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19 dic 2023

El vertedero (narración)

 "Viviendo en un vertedero, somos movidos, producidos y reproducidos tanto por el vertedero como por nosotros mismos" (Michael Marder)


   Era impresionante ver aquella montaña llena de escombros y de basura. Durante un periodo de un año, estuve trabajando unas dos veces por semana, en la limpieza de un cuartel donde hice el servicio militar situado en Las Palmas de Gran Canaria.

   Cada semana la montaña de desechos ciudadanos estaba más alta. El camión que se utilizaba para todos los servicios militares le costaba subir por el camino empinado y polvoriento para llegar a su cima. Una vez allí, bien con las manos o con algunas palas, mientras las gaviotas revoloteaban sobre nuestras cabezas buscando algo nuevo que comer, nosotros volcabamos los escombros. Posteriormente una máquina apisonadora se encargaba de aplastar todos aquellos residuos que terminaba formado parte del aquel terreno que cada vez se hacía más elevadizo. Todo aquello engrandecía una gran montaña pero de desechos. Mientras hacíamos esas labores, teníamos que usar nuestros pañuelos para evitar que el polvo contaminante que a la vez se alzaba, se mezclaba con la calidad del aire que se respiraba en la ciudad y evitar que los microresiduos nos entrará por las vías respiratorias y por los ojos. Ese trabajo de limpieza no era muy agradable, lo único bueno que conllevaba, era que en ese laborioso transcurso, te librabas de clases teóricas de estrategias militares o de conocimiento de las armas. 

   Por entonces, no existía el concepto actual del reciclaje de todo aquel montón de escombros. Tampoco parecía que les preocupara los problemas que podía ocasionar todo ello para el futuro. Afortunadamente, ya hace muchos años de esa experiencia y seguramente, esa ciudad ya habrá tomado medidas con normativas ecológicas. 

   Cuando subíamos en el camión por su camino ascendente, permanecíamos en un intimo silencio cubiertos con nuestros pañuelos. Ese lugar de suciedad maloliente te transportaba aquellos lugares del tercer mundo que sale en los documentales y reportajes de televisión. Allí todo estaba mezclado: electrodomésticos, plásticos, vidrios, juguetes, neumáticos, tejidos, y un largo etcétera que cualquiera pueda imaginar. Todo se encargaba después aquella monstruosa apisonadora de convertirlo lentamente en un elevado piso más de una repugnante colina. 

   Me dio por pensar entonces, y aún lo sigo pensando, lo importante que sería dar una educación cívica y ecológica, aunque no sea muy agradable por las condiciones del lugar, de mostrar a los alumnados del colegio, esos cementerios de escombros. Las entrañas de ese vertedero era tan impresionante, que contemplar de cerca ese desierto nauseabundo, uno tomaba preocupación y consciencia de la gravedad de la contaminación del planeta. Solo imaginando los millones de rincones similares que puedan existir en todas las ciudades del mundo, dan una suposición de la magnitud del problema de los residuos. La atmósfera en emisiones de CO2 nos devuelve todo aquello que contaminamos.

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16 dic 2023

La pianista (narración)

 "La armonía es la plenitud tras la dificultad" (Antonio Colinas-poeta)


   Por la calor del verano, las ventanas estaban abiertas. No entraba ni una pizca de aire que refrescara la casa pero si entraba una melodía lejana de piano. Alguien no muy remoto tocaba aquellas teclas. Me asomé por esa curiosidad innata por una de las ventanas buscando aquella procedencia sonora. Al rato localice no muy a lo lejos, el sonido musical. Tuve que afinar la vista y distinguí a lo que supuse una nueva vecina, pues era la primera vez que llegaba a mis oídos tales notas. Era una mujer con una cabellera larga y rojiza que le cubría toda su espalda. Iba vestida de negro y su cuerpo gestuaba al compás del ritmo. Lo poco que se visualizaba desde mi ventana, era una habitación espaciosa donde parecía que el único mueble existente era el piano. El resto visible de su vivienda era todo blanco. Ni un adorno ni un cuadro. Un auténtico habitáculo exclusivo para ese instrumento, todo lo demás, daba la sensación de no importarle a su pianista. 

   Estuvo practicando todas las tardes del verano. Y tengo que confesar que, oyéndole practicar, me producía una relajación y pude reconciliar buenas siestas. Esas notas musicales que interrumpían el silencio de las primeras horas de la tarde, no parecían molestar a ningún vecino porque no se manifestó ningún vocerío quejándose. 

    A momentos, fragmentos de Chopin se repetían y se repetían como si la pianista buscara la perfección sonora. Seguramente los oídos del vecindario no están lo suficientemente educados para distinguir sus diferencias tonales. 

   Ella parecía olvidarse del resto del mundo mientras tocaba sus teclas. El vacío de su vivienda hacia resonar más la música clásica y por la rectitud de su postura, podía dar a entender que era seguramente una profesional y quizás una componente de una orquesta sinfónica.

   Con el paso de los días mi cuerpo y mente se acostumbró a sus preludios que, cuando ella no practicaba sus ensayos, yo no conseguía relajarme para hacer mis siestas. El sonido limpio y repetitivo de las sonatas conseguía en mi, un efecto de paz y tranquilidad.

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3 dic 2023

Relatos Cortos Próximos. 36 Parte

 "La comprensión de que la vida es absurda no puede ser un fin, sino un comienzo" (A. Camus)

   Las últimas veces que tuve visita médica, mí doctora estaba 
ausente. En su lugar me atendió otra suplente más joven. Así ocurrió las siguientes veces que tuve visita; bien por resultados de una analítica o por otras circunstancias. Periódicamente tuve que asistir una temporada seguida y mi doctora seguía suplantada por diferentes doctoras más jóvenes. Suele ocurrir que en ciertas profesiones como en nuestros mecánicos o nuestros peluqueros etc..., están esas personas que solemos acudir habitualmente porque mantenemos unas preferencias y confianzas. Los doctores y doctoras ya tienen nuestro historial médico y el conocimiento de nuestros dolores nada más al vernos entrar por la puerta de su consultorio. Tienen una memoria increible. Con el tiempo la seguridad social les mantiene habitualmente la misma lista de sus pacientes. Y con el tiempo saben los mejores recetas de medicamentos para que nuestro cuerpo responda mejor en salud.

    En la última consulta pregunté a la asistente del momento por mi habitual doctora. Su respuesta fue corta y fría, - no está disponible- me dijo. Me pareció por su seca contestación, haberla molestado con mi pregunta como si la hubiese subestimado. Pero esa no fue mi intención. 

   Tampoco menosprecio a los doctos más jóvenes, al contrario, me alegro de un relevo joven en las profesiones. Pero ocurre que muchas personas estamos acostumbrados a una atención y a un calor profesional humano a la que algunos de está nueva generación tiene que hacer un rodaje. Por lo menos, eso es lo que se espera. Se supone que este oficio es más destacable por su dedicación a la ciencia de la sanidad y al cuidado prójimo que cualquier otro porque la salud es primordial.

    Mencionado esto, no muchos días después de mi última visita me encontré en el vecindario a una amistad donde ambos sabíamos que teníamos la misma doctora. Como hicimos un comentario al respecto, este me informó que se había enterado, que nuestra doctora falleció por un cáncer linfático. 

   Tengo que reconocer que mi doctora era severa y austera, pero con un ojo clínico acertado. Poco a poco con las visitas que mantuvo conmigo, pude comprobar su profesionalidad médica. Y quizás pueda demostrarse, que a pesar de su enfermedad que no confesó a sus pacientes, estuvo hasta el último de sus momentos de salud, tratando y medicando a todos sus pacientes. Dedicó su pasión a la medicina general hasta el último aliento de su salud. 

   Está mención también me hace recordar a otro gran profesional médico. Cuando yo era un niño no existía los medios ni la modernidad del que ahora disponemos. Este doctor y gracias a él, me detectó que yo sufría una grave hepatitis. Su consultorio por entonces, era grande y de escasa luz. Me detectó la enfermedad saliendo al exterior, donde daba los primeros rayos de sol. Allí me observo los ojos y las uñas de mis dedos, y por su color, acertó en el diagnóstico. Entonces permanecí unos meses de reposo en cama donde mi sudor dejaba las sábanas amarillas.

   Alrededor de nuestra vida, por suerte, tenemos a grandes personajes que pasan anónimos en la gran historia de la humanidad, pero sin embargo, son personajes que por sus profesiones; bien sean maestros, médicos u otros, han ayudado y aportado haciendo el bien en nuestro pequeño entorno y sociedad. Esas personas a medida que crecemos y ellos fallecen, permanecen en nuestra memoria como benefactores. Así pues, demostremos gratitud al recordarlos por haber existido y por haber contribuido a su comunidad con dedicación y amor. Porque quizás, gracias a ellos, nosotros somos los que somos y estamos mejor. La vida en ciertos momentos nos da oportunidades para que no la encontremos absurda.


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6 oct 2023

Un matrimonio de conveniencia (cuento- narración)

 "Y al final el amor que recibes es igual al amor que dabas". (-The End-, fragmento canción de The Beatles)

by: Miles Johnston 

 

 Fue un matrimonio  más  bien de conveniencia y de supervivencia más que una relación  amorosa. Pero ese matrimonio puede considerarse como una unión inteligente, pues ambos tenían una profesión que requería la máxima dedicación de ellos. Y digo que fue en pasado, porque el marido un catedrático en lengua muy respetado en la Universidad, falleció repentinamente. Sinceramente su mujer, también una valorada abogada, no es que demostrara mucho el fallecimiento de su marido, pues más bien, con él era la persona que menos compartía su vida. Hay que adelantar en esta narración, que ciertos oficios requieren mucho tiempo de dedicación de la vida de personas con oficios muy responsables. En el ejemplo de ellos, podemos comprender el porqué muchos matrimonios de personajes populares se rompen y enseguida llegan a divorciarse e incluso a odiarse. Pero el caso de esta pareja no fue así. Más bien fueron tolerantes y comprendidos valorando ante todo, su profesión e independencia.

