J.R.R. Tolkien |
"No podemos elegir qué tiempo vivir. Todo lo que podemos decidir es qué haremos con el tiempo que se nos da"(J.R.R. Tolkien)
La literatura de J. R. R. Tolkien es rica, amplia y de enorme imaginación. Lo podemos comprobar en su obra mayor y en su trilogía del Señor de los Anillos así como en otros relatos y cuentos. Detallaba todo perfectamente de tal manera, que rápidamente, el lector es introducido en una época remota llamada Tierra Media, con la historia de esos diferentes habitantes y de sus pueblos repletos de leyendas. Seres fantásticos que en muchos aspectos tienen deseos, temores, costumbres y sentimientos que tienen semejanza con nuestra propia vida. No deja de seguir la finalidad anhelada por todos: el camino y la manera de combatir y eliminar el mal. En sus aventuras existen toda clase de personajes extraordinarios y mágicos: elfos, ogros, enanos, duendes, caballeros oscuros, etc... Su literatura no tiene edad. En ella nos introduce en comarcas y villas con verdes y labrados prados, bosques frondosos llenos de vida, riachuelos, tierras salvajes con montañas; unas nubladas, otras desiertas, escarpadas y puntiagudas, etc... En todo ese recorrido aparecen una variedad de individuos tanto amistosos conviviendo en armonia, como otros crueles que habitan sus lugares. Los protagonistas de la historia son unos pequeños y bonachones Hobbits con una misión difícil que cumplir. En todos sus trayectos, se encuentran con inesperadas aventuras y sorpresas dignos de mitología. Un relato construido con gran imaginación. Algunos de sus personajes nos pueden recordar a los cuentos mágicos y de hadas, pero que sin embargo, su autor les dió otra insuperable forma de vida y fantástica a la vez.
Los Hobbits son un pueblo sencillo y muy antiguo, más numeroso en tiempos remotos que en la actualidad. Amaban la paz, la tranquilidad y el cultivo de la buena tierra, y no había para ellos paraje mejor que un campo bien aprovechado y bien ordenado. No entienden ni entendían ni gustan de maquinarias más complicadas que una fragua, un molino de agua o un telar de mano, aunque fueron muy hábiles con toda clase de herramientas. En otros tiempos desconfiaban en general de la Gente Grande, como nos llaman, y ahora nos eluden con terror y es difícil de encontrarlos. Tienen el oído agudo y la mirada penetrante, y aunque engordan fácilmente, y nunca se apresuran si no es necesario, se mueven con agilidad y destreza. Dominaron desde un principio el arte de desaparecer rápido y en silencio, cuando la Gente Grande con la que no querían tropezar se les acercaba casualmente, y han desarrollado este arte hasta el punto de que a los Hombres puede parecerles verdadera magia. Pero los Hobbits jamás han estudiado magia de ninguna índole, y esas rápidas desapariciones se deben únicamente a una habilidad profesional, que la herencia, la práctica y una íntima amistad con la tierra han desarrollado tanto que es todo inimitable para las razas más grandes y desmañadas.
Los Hobbits son gente diminuta, más pequeña que los Enanos; menos corpulenta y fornida, pero no mucho más baja. La estatura es variable, entre los dos y los cuatro pies de nuestra medida. Hoy pocas veces alcanzan los tres pies, pero se dice que en otros tiempos eran más altos.
...Conocieron en un tiempo la paz y la prosperidad y fueron entonces un pueblo feliz. Vestían ropas de brillantes colores, y preferían el amarillo y el verde; muy rara vez usaban zapatos, pues las plantas de los pies eran en ellos duras como el cuero, fuertes y flexibles, y los pies mismos estaban recubiertos de un espeso pelo rizado muy parecido al pelo de las cabezas, de color castaño casi siempre. Por esta razón el único oficio que practicaban poco era el de zapatero, pero tenían dedos largos y habilidosos que les permitían fabricar muchos otros objetos útiles y agradables. En general los rostros eran bonachones más que hermosos, anchos, de ojos vivos, mejillas rojizas y bocas dispuestas a la risa, a la comida y a la bebida. Reían, comían y bebían a menudo y de buena gana; les gustaba las bromas sencillas en todo momento y comer seis veces al día (cuando podían). Eran hospitalarios, aficionados a las fiestas, hacían regalos espontáneamente y los aceptaban con entusiasmo.... El origen de los Hobbits viene de muy atrás, de los Días Antiguos, ya perdidos y olvidados. Vivian en paz en la Tierra Media muchos años antes que cualquier otro pueblo advirtiese siquiera que existían. Y como el mundo se pobló luego de extrañas e incontables criaturas, está Gente Pequeña pareció insignificante...
John Ronald Ruelen Tolkien nació en Sudáfrica en enero de 1892 y murió en septiembre de 1973. Estuvo en la Batalla del Somme en 1916 siendo un superviviente entre millones de fallecidos. Fue profesor de anglosajón y de literatura de lengua inglesa antigua en la Universidad de Oxford entre 1925-1959. Sus obras son de un género épico y fantástico. Las más destacadas son: El Hobbit (1937), Egidio, el granjero de Han (1949), la trilogía de El Señor de los Anillos (1954-1955), Silmarillion (publicado postumamente en 1977) entre otras obras difundidas en millones de ejemplares y traducidas en decenas de lenguas.
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