"Se reúnen periódicamente alrededor de una mesa con sus micrófonos dentro de un plató de radio o televisión. Hacen la función de tertulianos que pretenden saberlo todo. Dan su opinión informando o desinformado a todos los radioyentes o telespectadores del momento. Son contratados como sabios y expertos y que teóricamente deben de percibir un salario por ello. Su misión es atiborrar de noticias relevantes, banales o no, al público seguidor que necesita información. Se las dan de versados conocedores de cualquier suceso que surga en la actualidad, ya sean: de terrorismo, del virus, de política, de deportes, de la guerra de Afganistán, del viaje al planeta Marte, etc... Entre ellos: opinan, comentan, debaten, discuten, confunden, entretienen y distraen a la opinión pública del instante. En ello, derrochan horas desarrollando los últimos acontecimientos.
Es muy triste que de una época de pensadores, hayamos pasado a otra de simples opinadores y comentaristas".
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"Yo expreso el arte lo mejor que puedo - me dijo-. Intento mejorarme cada vez; y eso es lo que debe hacer cada artista. Expresarse lo mejor posible y procurar ser mínimamente comprendido por el espectador. Sí lo piensas bien, la vida en sí es un espectáculo. Y cada uno es un artista en lo suyo y puede serlo de cualquier cosa: puede ser una buena maestra, un estupendo albañil, un excelente cocinero, o un buen peluquero, etc.. y convertir su trabajo en un arte. La cuestión es que exprese ese arte innato como sea. Lo que ocurre muy lamentablemente es que muy poca gente sabe y puede expresar ese artista que lleva consigo; otros sin embargo, que es la mayoría, se han muerto y otros morirán sin haber conocido ese talento que habitaba en su interior. Es una pena no poder manifestar por ejemplo, un bello amanecer o un expléndido atardecer, o simplemente no poder pintar el cuerpo bello y desnudo de un ser humano. Bellezas que uno debe apreciar".
(The Hunter of Dreams)
(Imagen by: Akhine)
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"Tengo la certeza
de que entre nosotros todo acabó.
No hay bien que cien años dure
y el mío, bien poco duro.
No alces los brazos
para de nuevo ceñir
esta mi carné de seda.
-¡Voy a dejarte, voy a partir!
Y si un día recuerdas
mis ojos color bronce
o mi cuerpo delicado,
calma
tu sensualidad
bebiendo vino y cantando
los versos que te mandé
aquella tarde cenicienta.
¡Adiós!
Quién queda, sufre, bien sé;
mas sufre más quien se ausenta".
(Canciones - Adolescente, 1921-1922. Canción de Antonio Botto nació en Abrantes (Portugal) en 1897 y murió en 1959 en accidente de automóvil en Brasil. Cantaba con mucha naturalidad y con verdad sus amores homosexuales. Sus poemas son como microdramas de gran sutileza emocional, de brevísimos monólogos de sus encuentros y desencuentros eróticos amorosos, donde encontraremos en sus intervalas estrofas, una enorme capacidad de expresión).
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