   Evidentemente esa dedicación laboral comprende una relación con muchas personas diversas. Así que la convivencia casera se cumplimentada con cenas y comentarios de anécdotas laborales. Esa manera de amarse entre ellos tenia ese ingrediente que les mantenía unidos.

   El catedrático como se ha dicho, falleció por un inesperado ataque cardiaco en la misma universidad donde placticaba una clase.

   Después de que se anunciará entre los conocidos su fallecimiento, llegó el día de su despedida en el sepelio. 

   Su mujer iba recibiendo a las personalidades que asistían a la despedida. Muchos de ellos demostraron estar consternados por el inesperado fallecimiento. Sentimientos de dolor y de pésame acompañadas de comentarios y anécdotas que experimentaron con su marido. Otros daban palabras de agradecimiento por el que fue un gran maestro. Y flores, muchas flores acompañaban su féretro. La mujer todavía no era muy consciente de la perdida de su marido. Pero tuvo unas incógnitas y una curiosidad  por todos los rumores que recibía sobre él. Vivencias y sorpresas que le llegaban de todas esas consideraciones que llegó a pensar que realmente no llegó a conocer a su marido. Cuarenta y cinco años de matrimonio y ahora se estaba concienciando que convivió con un marido que no llegó a conocer mejor. Realmente todas esas apreciaciones parecían que fueran de un desconocido. Llegó a compartir vida con él, pero realmente no fue una relación de un matrimonio normal, pues entre su convivencia existía esa devoción a sus vidas laborales. 

    En esas observaciones existían otros acontecimientos de su marido que ahora le eran novedosas. Había ignorado otros sucesos y otros significados de su existencia. Un vergonzoso arrepentimiento le surgió de repente. Todo eso le rondaba ahora por su mente, pues en sus vidas no habían compartido los suficientes sentimientos. Llegó a pensar  que el tiempo no se puede echar a perder, existe esa oportunidad en la vida en la que hay que sincerarse y explicarse. Todo eso es importante y debe ser compartido con otra persona.

   Cuando el funeral terminó, la mujer fue al despacho hogareño donde a veces él había pasado horas entre sus papeles. Allí encontró escritos a mano, estudios y tesis. Lecturas predilectas. Archivos con gran documentación, fotografías y correspondencia  de carácter personal y profesional. Entre los adornos y símbolos significativos que decoraban esa habitación, encontró un cuadernillo con la contabilidad de la casa, y en el fondo de un tercer cajón, otro con tapa roja que contenía un pequeño diario íntimo y personal.

   En ese cuadernillo rojo figuraba desde muchos años atrás, pequeñas vivencias que ahora se convertían en recuerdos. En unas  páginas explicaba el dolor por la perdida de la hija perdida en un aborto accidental. Emociones escritas en tinta que supuestas lágrimas habían mojado su letra. Redacciones de lejanas excursiones y viajes al extranjero, con cenas en caros hoteles que terminaban en noches amorosas. Todo ello relatado con mucho sentimentalismo.

 En esas confidencias explicaba las discusiones y enfados arrepentidos que pudieron haberse evitado en su relación. El silencio que mantuvo cuando por sorpresa, se informó que su mujer mantenía una relación amorosa oculta, que él perfectamente comprendió porque era consciente que ella recibía un amor, que por entonces, era incapaz de corresponder como marido. 

   La curiosidad le hacía rebuscar en todos sus amontonados papeleos. En ellos encontró la elaboración de un manuscrito inacabado en la página 152. Un ensayo que estaba escribiendo detalladamente con poesías desconocidas del romántico Lord Byron y su relación con la dramaturga y escritora Mary W. Shelley, creadora de la fabulosa novela Frankenstein.

   Leyendo esa creación del ensayo se dió cuenta realmente, de que su marido tuvo facetas que ella ignoraba, incluido la soledad. Quizás, sin ser conscientes, sus uniones fue más bien un complemento para satisfacer un vacío existencial fuera de sus profesiones. Un acuerdo mutuo que nunca se llegó a declarar. Entre ellos, nunca surgió un apasionado cariño, sino la necesidad de una compañía. Sin embargo, hay personas que encuentran ese verdadero afecto en sus ideales, en aficiones o en pasiones laborales donde suelen encontrarse realizados.

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29 sept 2023

La violación

 "La voz del inconsciente es sutil pero no descansa hasta ser oída" (Sigmund Freud)

by: surrealistly

La existencia de algunas personas pueden quedar marcadas por algún suceso desagradable. Y ese suceso suele estar presente en el resto de la vida. Se es muy afortunado si se ha tenido una ayuda o una solución rápida para que no se quede traumatizado para siempre, como se trata de explicar a continuación. Personas que han sido violentadas incluso desde su niñez. Ahora en la actualidad, se ha facilitado a que muchos casos de violencia infantil y los sucesos de pederastia salga a la luz y se denuncie. Delitos prolongados durante años, muchos de ellos cometidos dentro de la institución religiosa, donde según últimos datos, unas 440.000 personas sufrieron abusos sexuales. Pero esos casos no son definitivos. Faltan muchos otros todavía por revelar y much@s de ell@s no se ven con fuerza o se sienten reprimidos para denunciarlo porque no se ven amparados o desconfían de las gestiones y la lentitud de una ley. Quizás algunos de ellos lo hallan intentado y han encontrado frenos burocráticos, y desilusionados, han abandonado el intento. Otras veces ocurre también que las organizaciones sociales que se suponen especialistas en estos temas de violencia, no son los suficiente acertados y consiguen que el agredido/a se impaciente y no reconozca esa atención psicológica ni obtenga justicia. 

   El caso que se refiere a continuación, es un suceso verídico que ocurrió hace unos cuarenta años aproximadamente. Era una niña rubia muy bonita que a los siete años de edad fue violada por un familiar. Este caso en su momento no causó expectación y más bien la noticia no tuvo mucha repercusión, así como la debida denuncia del momento. Todo ello se tomó como un caso aislado y casi ocultado por vergüenza, y no tan frecuente como ahora lo son en la actualidad donde todos estos casos de violación y maltrato salen pronunciados seguidamente en los medios de comunicación. 

   La niña parece que en su crecimiento fue violada otras veces. Para ella, todas esas violaciones fueron denunciadas pero siempre quedaron en oídos sordos. Según ella, recurrió a diversos organismos en busca de ayuda psicológica y a otros centros de ámbito feminista buscando colaboración y solución jurídica. Según ella, nunca ha encontrado la justicia para esas violaciones, es más; el individuo que las cometió sigue amparado en la máxima libertad. 

   Podemos imaginar que esta chica que ahora rondará sobre los cincuenta años, vive amargada y traumatizada porque se siente abandonada con la incomprensión de una parte de la sociedad  y de esa injusticia. La última vez que hable con ella, me dijo que odiaba a muerte a los hombres. El patriarcado lo ve y lo siente en todos los símbolos y en la mayoría de palabras de la sociedad. Por lo tanto esta sociedad, según ella, le da el asco suficiente. 

   Por mi parte, y ante su insistencia, le comenté inicialmente, que yo no era la persona cualificada para conversar estos temas. Cómo no dejaba de hablar, le trate de ayudar y aconsejarla a que siguiera intentando luchar en busca de la compensación de la justicia. Que tratará de unirse y poner su voz en grupos feministas por ejemplo, y así como en otros colectivos de tantos que hay en la sociedad. Pero su respuesta era en bano y con mucho escepticismo, pues según ella, ya lo había intentado casi todo.

   Su negativa y tozudez en la conversación era mayor a medida que el tema tomaba más envergadura por su parte. En sus comentarios cada vez con más autoritarismo iban apareciendo insultos y había que vigilar mis palabras, pues en cuando en cuando, a pesar de ese cuidado, me etiquetaba de machista sin razón. Sus comentarios iban mostrando un desprecio y odio hacia el sexo masculino. Hubo un momento que me culpaba de esa violación por ser un hombre, diciendo en un momento : - que todos los hombres somos los culpables y no hacemos nada por evitar esas violaciones. Que la cobardía y la hipocresía la mostrábamos en todos nuestros actos-.

    También estuvo confesándose que siempre estaba tratando de cambiar de hábitat, sustituyendo su vivienda por otras en diferentes ciudades porque se sentía acosada. Ese acoso no tuvo una definición concreta porque ya mostraba en su diálogo una irá en tono mayor y un odio profundo a mi persona por el motivo de ser un hombre. Así me lo confesó abiertamente. A pesar de sus insultos, me lo tomé con paciencia porque la amistad a veces lo requiere, y terminé diciéndole que fuera a un lugar de ayuda psicológica, que necesitaba un tratamiento simplemente para encontrarse mejor, porque estaba terminando en odiarse a sí misma y a la humanidad. Palabras ultimas que le causó mucho enfado y respondiendo con violencia verbal machista. Su vocabulario a momentos se contradecía con sus expresados sentimientos.

   Es evidente que en ella no existe ni el olvido ni el perdón. En los comentarios que mantuvimos parecía que no había cura para ese dolor. Es comprensible que en ella exista una frustración, una rabia, y sienta una injusticia y un odio permanente que vive cada día hacia el comportamiento de una sociedad que parece machista e indiferente, y que no da respuesta a toda su insatisfacción general por todo lo sufrido. Pero hay que mencionar que existe una mayoría de hombres o de otros géneros sexuales que sufren esos mismos defectos creados por modelos antiguos de una sociedad, porque la violencia está disfrazada de muchas formas. 

   Hay que tener paciencia y esperanzas en el futuro para que el mismo progreso analice y corrija estos modelos y vicios que viene de antaño. Para avanzar es importante una creacion pedagógica y democrática que tenga en cuenta esas deficiencias. Adquirir cultura requiere su tiempo para que se instale en las mentes y corazones. Ojalá en las generaciones siguientes exista un respeto a todo lo que les sea diferente y muchos de los problemas que se sufren en la actualidad con cualquier tipo de violencia o maltrato, sea del tipo que sea, quede como sucesos de un pasado. Si todo esto se logra entender y superar, será señal de que se ha logrado una sociedad mejor, que no esté enferma tanto en agresores como en agredid@s. Porque el primero es un enfermo agresor mental; y el segundo, físicamente y mentalmente queda afectado por un agresión. 

