que lo definía muy exacto: -Imaginaros que vamos en un tren, y que durante el viaje vamos conociendo y entablando amistad con unas personas que durante sus diferentes estaciones han subido al mismo tren, pero que también se apean en otros diferentes destinos de su trayecto, y que al final de ese recorrido, te encuentras con un limitadísimo número de acompañamiento: la que puede interpretarse con la de aquella amistad que se ha mantenido en el trayecto de la vida-.
Para mantener una amistad permanente, hay que ser una persona muy consecuente, responsable y respetuosa.
Por muy diversa que sea la otra persona, no hay que tener cuenta las diferencias que pueden existir en: el sexo, la raza; ni en religión, ni en ideas políticas. Los sentimientos y las discrepancias hablando se pueden comprender, porque eso demuestra que estamos preparados para admitir sus diferencias, donde se supone y se demuestra que se ha adquirido una cultura para ese entendimiento.
Hay que mencionar también, que en la actualidad, ha de ser bienvenida cualquier tipo de amistad, sea del tipo que sea, y a través de cualquier forma posible. Hoy en día, las redes sociales facilitan la posibilidad de contactar con otras personas, nos permite un acercamiento que rompe con las fronteras y acerca esas distancias. La virtualidad da la posibilidad de crear, de acercar amistades y de conocer otros contenidos y otras opiniones que siempre hay que respetar. Y esos contactos, incluso siempre, puedan hacer posible que se conviertan en encuentros presenciales."
"Preocuparse por la felicidad de los demás, nos acerca más a la nuestra" (Dalai Lama).
"Otra idea que hemos perdido es que los semejantes se atraen y que el mundo entero depende de este sistema de correspondencias..." (Juan Arnau- periodista)
"El compañerismo y la camadería adquieren en ocasiones el aspecto de la amistad. Los intereses en común pueden producir situaciones humanas que se parecen a la amistad. También la soledad hace que las personas se refugian en relaciones más íntimas: al final se arrepienten, aunque al principio, crean que esa intimidad es ya una forma de amistad..."(Sándor Márai)
*****