Código de la Comunidad, por Théodore Dézamy (1808-1850).
"En la comunidad, la moral procede de las cosas y no de los hombres: los servicios que préstamos a los demás revierten sobre nosotros mismos: sólo en la dicha común puede hallarse la felicidad individual" (Hobbes)
"¿Qué extraña ceguera nos impide ver la miserable suerte de esos millones de trabajadores que pagan con la vida su trabajo, una muerte lenta y a menudo dolorosa, para procurarnos a nosotros comodidades y placeres?" (Lev Tolstói)
"Las utopías son ideales que con ilusión y esperanza, están destinadas a realizarse"
Dézamy fue un escritor y teórico comunista utópico francés, representante del Neobabuvismo(1), escribe su Código de la Comunidad en 1842, en un periodo activo del movimiento obrero. El ambiente en la que se ve rodeado son de ciertas sociedades secretas de obreros, donde el proletariado sólo puede contar con sus propias fuerzas, actuando autónomamente. K. Marx elogió sus aportaciones al comunismo. Sus pensamientos y la de otros compañeros neobabouvistas, dejaron huella posteriormente, a pensadores y al movimiento obrero, que después fueron los artífices de la Revolución de febrero de 1848. Visionó la posibilidad de formar - comunidades-. Un proyecto que todavía en la actualidad sigue desarrollándose como alternativa a una sociedad capitalista, y en el que se supone que el individuo estará acorde con la naturaleza y sus semejantes. Este Código de la Comunidad, se diferencia al actual y al típico código de comunidad de vecinos que la mayoría conocemos, aunque si se utilizen muchas normas de las que menciona el libro. Obviamente, parte de sus -Tabla de Materias-, dejó un referente para lo que ahora son algunas costumbres de nuestra convivencia moderna. Pero sus estudios fue más lejos, hasta llegar a lo que debe ser una - verdadera comunidad- donde podía considerarse una comunidad familiar. En este breve resumen, se trata de recoger algunos códigos de lógicas conductas, de moral y de política en los que Dézamy se fundamentó para ello.
"Se llama fundamentales a ciertas leyes que son la base primera sobre la que ha de descansar todo el edificio social, el eje central a cuyo alrededor se vinculan y alinean todas las demás leyes....
En la organización del hombre y de los productos, la naturaleza indica que éstos han de ser consumidos, empleados y usados por éste. Y, como cada uno tiene una organización, los productos han de servir pues para el uso o el consumo de cada uno.
Toda producción se basa en el trabajo. Todos los que usan productos sociales han de tomar parte pues en el trabajo. Y como la sociedad es unión solidaria contra todos los accidentes e inferioridades, un intercambio de ayudas recíprocas, una fusión de todas las voluntades, intereses, talentos y esfuerzos, según explicamos, de ahí se deduce que para obedecer las leyes de la naturaleza y realizar íntegramente el principio de la asociación, se deduce y afirmamos que hay que empezar por convertir el suelo y todos los productos en un gran y único dominio social.
- Tales son eternas las leyes del Universo que nada pertenece al individuo en solitario. El campo no es en absoluto de quien lo trabaja, ni el árbol de quien recoge la fruta; tan sólo posee su propia industria la parte que utiliza: el resto pertenece a la humanidad- (Morelly).
...En la colmena, cada abeja contribuye celosamente a la labor común, siguiendo sus esfuerzos y aptitudes, y consume su parte de la común riqueza proporcionalmente a sus necesidades. ¿Porqué pues en la república de los hombres iba a ser menos perfecta que la de las abejas?
Hay que tomar parte en los trabajos comunes proporcionalmente a las propias fuerzas, inteligencia, necesidades, aptitudes particulares, y así mismo a los productos comunes, a los goces comunes, proporcionalmente a la suma de todas las propias necesidades-.
-La madre naturaleza nos ha dado a todos toda la tierra por morada...-(Montaigne).