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25 sept 2023

Las gemelas (cuento-narración)

 "Las almas se reconocen por sus vibraciones, no por sus apariencias" (Víctor Hugo)

by:surrealistly
  Eran dos hermanas gemelas. Idénticas hasta en los mínimos detalles y gestos de sus cuerpos. Ni siquiera una simple peca las podía diferenciar. Solamente el agraciado instinto de su madre podía saber quién era cualquiera de las dos en todos los momentos y actos. Para el resto de los humanos que llegó a conocerlas, eran como dos sorprendentes clones que la naturaleza había otorgado.

   Como puede suponerse, el mismo pensamiento surgía en dos mentes. Desde la niñez siempre fueron inseparables, como una pareja de pequeños personajes desdoblados o repetidos. Era absolutamente asombroso verlas caminar juntas, porque la mirada de ese momento, parecía que la percepción visual  te estaba haciendo una jugada de la realidad.

   Era inconcebible que todos aquellos que las conocían las vieran por separado. Todo su crecimiento y porvenir se hacían conjuntamente. Es evidente que compartían las mismas preferencias: los mismos tipos de música, literatura, otras artes, y los mismos vestidos, etc... Los gestos y sus miradas eran tan similares que a veces, una u otra se frenaba en los gestos o en las palabras para no expresarlo conjuntamente. Incluso su menstruación coincidían en los mismos días. Y que decir de sus enamoramientos con los chicos; pues las dos se enamoraban del mismo individuo. Pero entre ellas no existía la típica rivalidad ni competencia sino; un entendimiento y comprensión.

   Solamente hubo un par de veces que sus vidas fueron truncadas por una separación. La primera vez, y no se sabe el porqué, fue cuando estudiaban -la selectividad -, donde sus profesores decidieron separarlas en diferentes aulas, donde solamente en sus ratos libres se volvían a encontrar. Para ellas, estar separadas era un auténtico acto de sacrificio. Esas dos almas eran difícilmente inseparables una de la otra, ya que sus vidas parecían amputadas si no estaban juntas.

   Entre ellas, todo lo comentaban, incluso sus intimidades y sus relaciones amistosas, de tal manera, que una sabía lo de la otra cualquier detalle a la perfección. Todo lo compartían de tal forma, que a veces jugaban a intercambiarse en las aulas. De esto, nadie del profesorado y de los alumnos percibían diferencia. Muchas veces, en los exámenes finales, como una tenía más facilidad que la otra en matemáticas; y la otra más sabiduría en historia, se intercambiaban. Lo que suponía que cada una de ellas hacía dos veces el examen de la asignatura.

   El tiempo incluye a veces cosas curiosas, porque llegaron a conocer otros dos chicos extranjeros también gemelos con los que llegaron a formar pareja. En esa relación, tanto en una pareja como en la otra, no dejó de existir el juego del intercambio, donde debe suponerse que ellos debían hacer lo mismo. 

   Esa unión sentimental, no duró mucho tiempo, pues poco después por problemas de salud de los padres de los gemelos, hizo que tuvieran que volver a la tierra que los vio nacer.

   Posteriormente y por segunda vez, el destino quiso separar a las hermanas. Cada una de ellas logró encontrar un diferente tipo de trabajo. Como tenían tanta compenetración en sus pensamientos y obras que cuando se aburrían también se intercambiaban en sus puestos de trabajo sin que nadie otra vez, notará cambio alguno. 

   Así, de esta manera, transcurrían los años, hasta que llegó un día que una de ellas se enamoró de un trabajador, donde llegaron al matrimonio.

   Aún así, las hermanas no superaban esa separación. Juntas eran como un complemento de sus personalidades, se sentían desorientadas o perdidas, como si les faltara algo en sus cuerpos si estaban alejadas una de la otra. Al poco tiempo ambas tomaron la decisión de compartir el marido sin que esté lo notara. Para ellas era una manera de seguir compartiendo sus inseparables forma de vivir. 

   Su vidas transcurrían de esta manera, intercambiando esos  momentos en que no podían estar juntas pero a la vez compartiéndolo sin que los ajenos notarán siquiera una diferencia. No se puede discutir con exactitud si la perfección existe. Pero ellas actuaron perfectamente en el juego de esos intercambios. Y así continuaron en su vejez con sus costumbres, porque para ellas la opción de compartir, era la  mejor forma de vivir.

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11 ago 2023

La Nostalgia

 "Cuida el presente porque en él vivirás el resto de tu vida"(Facundo Cabral)


M. C. Esher
Aquellos que quieran evitar la nostalgia, lo único que conseguiran es apartarla temporalmente de su mente, porque permanece en un rincón sentimental de la memoria. Ella se ha construido de nuestra acaecida vida y llega a formar parte de nuestros recuerdos. Esos momentos que llamamos nostálgicos, aparecen porque añoramos esas situaciones ya sucedidas, donde reaparecen esas imágenes en vivencias o lugares que ya no existen ni puede hacerse posible en la actualidad. Se recuerda a padres, familiares o amigos de una etapa anterior que cubría nuestra infancia o juventud. O aquellas otras experiencias que tuvimos en ciertos lugares de encuentros, o esos barrios y viviendas que la sociedad moderna a transformado. Decimos que todo eso es un componente del pasado, y que todo ello nos ha hecho ser lo que en la actualidad somos. Quizás podamos dar gracias a todo lo conocido y experimentado, y evidentemente, existirá ciertos episodios que será mejor no recordar y olvidar. Ese sentimentalismo aparece inesperadamente en diferentes etapas o situaciones. Ese algo o alguien que echamos en falta puede regresar a nuestra mente y corazón trayéndonos esos recuerdos cuando por ejemplo: escuchamos una particular canción, en el aroma de una flor; o en el sabor de un cocido que hacía nuestra madre, etc... También una fotografía de un familiar o de amistades, trae una especie de melancolía, y como según decía el estudioso Carlos Gurmendez "también podemos quedar melancólicos al ver pasar un rostro querido que no podemos recuperar jamás, y estos estados de melancolía carecen de la alegría subyacente en los estados de tristeza...", todo ello nos hace regresar al estado de ese momento. La vida transcurre y se transforma y con ella también adquirimos otros que serán nostálgicos más adelante. Pero todos esos momentos que no dejan de ser una añoranza, son los mejores recuerdos que inevitablemente llegan a formar parte de nuestro ser. Ni el más vil puede evitar tener en su mente un momento nostálgico. También algunos se empeñen en recuperar y volver a experimentar lo entrañable, cosa que es muy difícil de lograr.

"Recuérdalo tú y recuérdalo a otros" (fragmento de un poema de Luis Cernuda)


29 jul 2023

Relatos Cortos Próximos. 35 Parte

 "Admirar no es ejercer un culto a la personalidad, es una admiración que quiere nacer de la comprensión" (Enrique Krauze)


   Es verano, hace mucha calor, y la gente por nuestras calles vamos muy ligera de ropa. La ciudad es muy asfixiante. El asfalto, el cemento y el aire caliente que expulsa ciertos extractores y otros del aire acondicionado, agravan más el ambiente caluroso. Las lluvias escasean o cuando llueve, incluso pueden ser torrenciales que causan desgracias.  

   El turismo en la ciudad es masivo. Llenan las playas, los lugares significativos y las calles más populares. En ese circuito lucen sus cuerpos con ropa de moda; unos son atléticos, otras de extrema belleza; donde la piel de ambos muestran sus piercings y el culto de sus gustos con los dibujos de sus tatuajes señalados en cualquier rincón de sus cuerpos. Sólo las personas mayores buscan una pequeña distracción con una charla, en otros rincones o un asiento donde refrescarse con un poco de aire fresco. Ellos ahora, tratan de comprender con su miradas, la modernidad. Son los únicos, que por indiferencia y otras con cierta envidia, le son ridículas todas esas marcas y modas. Todo ello ya carece de sentido para las piernas varicosas y cansadas de las señoras, y las piernas delgadas y huesudas de sus hombres. Todos ellos ya mayores y llenos de recuerdos, fueron testigos y algunos partícipes de diversos acontecimientos y estilos que les tocó vivir en su momento. El tiempo transcurre para todos, e inevitablemente, todos participamos en cierta medida, en las costumbres de la época que nos ha tocado vivir.


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   El culto al cuerpo en la actualidad está demasiado sobrevalorado. Son unos tiempos en que cualquier gimnasio tiene más socios inscritos y participativos que cualquier centro cultural, asociación o sindicato. Tiempos que predomina el narcisismo más que la cultura general o el interés social.

   Lo predominante ahora es el cuidado de uno mismo. Todos parecen que se cuidan a la perfección: el peinado de moda, dientes brillantes, uñas perfectas e incluso con diseños de colores, cejas y otras depilaciones. Es evidente que la publicidad ha influido en todo ello: en el marketing del cuerpo bello

  Quizás la cosmética habría que incluirla en el presupuesto de los gastos caseros. Sus productos milagrosos aparecen imparablemente en multitud de revistas y anuncios televisivos. Nunca antes el maquillaje de la realidad ha estado tan activa. La realidad de la sociedad misma y de sus males está maquillada como si fuera un componente más de esa cosmética. Se evita lo feo, sólo lo que parece horroroso es noticia desagradable y utilizado como noticia sensacionalista. En esos cuerpos perfectos se busca la belleza en la imagen exterior, el agradar a los demás. Pero para alcanzar la perfección en ese cuerpo humano se requiere para algunos, una ética en el comportamiento donde parece que las enseñanzas morales se han extinguido, y donde se ha olvidado lo esencial de la belleza interior y el cuidado del alma.

