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4 jul 2023

Relatos Cortos Próximos. 34 Parte

 "Si yo soy lo que tengo y si lo tengo se pierde, entonces ¿quién soy? (Erich Fromm)

   El alzheimer a veces también se presenta en una edad temprana. La persona en cuestión aunque todavía podía leer los titulares del periódico, no se acordada ni lo que había hecho hace cinco minutos ni lo que cenó la noche anterior. A veces solía dudar de su propia esposa que le cuidada y le mantenía. La veía como un ser extraño o como un fantasma que andaba por su casa. La pobre mujer con toda su paciencia necesaria, hacia lo imposible por cuidarlo. En momentos de soledad o cuando su marido dormía, hacía en silencio para no despertarlo, aquellas labores más entretenidas o de limpieza que requería la casa. A veces ella, todavía en pleno juicio pero ahora con desesperación, recordaba repetidamente el tipo de caracter fuerte de su marido cuando le conoció, y la paz y sabiduría que expuso toda su vida. Se puede decir, que fueron un matrimonio atípico de aquellos que permanecen enamorados hasta los últimos suspiros. Pero está enfermedad como puede ser otra, es una mortificación en vida.

   A veces, en esos ratos del sueño de su marido, ella aprovechaba para salir un momento y bajar a la farmacia o al comercio de la esquina. Pero como si existiera una especie de alarma, el marido se despertaba y empezaba a deambular inquieto por casa, quizás para buscar ese ser fantasmagórico que le hacía compañía o a saber. La cuestión es que hacía de las suyas. No se sabe si esos actos eran por desorientación o por venganza al sentirse abandonado.

   A veces se orinaba encima. Otras se acercaba a la cocina y empezaba a juguetear con los botones del gas. En otras, abría los armarios y cajones sin saber exactamente lo que buscaba. Incluso más de una vez, le dió por jugar con los grifos del agua dejando correr su líquido. También jugaba con los interruptores de la luz. 

   La pobre mujer temía no despistarse en dejar algo que pudiera causar una desgracia mayor en esos diez o quince minutos, no más, de su ausencia. Son problemas que traen la soledad de un matrimonio mayor. Los dos hijos trabajaban y la ayuda de una asistencia social estaba en decisión de una burocracia que tardaba en responder.

   El alzheimer tiene unas temporadas que no presenta novedades, que mantiene una estabilidad temporal. Pero posteriormente, ataca con otras características y otras actitudes en el enfermo. Puede incluso mostrarse violento, con lo cual, todo se complica gravemente. El abandono en el enfermo se agudiza e incluso se olvidan de masticar y tragar; por lo tanto , sus alimentos han de ser a base de papillas y yogures.

   Los hijos venían a visitarlo y dar auxilio a su madre los fines de semana. Pero para su padre eran otros seres desconocidos que acudían a su casa como otros visitantes fantasmales.

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"No es la duración de la vida, sino su profundidad" (R.W. Emerson)


   Mi abuelo siempre fue un hombre del campo. Fue respetuoso con la naturaleza y con las costumbres de su pueblo. Se puede decir que no tuvo enemistad alguna porque su vida fue muy estoica y todas sus palabras y actos fueron de una profunda razón y sinceridad. Siempre tenía en consideración la opinión de los demás, y le era muy importante y querida su familia.

   Además de otros dolores que sufría en su cuerpo como reúma y artrosis, tenía el Parkinson. Cuando alzaba el cubierto para llevarse el alimento a su boca, la mano le temblaba y los alimentos le caían otra vez al plato donde muchas veces le salpicaba con manchas aceitosas, su querida indumentaria campesina: una camisa gris y su chaleco negro donde siempre destacaba un reloj de cadena. También fue un fumador, eso hay que mencionarlo. Pero no un fumador compulsivo, sino, un paciente fumador de tabaco de liar. Cuando no tenía dinero para tabaco, su mente y cuerpo se adaptaban sin reparo a la situación.

    Pues bien; en sus primeros años de esa enfermedad y con esos nuevos y temblorosos tics que le aparecían en sus manos, se encontró con la imposibilidad de liar sus cigarrillos porque el tabaco se le caía. Y cómo si el destino no le fustrara su placer, se acostumbró a las cajetillas de tabaco con filtro.

   Tengo olvidado cómo fue su fallecimiento, pero sigue permanente vivo en el recuerdo.

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