En un capítulo sobre - Las leyes distributivas y económicas- Dézamy explica:... Al ser todos los hombres iguales en derechos, han de ser en consecuencia iguales de hecho, no con esa estúpida y mezquina igualdad que consistiría en racionar a los ciudadanos, tal como se hace con otros como el enfermo, el pobre, el preso, sino con esa igualdad libre, generosa e inteligente, que eleva y expande nuestros pensamientos, estrecha más aún nuestros afectos y funde nuestros corazones en perpetuos sentimientos de gratitud y de goce en común. Tal igualdad real sólo es posible con la comunidad nacional o social en una serie de comunas cuyo territorio tendrá que ser lo más igual, regular y junto posible. Todas esas pequeñas comunas se vincularán entre sí para formar colecciones o series de comunas, según lo indique la situación geográfica y la naturaleza de los lugares. Con ello, un cierto número de comunas formarán una provincia, un cierto número de provincias formará una república, y en fin todas las diversas repúblicas reunidas formarán la gran comuna humana.
J. Jacques Rousseau, en multitud de escritos de sus obras se define enérgicamente contra las grandes ciudades y las capitales; coincidiendo con ello con otro gran numero de filósofos.
P. Buonarroti decía: - Si no me equivoco, la existencia de grandes ciudades es un síntoma del malestar del público y un infalible precursor de convulsiones civiles. Los grandes propietarios, los grandes capitalistas y los ricos negociantes forman su núcleo, a cuyo alrededor se agrupan multitud de gentes que viven a su costa, proveen a sus necesidades, halagan sus gustos, se prestan a sus caprichos y fomentan sus vicios-.
Del perpetuo intercambio de servicios y salarios nace en los unos el hábito de la autoridad y el mando, y en los otros el de la sumisión y la servidumbre. Estos tratan de imitarlos y contraen aires de orgullo y maneras superiores de aquellos, y se las acostumbran también a ejercer la superioridad sobre quiénes la fortuna menos favoreció. Unos y otros desdeñan la felicidad real, quieren ser ricos, poderosos y preferidos, y sobretodo parecerlo...etc..
Dézamy en su libro, detalla minuciosamente en diversos conceptos, de cómo debería estar formada y compuesta tal comunidad y comunidades, y tales compromisos como: los recintos y las formas de un jardín, los servicios de salubridad e higiene, sus comidas y comedores comunes incluso con: ambiente musical, y sus diferentes horarios, calles con galerías para sustituir a los sistemáticos y muy actuales balcones, escaleras en esquinas para facilitar y comunicar a todos los pisos. Sus calles con alcantarillado con su gestión y la canalización del agua, el minucioso cuidado de niños, las habitaciones individuales, etc.. Aunque ahora todo lo encontremos ya superado y ya de uso común, él, por entonces, todo lo detalló en su -Código de la Comunidad-, con respuestas a posibles preguntas. Pero aún detalló más lejos, a lo que llaman algunos - una quimera-. Señala que lo útil y lo agradable en la riqueza pública, prodigiosamente aumentada por la actividad de un buen sistema social y de una buena gestión económica, será repartida igualmente entre todos en vez de quedar infeudada y concentrada en unas pocas manos privilegiadas.
En su apartado de Leyes Industriales y Rurales-, explica que todos los trabajos existentes y en todas las profesiones son extenuantes y repulsivas, y más si se elabora en horas seguidas (por entonces, la jornada laboral eran de entre 12 a 15h de trabajo), lo que trae aburrimiento y fatigamiento, convirtiéndose en una invariable monotonía, donde la vida está hecha para trabajar. Su cansancio inutiliza las facultades para pensar. El hombre es un ser activo, y es la mala organización del trabajo la que hay que atacar si a veces entumece el ocio. La sociedad actual, por así decirlo, es un mundo al revés. El trabajo sería una diversión si todo el mundo lo compartiera. Ocurre también, que se tienen ciertos vicios de la pobreza y el temor por el futuro, acaso un mal añadido que hace crecer la incerteza e inseguridad. Los ciudadanos no son libres, y agobiados por la pobreza y la necesidad, se ven forzados a venderse al primer mercado que se encuentran, arrastrados así hasta el final de sus días, viviendo en un mundo sin conocerlo y vinculado sólo con sus compañeros de fatiga.
En la continuación de este apartado, hace un llamamiento al cuidado de trabajador extenuado de esas horas de fatigamiento que, por entonces, sus condiciones en horas de descanso eran pésimas e inhumanas, en galerías sucias y fétidas, donde dormían encima de un montón de paja, en vez de un merecido descanso cómodo en un buen lecho y en habitaciónes abiertas y ventiladas, etc..