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21 jul 2023

Los Hobbits según J. R. R. Tolkien

J.R.R. Tolkien 




"No podemos elegir qué tiempo vivir. Todo lo que podemos decidir es qué haremos con el tiempo que se nos da"(J.R.R. Tolkien)


  La literatura de J. R. R. Tolkien es rica, amplia y de enorme imaginación. Lo podemos comprobar en su obra mayor y en su trilogía del Señor de los Anillos así como en otros relatos y cuentos. Detallaba todo perfectamente de tal manera, que rápidamente, el lector es introducido en una época remota llamada Tierra Media, con la historia de esos diferentes habitantes y de sus pueblos repletos de leyendas. Seres fantásticos que en muchos aspectos tienen deseos, temores, costumbres y sentimientos que tienen semejanza con nuestra propia vida. No deja de seguir la finalidad anhelada por todos: el camino y la manera de combatir y eliminar el mal. En sus aventuras existen toda clase de personajes extraordinarios y mágicos: elfos, ogros, enanos, duendes, caballeros oscuros, etc... Su literatura no tiene edad. En ella nos introduce en comarcas y villas con verdes y labrados prados, bosques frondosos llenos de vida, riachuelos, tierras salvajes con montañas; unas nubladas, otras desiertas, escarpadas y puntiagudas, etc... En todo ese recorrido aparecen una variedad de individuos tanto amistosos conviviendo en armonia, como otros crueles que habitan sus lugares. Los protagonistas de la historia son unos pequeños y bonachones Hobbits con una misión difícil que cumplir. En todos sus trayectos, se encuentran con inesperadas aventuras y sorpresas dignos de mitología. Un relato construido  con gran imaginación. Algunos de sus personajes nos pueden recordar a los cuentos mágicos y de hadas, pero que sin embargo, su autor les dió otra insuperable forma de vida y fantástica a la vez.

   Los Hobbits son un pueblo sencillo y muy antiguo, más numeroso en tiempos remotos que en la actualidad. Amaban la paz, la tranquilidad y el cultivo de la buena tierra, y no había para ellos paraje mejor que un campo bien aprovechado y bien ordenado. No entienden ni entendían ni gustan de maquinarias más complicadas que una fragua, un molino de agua o un telar de mano, aunque fueron muy hábiles con toda clase de herramientas. En otros tiempos desconfiaban en general de la Gente Grande, como nos llaman, y ahora nos eluden con terror y es difícil de encontrarlos. Tienen el oído agudo y la mirada penetrante, y aunque engordan fácilmente, y nunca se apresuran si no es necesario, se mueven con agilidad y destreza. Dominaron desde un principio el arte de desaparecer rápido y en silencio, cuando la Gente Grande con la que no querían tropezar se les acercaba casualmente, y han desarrollado este arte hasta el punto de que a los Hombres puede parecerles verdadera magia. Pero los Hobbits jamás han estudiado magia de ninguna índole, y esas rápidas desapariciones se deben únicamente a una habilidad profesional, que la herencia, la práctica y una íntima amistad con la tierra han desarrollado tanto que es todo inimitable para las razas más grandes y desmañadas.

   Los Hobbits son gente diminuta, más pequeña que los Enanos; menos corpulenta y fornida, pero no mucho más baja. La estatura es variable, entre los dos y los cuatro pies de nuestra medida. Hoy pocas veces alcanzan los tres pies, pero se dice que en otros tiempos eran más altos. 

   ...Conocieron  en un tiempo la paz y la prosperidad y fueron entonces un pueblo feliz. Vestían ropas de brillantes colores, y preferían el amarillo y el verde; muy rara vez usaban zapatos, pues las plantas de los pies eran en ellos duras como el cuero, fuertes y flexibles, y los pies mismos estaban recubiertos de un espeso pelo rizado muy parecido al pelo de las cabezas, de color castaño casi siempre. Por esta razón el único oficio que practicaban poco era el de zapatero, pero tenían dedos largos y habilidosos que les permitían fabricar muchos otros objetos útiles y agradables. En general los rostros eran bonachones más que hermosos, anchos, de ojos vivos, mejillas rojizas y bocas dispuestas a la risa, a la comida y a la bebida. Reían, comían y bebían a menudo y de buena gana; les gustaba las bromas sencillas en todo momento y comer seis veces al día (cuando podían). Eran hospitalarios, aficionados a las fiestas, hacían regalos espontáneamente y los aceptaban con entusiasmo.... El origen de los Hobbits viene de muy atrás, de los Días Antiguos, ya perdidos y olvidados. Vivian en paz en la Tierra Media muchos años antes que cualquier otro pueblo advirtiese siquiera que existían. Y como el mundo se pobló luego de extrañas e incontables criaturas, está Gente Pequeña pareció insignificante...


John Ronald Ruelen Tolkien nació en Sudáfrica en enero de 1892 y murió en septiembre de 1973. Estuvo en la Batalla del Somme en 1916 siendo un superviviente entre millones de fallecidos. Fue profesor de anglosajón y de literatura de lengua inglesa antigua en la Universidad de Oxford entre 1925-1959. Sus obras son de un género épico y fantástico. Las más destacadas son: El Hobbit (1937), Egidio, el granjero de Han (1949), la trilogía de El Señor de los Anillos (1954-1955), Silmarillion (publicado postumamente en 1977) entre otras obras difundidas en millones de ejemplares y traducidas en decenas de lenguas.

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4 jul 2023

Relatos Cortos Próximos. 34 Parte

 "Si yo soy lo que tengo y si lo tengo se pierde, entonces ¿quién soy? (Erich Fromm)

   El alzheimer a veces también se presenta en una edad temprana. La persona en cuestión aunque todavía podía leer los titulares del periódico, no se acordada ni lo que había hecho hace cinco minutos ni lo que cenó la noche anterior. A veces solía dudar de su propia esposa que le cuidada y le mantenía. La veía como un ser extraño o como un fantasma que andaba por su casa. La pobre mujer con toda su paciencia necesaria, hacia lo imposible por cuidarlo. En momentos de soledad o cuando su marido dormía, hacía en silencio para no despertarlo, aquellas labores más entretenidas o de limpieza que requería la casa. A veces ella, todavía en pleno juicio pero ahora con desesperación, recordaba repetidamente el tipo de caracter fuerte de su marido cuando le conoció, y la paz y sabiduría que expuso toda su vida. Se puede decir, que fueron un matrimonio atípico de aquellos que permanecen enamorados hasta los últimos suspiros. Pero está enfermedad como puede ser otra, es una mortificación en vida.

   A veces, en esos ratos del sueño de su marido, ella aprovechaba para salir un momento y bajar a la farmacia o al comercio de la esquina. Pero como si existiera una especie de alarma, el marido se despertaba y empezaba a deambular inquieto por casa, quizás para buscar ese ser fantasmagórico que le hacía compañía o a saber. La cuestión es que hacía de las suyas. No se sabe si esos actos eran por desorientación o por venganza al sentirse abandonado.

   A veces se orinaba encima. Otras se acercaba a la cocina y empezaba a juguetear con los botones del gas. En otras, abría los armarios y cajones sin saber exactamente lo que buscaba. Incluso más de una vez, le dió por jugar con los grifos del agua dejando correr su líquido. También jugaba con los interruptores de la luz. 

   La pobre mujer temía no despistarse en dejar algo que pudiera causar una desgracia mayor en esos diez o quince minutos, no más, de su ausencia. Son problemas que traen la soledad de un matrimonio mayor. Los dos hijos trabajaban y la ayuda de una asistencia social estaba en decisión de una burocracia que tardaba en responder.

   El alzheimer tiene unas temporadas que no presenta novedades, que mantiene una estabilidad temporal. Pero posteriormente, ataca con otras características y otras actitudes en el enfermo. Puede incluso mostrarse violento, con lo cual, todo se complica gravemente. El abandono en el enfermo se agudiza e incluso se olvidan de masticar y tragar; por lo tanto , sus alimentos han de ser a base de papillas y yogures.

   Los hijos venían a visitarlo y dar auxilio a su madre los fines de semana. Pero para su padre eran otros seres desconocidos que acudían a su casa como otros visitantes fantasmales.

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"No es la duración de la vida, sino su profundidad" (R.W. Emerson)


   Mi abuelo siempre fue un hombre del campo. Fue respetuoso con la naturaleza y con las costumbres de su pueblo. Se puede decir que no tuvo enemistad alguna porque su vida fue muy estoica y todas sus palabras y actos fueron de una profunda razón y sinceridad. Siempre tenía en consideración la opinión de los demás, y le era muy importante y querida su familia.

   Además de otros dolores que sufría en su cuerpo como reúma y artrosis, tenía el Parkinson. Cuando alzaba el cubierto para llevarse el alimento a su boca, la mano le temblaba y los alimentos le caían otra vez al plato donde muchas veces le salpicaba con manchas aceitosas, su querida indumentaria campesina: una camisa gris y su chaleco negro donde siempre destacaba un reloj de cadena. También fue un fumador, eso hay que mencionarlo. Pero no un fumador compulsivo, sino, un paciente fumador de tabaco de liar. Cuando no tenía dinero para tabaco, su mente y cuerpo se adaptaban sin reparo a la situación.

    Pues bien; en sus primeros años de esa enfermedad y con esos nuevos y temblorosos tics que le aparecían en sus manos, se encontró con la imposibilidad de liar sus cigarrillos porque el tabaco se le caía. Y cómo si el destino no le fustrara su placer, se acostumbró a las cajetillas de tabaco con filtro.

   Tengo olvidado cómo fue su fallecimiento, pero sigue permanente vivo en el recuerdo.

