"El alma le dijo al cuerpo:
porque yo sueño, tú eres;
tú vives porque yo pienso"
III
A Dios le duele el hombre.
Le duele al hombre, Dios.
Doliéndole a los dos
lo que no tiene nombre.
Mira esa ramita helada
que en el aire se estremece:
ahora se muere de frío
y en Primavera florece.
Mira esa ramita viva
que en el aire es un temblor:
ahora se muere de frío
y en verano de calor.
El tiempo no es lo que importa:
lo que importa es que la vida
con el tiempo se te acorta.
Morirse no importa nada:
lo que importa es que la vida
con la muerte se te acaba.
Pero si yo no lo sé,
¿cómo quieres tú saberlo?
Eso que lo saben todos
ni tú ni yo lo sabemos.
Al despertar me golpea
el corazón en el pecho.
Yo sé que quiere decirme
que se acabó nuestro sueño.
La verdad, ya lo estás viendo:
yo te dije que empezaba
donde acaba tu sueño.
La soledad de mi vida
se está quedando sin alma.
Mi corazón ya no tiene
sangre para poder dársela.
Hombre, no te desesperes,
que tú digas por decir
o que calles por callar.
¿Para qué quieres que hable
si todo lo que yo digo
no lo escucha nunca nadie?
¿A quién quieres engañar
cuando dices que es mentira
lo que sabes que es verdad?
El viento le dijo al río:
¿adónde vas tan corriendo?
Y el agua le contestó:
no sé, porque voy huyendo.
¿Para qué quieres que hable
si por mucho que te diga
tú no quieres escucharme?
Mientras más y más te miro
más quisiera yo decirte
todo lo que no te digo.
Mejor tú a mí ni me hables,
que las palabras que dices
todas se las lleva el aire.
El hombre desde que nace
le va huyendo a su destino:
y por quererle escapar
le van abriendo más caminos.
Tus ojos me están mintiendo:
porque tus ojos no dicen
lo que tú me estás diciendo.
Que estés vivo o estés muerto,
tu alma es un cielo vacío,
tu corazón un desierto.
El tiempo que no has vivido
no sabes a lo que sabe.
El que has vivido y que vives
sabe a ceniza y a sangre.
Lo que aprendes al saberlo
es un saber de la vida
cuando es un sabor del tiempo.
.....
José Bergamin, aforista, ensayista, poeta, dramaturgo madrileño nacido en 1895. Estuvo exiliado durante el franquismo donde residió especialmente en México. Falleció en San Sebastián en 1983. Perteneció a la generación del 27. Su poesía ha sido durante largo tiempo desconocida, posteriormente recuperó un lugar de honor en las letras contemporáneas españolas. En un prólogo de una edición, Maria Zambrano comentó, que Bergamin< desenmascara así la historia mostrando su oquedad y más poéticamente aún, dejando tembloroso y firme su corazón de esperanza irreductible, de aliento humano y divino al descubierto>.
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