-... Mientras pueden aguantar, van, van, y se desgastan en el trabajo como las máquinas que manipulan; y cuando en fin sus fuerzas se quebrantan por el exceso de trabajo y las enfermedades, cuando sus miembros se retuercen por alguno de esos accidentes desgraciadamente tan numerosos, etc.. toda la filantropía de los dueños sólo alcanza a hacerles inscribir a veces para la tasa de los pobres, lanzarles a esos fúnebres hospitales o a esos depósitos de mencindad que, para tal miserable víctimas, son como la entrada a un segundo estercolero".
Señala en parte los vicios del régimen industrial del momento, donde quiere mostrar que tiene un remedio, aunque no es suficiente con eso, y quiere hacer consciente la situación de desgracia del proletariado.
En la necesaria comunidad que proclama, todos los trabajos necesarios para la subsistencia y recreo del trabajador, serán funciones regidas por leyes industriales y rurales. Diferenciando el opinado concepto que se tiene de la palabra ley, palabra a la que se une generalmente la idea de coacción y represión. A esto añade: ¿qué crimen hay en profetizar por adelantado algunas maravillas del porvenir?.
Se requiere unas leyes industriales y rurales que sean siempre y exclusivamente organizativas, directrices y reparadoras; dispuestas de tal modo que, las funciones sociales jamás puedan volverse con motivo de coacción para nadie, ni que degeneren en fatigas, ni en recargas a un trabajador por la atracción de un placer, por el amor de la igualdad y al amor público, etc..
Una organización de trabajo es esencial para que una comunidad funcione en completa armonía, las profesiones no han de ser pues en absoluto impuestas y distribuidas a los ciudadanos: han de ser los propios ciudadanos quienes han de escoger libremente su profesión y clasificarse en ellas.
Todas las funciones, como todas las cualidades sociales, toman su fuente en la educación que ejerce una influencia inmensa en el hombre. Donde desde la más tierna edad, los jóvenes comenzarán su educación profesional, y no solamente teórica, sino incluso con su práctica. Se les dará nociones sobre todas las cosas, donde pronto se les manifestará sus inclinaciones y gustos profesionales a la que posteriormente podrá satisfacer a si mismo y a dicha comunidad, etc..
En la comunidad sólo hay trabajadores. Todo trabajo es una función pública y honorable por igual. El trabajo manual empieza y termina a la edad determinada por la naturaleza y la ciencia. Los niños, enfermos e impedidos, son fraternalmente comprendidos para su reposo.
Tales argumentos es en pro de la emancipación del trabajo, donde hay que tomar buena nota para contribuir y a despejar diversas objeciones que concierne la competencia en la elección de funciones: Cada ciudadano debe ejercer un solo oficio entero y completo. Cada profesión debe ser dividida en fracciones de industria. El trabajo debe ser parcelario, que ello dará ventaja de la rapidez y perfeccionamiento. Los talleres han de dividirse en secciones, (actualmente ya normalizado en nuestros trabajos),etc..
En su capítulo de - Organización y trabajo en el campo -, alaba los progresos de agricultura. Cada uno quiere recoger en el suelo que posee los objetos necesarios para su consumo, acumula tantas clases de cultivo en tal terreno que sólo tendría que comportar la mitad. Se recomienda combinar su producción con la de sus vecinos, para que no exista el exceso en unos productos y la escasez en otros. Las distribuciones de cultivo se deben establecer en plena conveniencia con el terreno, y nada impide que se reparta a cada cual el suelo que le haya convenido.