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27 jun 2023

Relatos Cortos Próximos. 33 Parte

by: Welderwings
"El hábito de hablar con Dios cambia la forma en que hablamos con las personas"(san Buenaventura)

"Muchos buscan eso: destacarse y diferenciarse de los demás"

   Nunca se sabe si el don que puede poseer una persona puede ser un defecto o una virtud. Este es el caso de un antiguo conocido, un tipo grandullón con un cuerpo atlético y con voz potente que poseía el don de la palabra y con ella, llevar el engaño. Tal era su palabrería y la manera de exponerlo que ponía un cierto sentimiento que convencía a todo aquel que le escuchaba. De tal modo, que se libraba de aquellos esfuerzos o compromisos que requiere los trabajos. Sólo con el tiempo, los encargados y compañeros se daban cuenta de la habilidad de su arte, por lo cual muchos de ellos trataban de evitarlo. 

   Aún así, muchos y muchas inocentes, cayeron en en sus marañas. 

    Ocurrió este suceso que mantuvo en un trabajo temporal de mantenimiento como peón en un convento de religiosas como ejemplo de su gran arte del engaño. El trabajo consistía en renovar una larga tubería de agua, con lo cual, eso llevaría un cierto tiempo.

   En el transcurso de ese tiempo, se familiarizó con una religiosa que se encargaba del seguimiento y de facilitar requisitos técnicos a los operarios.

   Este antiguo compañero, como era habitual en él, exponía su arte con buenas palabras intentando demostrar ser un buen cristiano. Y como el lugar del trabajo era en ese convento, añadía en sus diálogos palabras religiosas que atraían y seducían a la devota que hasta ese momento, no había visto un hombre tan agraciado, correcto y religioso como él demostraba.

   No pasaron muchos días que la monja sentía atracción hacia él favoreciéndole en sus labores. Poco a poco se fue acercando una intimidad próxima. El mencionado compañero se lo sabía trabajar muy bien con saña y paciencia. Sabía que bajo aquel hábito blanco, existía un bello cuerpo de mujer. Y entre ¡alabado sea Dios! y ¡gracias al Señor!, iba convenciendo de su religiosidad a la monja. 

   Llegó el día que una parte de la tubería tenía que instalarse en una sala grande, lo cual ello dió la oportunidad de que ambos se encontraban solos. Las miradas de deseo y los suspiros de sus respiración llenaban el ambiente del habitáculo. ¡Oh hermana, es usted tan buena conmigo que Dios se lo tendrá en cuenta! -le dijo-. Con comentarios similares, convenció y atrajo hacía sí a la pobre monja. Y él, entre palabras religiosas y amorosas, juntaron sus labios. De los labios se pasó rápidamente hacia las caricias en los pechos y poco después, al acto sexual. ¡Alabado sea Dios! ¡Alabado sea Dios!, se decían uno al otro con el vaivén de sus movimientos. ¡Dios nos quiere!. Y mientras el acto se consumía a pie derecho, esas palabras seguían pronunciándose por ambos. 

   Cuando el acto sexual terminó. La pobre monja le confesó que había visto al mismo Dios, y que había comprobado que existía realmente.

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25 jun 2023

Relatos Cortos Próximos. 32 Parte

 "La muerte es más universal que la vida. Todos morimos, pero no todos vivimos"(Andrew Sachs)
"Es difícil desprenderse de alguien cuando lo tienes incorporado en el corazón. Cuando respiras,
 late su recuerdo"

by: Surrealistly
  De pequeños jugaban juntos. En la adolescencia comenzaron su relación amorosa. Eran unos jóvenes que el destino tenía planeado que fueran el uno para el otro. Su noviazgo fue largo, lo típico y lo acostumbrado en un pueblo rural de la profunda España de entonces. Su pequeña población pronto se habituaron verlos en pareja, y todos ellos parecían estar convencidos que estaban hechos el uno para el otro. 
   Llegó el día de su boda. Casi todo pueblo de sus 300 habitantes se alegraron y muchos de ellos tuvieron lugar en su banquete. 
    Pasaron unos años y tuvieron su primer hijo al que llamaron José. Unos años después, tuvieron una niña a la que llamaron Rosa. 
   Como el pueblo tenía que depender del comercio ambulante, él se ánimo en  hacerlo prosperar en servicios y puso un negocio de carnes muy necesitado en la localidad. Sin hacerse rico, el negocio fue prosperando con afecto popular. Los hijos fueron creciendo llegando hasta la adolescencia.
   Pero el destino ha veces no aparece como lo esperado. A sus 50 años sufrió un ataque al corazón que lo llevó al otro mundo. Su mujer quedó en estado de shock, y ella y sus hijos no se vieron con el valor de continuar con el negocio y tuvieron que cerrarlo.

   Todavía, unos 30 años después, su viuda continua en ese mismo estado de shock. Observa oculta tras unos cortinajes de su casa los paseantes vecinos de su calle. Le es muy difícil relacionarse apenas con nadie y le cuesta articular palabras alguna. Es como si estuviera fallecida en vida, y camina torpemente ladeada como si le faltara la otra parte de la persona querida para estar equilibrada y encontrarse con razón.

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    "Las cosas son como son, sufrimos porque lo hemos imaginado distinto"                        (A. Jodorowsky)

  De todos los dolores que existen en el mundo, lo hay de más pequeños. Y ocurren en uno o en otro en el alrededor de nuestra vida. Aunque seamos conocedores de esperanzas rotas, siempre existe alguna que nos puede conmover.
   Conocí a un chico, un joven de unos treinta años. Vino de Italia a Barcelona a instalar una pizzería como negocio que prometía prosperar. Alquiló un local en una localidad afueras de la provincia y colindante con el mar. Todo parecía prosperar perfectamente, las obras y sus instalaciones se cumplían dentro de lo previsto y deseado. Logró ponerse en funcionamiento al fin. Pero unas semanas después, llegó el confinamiento del COVID. El negocio debía de permanecer cerrado, pero el alquiler debía de respetarse y mantenerse. Así que, mes tras mes, el chico pagaba su debido alquiler con la esperanza de que la pesadilla terminara pronto. Pero no fue así como todos sabemos. La duración de la pandemia fue prolongada, y en ese recorrido del tiempo, el joven se arruinó para terminar de pagar la maquinaria y los trabajos efectuados del mencionado local. 
   Cuando todo volvió a su normalidad, se vio obligado a abandonar el negocio para pagar sus deudas.
    Ahora el muchacho trabaja tres días aquí y quince días allá, no siempre es así pero el chico va haciendo de todo lo que se presenta. Las perspectivas pueden ser novedosas y atractivas, pero el futuro no es siempre prometedor. La prosperidad no está garantizada.

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18 jun 2023

Sostenibilidad y movilidad

 "Todo parece ser un complejo entramado de buenas intenciones sin conseguir verdaderas soluciones"

Ilustración de Axxard collages

Existe una campaña de concienciación donde se habla de una transformación ecológica del medio ambiente. Se supone que con nuestros pequeños actos diarios se pueda frenar el calentamiento global. Esto puede dar una sensación de  <sentimiento de culpabilidad> por nuestra participación en la suciedad del planeta. Aunque no ha sido todo lo correcto como se debía de actuar, el ciudadano de a pie, el que cada día acude a su trabajo, el que con su esfuerzo colabora con el avance del mundo, sólo ha participado en lo que se le concienció y de lo que se le fue vendiendo en cada momento de su vida. Así se ha logrado alcanzar este modelo de progreso haciéndole participe del consumo abrumador. Nunca se ha construido a conciencia pensando en las trágicas consecuencias que pueden acarrear en un futuro. El negocio siempre cree que a la larga obtendrá una solución a sus malas causas y procedimientos, confiando y dejando en manos del tiempo y de la ciencia esa solución. El ser humano a la vez, es un instrumento que el mercado sabe utilizar muy bien. Nuestras costumbres no son muy desapercibidas porque son muy constantes y habituales, y si nos ponemos a pensar, la economía se alimenta de cada gesto que realizamos. Si en su momento el ciudadano compró un automóvil (que ahora resulta ser un gran contaminante), es porque se le introdujo en un rol fomentando un mercado capitalista, progresivo y consumista, que con el transcurso de los años, se ha distanciado del calor humano teniendo como finalidad, la de ser económicamente más rica. Las grandes industrias automovilísticas y energéticas (petroleras y electricas), son en sí mismo un complejo negocio difícil de corregir. Los eruditos de estos negocios, sabían con suficientes años de antelación, que el planeta sufriría problemas ecológicos. Sin embargo, sus mayores preferencias, preocupaciones e intereses siempre son sus beneficios. La contaminación de CO2 siempre ha sido una cuestionable preocupación. 

   Cuestiones hay muchas que se podrían analizar para mejorar el aire que respiramos. Por ejemplo, en la actualidad no existe una perfecta movilidad de un servicio de un transporte colectivo y económico que cubra toda una metrópolis. La utilidad del vehículo se hace cada día más presente porque alejan los puestos de trabajo del lugar de residencia. Hay estadísticas que dicen que en una ciudad como la de Barcelona, se desplazan cada día un millón de vehículos que son conducidos a los lugares de trabajo, una cifra que coincide con la misma cantidad de aviones que surcan diariamente el cielo del mundo. Las soluciones para lograr una ciudad sostenible  son pasajeras y sus remedios no son del todo acertados. Un remedio impuesto, siendo otro de los ejemplos, es que acotan el transporte privado para que no circulen en el interior de la ciudad, alegando un exceso de contaminación; y que sus vehículos aparcados y en circulación, ocupan un aproximado 76% del espacio urbano. Algo contradictorio con la publicidad excesiva en ventas de coches modernos e híbridos, cuyo otro problema surgirá con sus baterías de litio también contaminantes (considerado un mineral tan valioso como el oro en este siglo). También se piensa más en la recaptación económica que deja el turismo que en la propia convivencia del ciudadano. Si el uso del transporte público en general fuera más facilitado y económico, el ciudadano adoptaría otra conciencia y otros planteamientos. Ese favorecimiento no ha sido equilibrado, pues el efecto ha sido todo lo contrario: limitaron y encarecieron los pases o bonos -más usuales-  de billetes de esos transportes públicos. Además, cualquier situación crítica, altera los precios a la alza de los combustibles sean cualquiera de ellos, con lo que motiva un incremento -el IPC- en todos los productos de consumo. No se  puede responsabilizar a una población del daño que se le está  causando al planeta. Se pueden practicar algunos remedios alternativos. El consumo es excesivo, la fabricación ya tenía que estar en <fase de decrecimiento >, esto quiere decir, que se ha de producir lo justo y necesario. Los materiales deberían ser de larga vida y no con fecha de caducidad. Se supone que existe diversas formas de mejorar el medio ambiente, pero los mismos que la proclaman deberían dar señales de mejoramiento. 

   Con nuestras pequeñas aportaciones medio ambientales en reciclaje y etc..., aunque se sumara toda la población, no se alcanzaría ecológicamente lo suficiente para evitar entre ello, el calentamiento global. Para ello hay que frenar las grandes industrias contaminantes y facilitar el transporte público para que no sean los mayores causantes de la polución. Es obvio que para convivir en una sociedad ecológica, alcanzar esa conciencia y sus costumbres llevará mucho tiempo.

   En el primer año del COVID, se dijo en un programa informativo de televisión que, - la calidad del aire mejoró porque se paralizó muchas industrias, el transporte y ese millón de aviones que circulaban cada día por el mundo-. Cada vez más, existe en la opinión pública, la creencia de que el dichoso virus fue una fabricación y que se experimentó con toda la población mundial. El motivo de ello no lo sabremos nunca; sólo se supondrá por ciertas confabulaciones a la que uno puede creer o no. El suceso pandémico que paralizó el mundo en nuestro siglo, fue una desgraciada lección de vida que se esperaba que tras la recuperación, todos hubiéramos aprendido algo para mejor, y este suceso que ha persistido en sus variaciones, no ha conseguido cambiarnos. Sin embargo, lo que se ha logrado es que la gente sea más egocéntrica y menos solidaria. Todo lo contrario a lo que todos los optimistas esperábamos. Lo que se ha conseguido -a pesar de sus trágicas consecuencias-, ha sido una transformación acelerada de una sociedad que cada vez es más dispersa y dividida con tendencias individualistas navegando en un mundo de incertidumbre. Y para ello está la función y el servicio de las tecnologías que -nos tecnodirigen la vida- a las que nos tenemos que adaptar nos guste o no, y que ha ido cambiando a la derriba los sistemas públicos que funcionaban con su trato presencial con la población. La sanidad por ejemplo, después de agotar a sus sanitarios con la prevención del virus, a degenerado en los servicios. Pero ellos no son los culpables. Este caos pandémico, ha activado a que muchos sistemas de la sociedad, se transformen. Para ello, una de las invenciones ha sido el teletrabajo y el < hágalo usted mismo >. El ciudadano en algunos aspectos, se encuentra desolado cómo ocurre con los organismos oficiales que siendo ser los pilares de cualquier Estado, ha tenido sus puertas cerradas así como los servicios de la banca, en la que hay que solicitar día y hora para ser atendido, lo cual ha sido difícil garantizar debidamente las gestiones, sin embargo, los pequeños negocios siguen el funcionamiento habitual. Da a entender con esta actitud que hay clases y diferentes formas de atender a su población. ¿Qué función y sentido puede tener las instituciones que representan un Estado si estas permanecen cerradas o limitadas al ciudadano?. La sostenibilidad de las ciudades es una garantía de funcionamiento que produce estabilidad y seguridad. La sostenibilidad, como dice su propia palabra, es sostener un interés, buscar respuestas correctas y mantener la preocupación por el ciudadano en todos los aspectos de una convivencia. Si esto no funciona, las actitudes del ciudadano será el reflejo de la incompetencia e inaptitud de las políticas y sus políticos.

"El error consistió

En creer que la Tierra era nuestra 

Cuando la verdad de las cosas

 Es que nosotros somos de la Tierra "(Nicanor Parra)

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14 jun 2023

La burocracia según Erich Fromm.

   "Después de que el ser humano es reducido a un número, los verdaderos burócratas pueden cometer actos de auténtica crueldad..." 

"La burocracia es el arte de convertir lo fácil en difícil mediante lo inútil "

   La burocracia está más implantada que nunca. La pandemia suprimió el servicio presencial de todas sus instituciones. Instituciones que son la columna vertebral de cualquier Estado. Sus funciones fueron reducidas y sustituidas por servicios telemáticos donde el mismo contribuyente que mantiene la vertebración del pais con sus impuestos, se mantuvo en dificultades y con el sentimiento del abandono para realizar gestiones municipales y sociales. En la actualidad este tipo de funcionamiento tecnocrático y burocrático se ha convertido en un costumbrismo. El pensador y filósofo Erich Fromm (1900-1980) hizo su análisis crítico y acertado en 1976, donde examinó el comportamiento del individuo en diferentes conceptos y planteado entre el modo de - Tener o Ser- disyuntivas para el ser humano todavía a tener en cuenta porque hay normas y conductas que siguen legislandose en la actualidad. Pensamiento que se expone a continuación a lo que se refiere al mencionado concepto.

La participación activa y responsable requiere además que la administración humanista remplace a la administración burocrática. 

   La mayoría aún cree que cualquier tipo de administración en gran escala necesariamente debe ser "burocrática", o sea una forma alienada de administración. La mayoría no advierte que el espíritu burocrático es inerte y que invade todas las esferas de la vida, aún donde esto no es demasiado obvio, como en las relaciones entre el médico y los pacientes, y entre el esposo y esposa. El método burocrático puede definirse como un sistema que a) Administración a los humanos como cosas, y b) Administra las cosas en términos cuantitativos y no cualitativos, para hacer más fácil y barata la operación y el dominio. El método burocrático se gobierna por datos estadísticos: los burócratas basan sus decisiones en reglas fijas, a las que llegan por medio de datos estadísticos, y no reaccionan ante los seres humanos que están frente a ellos; deciden los problemas según lo que estadísticamente más probable en cada caso, aunque corran el riesgo de dañar al 5 o al 10% de los que no se adaptan a este patrón. Los burócratas temen la responsabilidad personal y se refugian tras sus reglamentos; su seguridad y su orgullo se basa en su adhesión a las reglas, y no en su lealtad a las leyes del corazón humano.

   Eichmann (analizado por Hannah Arendt) fue un ejemplo extremo de lo que es un burócrata. Eichmann no envío a la muerte a cientos de miles de judíos porque los odiara; no odiaba ni amaba a nadie. Eichmann "cumplió con su deber": se mostró obediente como cuando envío a los judíos a la muerte; fue tan obediente como cuando le encargaron sencillamente que apresurara la emigración judía de Alemania. Sólo le importaba obedecer las reglas; únicamente se sentía culpable cuando las desobedecía. Afirmó (causándose daño en el juicio que le seguían) que sólo se había sentido culpable por dos motivos: por haber faltado sin permiso a la escuela cuando era niño, y por haber desobedecido la orden de protegerse durante un ataque aéreo. Esto no implica que no hubiera un elemento de sadismo en Eichmann ni en muchos otros burócratas, o sea la satisfacción de dominar otras vidas humanas; pero este rasgo sádico sólo es secundario si se compara con los elementos primarios de los burócratas: su falta de reacciónes humanas y su culto a los reglamentos.

   No se está afirmando que todos los burócratas sean como Eichmann. En primer lugar, muchos seres humanos que ocupan puestos burocráticos no tienen carácter de burócratas. En segundo lugar, en muchos casos la actitud burocrática no se apodera de toda la persona y destruye su aspecto humano. Sin embargo, hay muchos Eichmann entre los burócratas, y la única diferencia es que no han matado a miles de personas; pero por ejemplo, cuando el burócrata de un hospital se niega a admitir a un paciente sea enviado por un médico, ese burócrata actúa como Eichmann; también lo hacen los trabajadores sociales que deciden dejar que una persona se muera de hambre, por no violar cierto reglamento de su código burocrático. Esta actitud burocrática existe no sólo en las administraciones, sino en los médicos, en las enfermeras, en los maestros de escuela y de la universidad y también en muchos padres en su relación con sus hijos.

   Después del que el ser humano es reducido a un número, los verdaderos burócratas pueden cometer actos de auténtica crueldad, y no porque sean impulsados por una crueldad tan grande como la consecuencia de sus actos, sino porque no se sienten vinculados humanamente con sus semejantes; los burócratas, aunque menos viles que los sádicos, son más peligrosos, porque no sienten siquiera un conflicto entre su conciencia y el deber; su conciencia es cumplir con el deber; los seres humanos como objetos de simpatía y compasión no existen para ellos. 

   Los burócratas anticuados, que se sienten predispuestos a ser poco amables, aún existen en algunas empresas antiguas o en las grandes organizaciones, como las instituciones de servicios sociales, hospitales, prisiones, donde un burócrata tiene considerable poder sobre los pobres y otra gente indefensa. Los burócratas de la industria moderna son amables y probablemente tienen pocos rasgos sádicos, aunque pueden sentir el placer de ejercer poder sobre la gente; pero de nuevo encontramos en ellos esa lealtad burócrata a las cosas, en su caso, al sistema: ellos creen éste. La empresa es su hogar, y sus reglamentos son sagrados, porque los consideran "racionales".

   Pero ni los antiguos ni los nuevos burócratas pueden coexistir en un sistema de democracia participativa, porque el espíritu burocrático es incompatible con el espíritu de participación activa individual. La nueva ciencia social debe crear planes para nuevas formas de administración no burocrática y en gran escala, que sea dirigida por reacciones que reflejen "responsabilidad" a la gente y las situaciones, y no por la mera aplicación de los reglamentos. La administración no burocrática es posible, siempre que se considere la capacidad de reaccionar espontáneamente del administrador, y que no convierta el ahorro de esfuerzos en un fetiche.

(Erich Fromm de su libro "Ser o Tener")

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31 may 2023

La propiedad como derecho natural, de Pierre Joseph Proudhon (fragmento)

 "En materia de propiedad el uso y el abuso se confunden necesariamente" (P.J. Proudhon)



P.J. Proudhon
"La Declaración de los derechos del hombre ha colocado el de propiedad entre los llamados naturales e imprescriptibles, que son los cuatro siguientes: libertad, igualdad, propiedad y seguridad individual ¿Qué método han seguido los legisladores  de la Constitución de1793 para hacer estas enumeraciónes? Ninguna, fijaron esos principios y disertaron sobre la soberanía y las leyes de un modo generalizado y según su particular opinión. Todo parece que lo hicieron a tientas.

   De creer a Toullier, - los derechos absolutos pueden reducirse a tres: seguridad, libertad, propiedad -.¿Por qué han eliminado la igualdad ? ¿Será porque la libertad la supone, o porque la propiedad la rechaza? El autor del Derecho Civil comentado nada dice sobre ello; no ha sospechado siquiera que ahí está el punto de discusión.

   Pero si se comparan entre sí estos tres o cuatro derechos, se observa que la propiedad en nada se parece a los otros; que para la mayor parte de los ciudadanos sólo existe en potencia como facultad dormida y sin ejercicio; que para los que las disfrutan es susceptible de determinadas transacciones y modificaciones que repugnan a la cualidad de derecho natural que a la propiedad se atribuye; que en la práctica los gobiernos, los tribunales y las leyes no la respetan; y, en fin, que todo el mundo, espontánea y unánimemente, la juzga quimérica.

   La libertad es inviolable. Yo no puedo vender ni enanejar mi libertad. Todo contrato, toda estipulación que tenga por objeto la enajenación o suspensión de la libertad es nulo; el esclavo que pisa tierra de libertad es en el mismo instante libre. Cuando la sociedad detiene a un malhechor y le quita su libertad, obra en legítima defensa; quien quebrante el pacto social cometiendo un crimen, se declara enemigo público, y al atentar a la libertad de los demás, les obliga a que le priven de la suya. La libertad es la condición primera del estado del hombre; renunciar a la libertad equivaldría a renunciar a la cualidad del hombre. ¿Cómo sin libertad podría el hombre realizar sus actos?.

   Del mismo modo, la igualdad ante la ley no admite restricción ni excepción. Todos los ciudadanos son iguales admisibles a los cargos públicos; y he aquí por qué, en razón de esta igualdad, la suerte o la edad deciden, en muchos casos, la preferencia. El ciudadano más humilde puede demandar judicialmente al personaje más elevado y obtener un fallo favorable. Si un millonario construyese un palacio en la viña de un pobre labrador, los tribunales podrían condenar al intruso a la demolición del palacio, aunque le hubiese costado millones, al replanteo de la viña y al pago de daños y perjuicios. La ley quiere que toda propiedad legítimamente adquirida sea respetada sin distinción de valor y sin preferencia de personas.

   Es muy cierto que para el ejercicio de algunos derechos suelen exigir la ley determinadas condiciones de fortuna y capacidad. Pero todos los publicistas saben que la intención del legislador no ha sido establecer un privilegio, sino la de adoptar garantías. Una vez cumplidas las condiciones exigidas por la ley, todo ciudadano puede ser elector y ser elegido: el derecho, una vez adquirido, es igual para todos, y la ley no distingue entre las personas y los sufragios. No examinó en este momento si este sistema es el mejor; basta a mi propósito que en el espíritu de la Constitución y a los ojos de todo el mundo la igualdad ante la ley sea absoluta y que, como la libertad, no pueda ser materia de transacción alguna.

   Respecto al derecho de seguridad personal lo mismo puede afirmarse. La sociedad no ofrece a sus miembros una semiproteción, una defensa incompleta; la presta íntegramente a sus individuos, obligados a su vez con la sociedad. No les dice: - Os garantizaré vuestra vida, si el hacerlo nada me cuesta; os protegeré, si en ello no corro peligro -, sino que les dice: - Os defenderé de todo y contra todos; os salvaré y os vengaré o pereceré con vosotros -. El Estado pone todo su poder al servicio de cada ciudadano. La obligación que recíprocamente les une es absoluta.

   ¡Cuánta diferencia en la propiedad! Codiciada por todos, no está reconocida por ninguna. Leyes, usos, costumbres, conciencia pública y privada, todo conspira para su muerte y para su ruina. Para subvenir a las necesidades del gobierno, que tiene ejércitos que mantener, obras que realizar, funcionarios que pagar, son necesarios los impuestos. Nada más razonable que todo el mundo contribuya a estos gastos. Pero ¿por qué el rico ha de pagar más que el pobre? Esto es lo justo, se dice, porque posee más. Confieso que no comprendo está justicia.

   ¿Por qué se pagan impuestos? Para asegurar a cada uno el ejercicio de sus derechos naturales, libertad, igualdad, seguridad, propiedad,; para mantener el orden en el Estado; para realizar obras públicas de utilidad y de esparcimiento. 

   ¿Pero es que la vida y la libertad del rico son más costosas de defender que las del pobre? ¿Es que en las invasiones, las hambres y las pestes representa para el Estado mayor número de dificultades el gran propietario que huye del peligro sin acudir a su remedio, que el labriego que continúa en su choza abierta a todos los azotes?

   ¿Es que el orden está más amenazado para el burgués que para el artesano o el obrero? No, pues al contrario, la policía tiene más trabajo con dos centenares de obreros en huelga que con 200.000 propietarios.

   ¿Es que el capitalista disfruta de las fiestas nacionales, de la propiedad de las calles, de la contemplación de los monumentos, más que el pobre...? No; el pobre prefiere su campo a todos los explendores de la ciudad, y cuando quiere disfrutar se contenta con subir a las cucañas.

   Una de dos: o el impuesto proporcional garantiza y consagra un privilegio en favor de los grandes contribuyentes, o significa en sí mismo una iniquidad. Porque si la propiedad es derecho natural, como afirma la Declaración de los derechos del hombre, todo lo que me pertenece en virtud de ese derecho es tan sagrado como mi propia persona; es mi sangre, es mi vida, soy yo mismo. Quién perturbe mi propiedad atenta a mi vida. Mis 100.000 francos de renta son tan inviolables como el jornal de 75 céntimos de la obrera, y mis confortables salones como su pobre buhardilla. El impuesto no se reparte en razón de la fuerte, de la estatura, ni del talento; no puede serlo tampoco en razón de la propiedad. Si el Estado me cobra más, debe darme más, o cesar de hablarme de igualdad de derechos; porque en otro caso, la sociedad no está instituida para defender la propiedad, sino para organizar su destrucción. El Estado, por el impuesto proporcional, se erige en jefe de bandidos; él mismo da el ejemplo del pillaje reglamentado; es preciso sentarse en el banco de los acusados, al lado de esos ladrones, de esa canalla execrada que él hace asesinar por envidias del oficio.

   Se arguye precisamente que para contener esa canalla son precisos los tribunales y los soldados. El gobierno es una sociedad, pero no de seguros, porque nada asegura, sino constituida para la venganza y la represión. La prima que está sociedad hace pagar, el impuesto, se reparte a prorrata entre las propiedades, es decir, en proporción de las molestias que cada una proporciona a los vengadores y represores asalariados por el gobierno.

   En este punto nos encontramos muy lejos del derecho de propiedad absoluto e inalienable. ¡Así están el pobre y el rico en constante situación de desconfianza y de guerra! ¿Y por qué se hacen la guerra? Por la propiedad: ¡de suerte que la propiedad tiene por consecuencia necesaria la guerra a la propiedad...! La libertad y la seguridad del rico no estorban a la libertad y a la seguridad del pobre; lejos de ello, pueden fortalecerse recíprocamente. Pero el derecho de propiedad del primero tiene que estar incesantemente defendido contra el instinto de propiedad del segundo. ¡Qué contradicción!.

   En Inglaterra existió un impuesto en beneficio de los pobres. Se pretende que yo, como rico, pague este impuesto. Pero ¿qué relación hay entre mi derecho natural e imprescriptible de propiedad y el hambre que atormenta a diez millones de desgraciados? Cuando la religión nos manda ayudar a nuestros hermanos, establece un precepto para la caridad; pero no un principio de legislación. El deber de beneficencia que me impone la moral cristiana, no puede en mi perjuicio un derecho político a favor de nadie, y mucho menos un instituto de mendigos. Practicarse la caridad, si ése es mi gusto, si experimento por el dolor ajeno esa simpatía de que hablan los filósofos y en la que yo no creo, pero no puedo consentir a que se me obligué a ello. Nadie está obligado a ser justo más allá de esta máxima: gozar de su derecho, mientras no perjudique el de los demás; cuya máxima es la definición misma de la libertad. Y como mi bien reside en mí y no debo nada a nadie, me opongo a que la tercera de las virtudes teologales esté a la orden del día.

   ... El Estado es también la universalidad de los ciudadanos reunidos bajo una ley común para vivir en sociedad. Esta ley garantiza a todos sus respectivas propiedades: al uno su tierra, al otro, su viña, a aquel sus frutos, al capitalista, que podría adquirir fincas, pero prefiere aumentar su capital, sus rentas. El Estado no puede exigir, sin una justa indemnización, el sacrificio de un palmo de tierra, de un trozo de viña, y menos aún disminuir el precio de arriendo. ¿Cómo va, pues, a tener el derecho de rebajar el interés del capital? Sería preciso, para que esté derecho fuera ejercido sin daño de nadie, que el capitalista pudiera hallar en otra parte una colocación igualmente ventajosa para su dinero; pero no pudiendo romper su relación con el Estado, ¿dónde encontraría esa colocación, si la causa de la conversión, es decir, el derecho de tomar dinero a menor interés reside en el mismo Estado? He aquí por qué un gobierno, fundado en el principio de la propiedad, jamás puede menoscabar las rentas sin la voluntad de sus acreedores. El dinero prestado a la nación es una propiedad, a la que no hay derecho a tocar mientras las demás son respetadas: obligar a hacer la conversión equivale, con relación a los capitalistas, a romper el pacto social, a colocarlos fuera de la ley. Toda la contienda sobre la conversión de las rentas se reduce a esto...

   Concretando: la libertad es un derecho absoluto, porque es al hombre, como la impenetrabilidad a la materia, una condición de su existencia. La igualdad es un derecho absoluto, porque sin igualdad no hay sociedad. La seguridad personal es otro derecho absoluto, porque, a juicio de todo hombre, su libertad y su existencia son tan preciosas como las de cualquier otro. Estos tres derechos son absolutos, es decir, no susceptible de aumento ni disminución, porque en la sociedad cada asociado recibe tanto como da, libertad por libertad, igualdad por igualdad, seguridad por seguridad, cuerpo por cuerpo, alma por alma, a vida y a muerte.

   Pero la propiedad, según su razón etimológica y la doctrina de la jurisprudencia, es un derecho que vive fuera de la sociedad, pues es evidente que si los bienes de propiedad particular fuesen bienes sociales, las condiciones serían iguales para todos, y supondría una contradicción decir:< la propiedad es el derecho que tiene el hombre de disponer de la manera más absoluta de unos bienes que son sociales>.

   Por consiguiente, si estamos asociados para la libertad, la igualdad y la seguridad, no lo estamos para la propiedad.

   Luego si la propiedad es un derecho natural, este derecho natural no es social, sino antisocial. Propiedad y sociedad son conceptos que se rechazan recíprocamente; es tan difícil asociarlos como unir dos imanes por sus polos semejantes.

   Por eso, o la sociedad mata a la propiedad o ésta a aquella.

   Si la propiedad es un derecho natural, absoluto, imprescriptible e inalienable, ¿por qué en todos los tiempos ha preocupado tanto su origen?. Este es todavía uno de los caracteres que la distinguen. ¡El origen de un derecho natural! ¿Y quién ha investigado jamás el origen de los derechos de libertad, de seguridad e igualdad?. Existen por la misma razón que nosotros mismos, nacen, viven y mueren con nosotros. Otra cosa sucede, ciertamente, con la propiedad. Por imperativo de la ley, la propiedad existe aún sin propietario, como facultad sin sujeto; lo mismo existe para el que aún no ha nacido que para el octogenario. Y entretanto, a pesar de esta maravillosas prerrogativas que parecen derivar de lo eterno, no ha podido esclarecerse jamás donde procede la propiedad.

   Los doctores están contradiciendo se todavía. Sólo acerca de un punto están de acuerdo en que la justificación del derecho de propiedad depende de la autenticidad de su origen. Pero esta mutua conformidad a todos perjudica, porque ¿cómo han acogido tal derecho sin haber dilucidado antes la cuestión de su origen?.

   Aún hay quienes se oponen a que se esclarezca lo que haya de cierto en los pretendidos títulos del derecho de propiedad y a que se investigue su fantástica y quizá escandalosa historia: quieren que se atenga uno a la afirmación de que la propiedad es un hecho, y como tal ha existido y existirá siempre.

   Los títulos en que se pretende fundar el derecho de propiedad se reducen a dos: la ocupación y el trabajo. Algo a lo que hay que examinar sucesivamente bajo todos sus aspectos y en todos sus detalles. Demostraré y haré surgir en mi publicación, la prueba irrefragable de que la propiedad, para ser justa y posible, debe tener por condición necesaria la igualdad.

Pierre Joseph Proudhon.(Francia 1809- 1865). Compartió junto con Bakunin y Kropotkin el ideal del anarquismo.

   De origen campesino, hijo de un cervecero, Proudhon procesó desde muy joven el ideal cooperativista influido por el socialismo de Charles Fourier. Su actividad revolucionaria le valió el exilio y la cárcel. Sus ideales anarquistas tomo parte en la política institucional y en 1848 fue elegido diputado de la Asamblea Nacional. En 1849 es hecho preso por criticar al emperador Luis Napoleón, pero logra huir exiliandose a Bélgica. Tipografo de profesión con lo que demostró tener una notable cultura. Una de sus frases más populares es <La propiedad es un robo>. Su libro ¿ Qué es la propiedad? es un argumento razonable donde analiza radicalmente el concepto y el origen de la propiedad privada donde la despoja de toda su codicia y de los interés privados. Un planteamiento subversivo e interesante. Otra de sus obras populares es "El Principio Federativo".

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30 abr 2023

El suelo telúrico.

 "Todo es dual; todo tiene polos; todo tiene su par de opuestos; semejante y desemejantes son los mismos; los opuestos son idénticos en naturaleza, pero diferentes en grado: los extremos se encuentran; todas las verdades no son sino medias verdades; todas las paradojas pueden ser reconciliados" (El Kybalion)


   Existen unos ciertos lugares o zonas que pasan desapercibidas pero que sin embargo transmiten una cierta paz. Estas zonas están en muchísimas partes del mundo. Están en la naturaleza y en algunos puntos de la ciudad. Son lugares que nos atraen porque es un punto donde el individuo y el lugar encuentran una conexión. ¿Quien no tiene un lugar preferido donde encuentra relajación, donde está con sus pensamientos, o donde se encuentra consigo mismo?. Ese lugar especial no tiene que ser necesariamente bello ni perfecto. Puede ser un simple jardín, una plaza de pueblo, un edificio viejo, una iglesia, una montaña, etc... Es un punto donde existe paralelamente una unión o conexión que enlaza la tierra, el individuo y el universo. Todo esto puede resultar irrisorio e incrédulo y además, de difícil explicación y de entendimiento para personas sin ese nivel técnico ni científico. Seguramente exista algo mejor relatado y comprobado, pero si mi imaginación e ilusión no me engaña, creo que esos lugares son verídicos, o mejor dicho, quisiera que esos lugares fueran ciertos. Es un tema curioso que posiblemente se haya comentado entre amigos de confianza. Creo que existen de igual manera que conectamos más con ciertas personas que con otras. Sinceramente son sucesos difíciles de demostrar. Pero existen energías invisibles que no son físicas. Una manera de demostrarlo por ejemplo, es el uso de antenas que necesitamos para comunicarnos. La tierra está sometida a diferentes clases de radiaciones y ondas electromagnéticas que tienen sus frecuencias. Es un planeta viviente que bajo de su corteza terrestre circulan otras masas. Sería ridículo pensar que está formado sólo de rocas y minerales sin ningún tipo de funcionamiento, y que el universo mantiene sin motivo un planeta por capricho en el espacio.

   En todas estos desplazamientos determinados hay unas corrientes internas con bipolaridad positiva- negativa. Por mencionar un ejemplo: hay árboles que crecen oblicuamente y no por el viento, tratando de no ser afectados por una zona agresiva o contaminada. También está estudiado que cuando hay agua subterránea bajo el lugar que habitamos, sea de una capa freática u otro tipo, el ser humano se siente más cansado que en un suelo neutro causándole entre otras posibles cosas: reumatismo.

    Lugares que nos sentimos particularmente bien, o al contrario, aquellos otros en que nos encontramos inquietos, tensos o cansados. Lugares que desprenden una energía positiva, las que nos ofrece bienestar, o nos cargan de energía negativa. No hay que descartar que puede entrar algún tipo de apetencias psicológicas del individuo, quizás por su infancia o una experiencia no recordada le atrae a ese cierto punto o zona. También es posible que lleguemos a descubrirlo en un paseo o en un viaje. Lugares de paz y relajación, de reflexiones interiores, donde el lugar te pide que te relajes, te expliques o medites. Sencillamente eso. Una zona realmente de confort que te descarga y limpia renovando energías. Quizás terrenalmente esté lleno de estas zonas ya que somos muchos individuos que tenemos nuestros lugares preferidos. Son localizaciones que  necesitamos para el fin de semana o en nuestras vacaciones: esos pueblos, montañas, etc... que solemos repetir muchas veces. Añoramos y necesitamos ese lugar que aparecen en nuestros sueños y deseos. El lugar incluso parece que nos solicita.

   Existen estudios y otras experiencias llevadas a la práctica donde en estos lugares se han construido grandes edificios como pueden ser algunos templos y catedrales. Existen montañas que a veces decimos que son mágicas porque poseen una atracción peculiar. Emplazamientos telúricos* que indican y crean un hábitat armonioso. La arquitectura también es una filosofía. Influye mucho en nuestro entorno porque su construcción también impacta en las personas. Antiguamente la construcción de una base cuadrada según los sabios del momento, simbolizaba el conocimiento, y las columnas redondas aluden al amor. Simbología que quizás ahora en la arquitectura moderna se desconozcan y estén fuera de interés. También los materiales de construcción de nuestras casas y edificios actuales son de otra calidad que contienen componentes y elementos: electricidad, demasiadas estructuras de hierros, aislantes de fibra de vidrio, etc..., que transmiten una carga estática. En la actualidad nuestras ciudades están demasiado recargadas con enormes antenas y torres de telecomunicaciones que amparan nuestras viviendas, con lo cual, todo eso no es beneficioso para nuestra salud. Para mencionar un impacto curioso de las consecuencias de estos campos electromagnéticos en la naturaleza, existe un estudio realizado por unos entomólogos, que dice que, cuanto más cerca de una torre de alta tensión, hay menos flores, y eso también incumbe a las abejas que se estresan en ese campo electromagnético.

   Algunas civilizaciones antiguas como la egipcia, tenían excelentes conocimientos en la construcción y construían con una armonía cósmica. Quizás todo esto tenga que ver con la situación del terreno y con el magnetismo del centro de la tierra. Siempre existe esos misterios todavía no certificados del todo por la ciencia.

   La geobiología es una ciencia que estudia la influencia de la tierra, de un lugar concreto de la misma en todos los seres vivientes. El estado de salud del ser humano en relación con el lugar preciso en que se vive. La cuestión es vivir en armonía con el universo, con la tierra y con los animales, imprescindibles para nuestra vida. Conectar con la sabiduría de la Tierra para establecer una relación con ella.

*(Telúrico= Corriente que concierne a la tierra; la influencia del suelo sobre el hombre que habita en él).

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