En el capítulo - Sobre el Comercio - comenta: - Todo el comercio se basa en un sistema de mentira con el fraude, el engaño, la usura, el monopolio, la corrupción, la bancarrota. ¡He aquí sus medios, sus instrumentos, sus inevitables consecuencias! . Ahí no son en absoluto el talento y la honradez de quienes llevan la fortuna; solo veo azar, iniquidad, timo, juegos de bolsa. La corrupción forma un segundo poder en el Estado, que tiene el propio gobierno bajo su influencia inmediata, que agrava mediante sus intereses, la deuda y las cargas públicas. Es un cuerpo puramente parásito que atrae hacia sí la mejor sustancia... -
- Con respeto a la industria y la agricultura, el comercio es verdaderamente el buitre de la fábula que le desgarra incensamente el hígado y las entrañas siempre renacientes... -
... - Mantienen entre ellos una guerra y competencias, en que la ordinariez sucumbe al hombre leal y de conciencia. Casi el bribón tiene posibilidades de éxito, y sabe estudiar con arte (ahora sería marquertink), todo el laberinto de los usos y costumbres: embrollar las cosas más claras, sacando partido de todo, protegiéndose después, bajo el amparo de la ley..-
Sigue extensamente en su escrito con suficientes ejemplos de injusticias comerciales de este siglo XIX. ..- Una cosa inaudita, algo que me impresiona profundamente desde hace mucho tiempo, y es el ver con qué imperturbable aplomo el comerciante en general, se libra diariamente de los pecados habituales y que emplea con arte y saña el arte del negocio: con falsas medidas, el falso peso, el precio abusivo, la alteración, la falsificación de mercancías... -
" El comercio metamorfosea así a los ciudadanos opulentos e indigentes en instrumentos de opresión o servidumbre" (Marat).
... -El espíritu se confunde y pierde verdad, y el corazón se indigna, cuando uno trata de evaluar aún cuán inmensas desgracias ahorraría a la humanidad el régimen comunitario sustituyendo al parcelamiento, al federalismo comercial...¡Qué incalculable economía ocasionaría la desaparición de esa interminable retahíla de tan numerosa jerarquía de intermediarios, de dependientes, criados, mozos, tiendas, comisionistas de todo género, que comportan otra multitud de profesionales igualmente deplorables!.. -
En - Régimen Parcelario y Comunitario -
En este apartado se detalla minuciosamente diferentes conceptos como la importancia del combustible para la comunidad, y el sistema para economizar su uso y el mejor disfrute necesario sin derroche. Sigue con cierta particularidad su gestión comunitaria que da lugar a otras economías, así cómo: la distribución de la leche, el transporte del ganado, la cosecha y el trasporte del cultivo, granjas con diversidad de animales, la pesca, etc...
- Sobre el Matrimonio, la Paternidad y la Familia -
Plantea como criterio de toda institución social la ley del organismo humano, o sea, el conocimiento de las necesidades, facultades y pasiones de las personas. Basándose en la libertad y la igualdad que implican en ellas todas las virtudes sociales y todo el ideal, moral, orden y progreso. Buscando en su finalidad: la felicidad. Hace mención a Sócrates y a Platón, donde adopta sus consejos de las alianzas conyugales, donde sean renovadas cada cierto tiempo, donde una paternidad social sustituya a una paternidad individual, y que se dispongan de todos los niños y sean depositados, desde su nacimiento, en un edificio común en que las madres le darán el pecho indistintamente a todos, donde todos serán criados sin conocer a sus padres, donde se acostumbraran en consecuencia y a considerarse todos como hermanos, y a tener hacia todos los hombres y mujeres el mismo afecto, el mismo amor filial.... Los mencionados filósofos alegan ciertos motivos a favor de su doctrina en la que primero: sería peligroso dejar introducir en la gran comunidad, otra comunidad cuyos miembros tuvieran entre sí afectos más íntimos, con relaciones más estrechas, y en consecuencia intereses más directos. Tales filósofos (2) veían en ello, un elemento de federalismo y disolución que les parecía necesario prevenir. Segundo: En el aislamiento de los afectos, la familia privada es la causa de multitud de inquietudes y pesares, donde la enfermedad, la muerte de uno de los cónyuges o de los hijos, o hermanos, se hace muy peculiar. Tercero: Lejos de reprimir esas necesidades de expansión y amor, la paternidad social sustituirá con ventaja, a esa otra individual, ya que dispondrá mayor afecto y multiplicado en compañía de los demás... A continuación hay unos pequeños apartados donde se menciona el libre divorcio. Recomienda circunscribir el familiarizado a límites estrictos, clama que la familia doméstica ha roto la comunidad de la naturaleza, donde el interés exclusivo se vuelve desnaturalizado expandiendo amargura sobre los mejores lazos....
- El mayor número de legisladores, los que se consideran más prudentes, en absoluto volvieron indisoluble el matrimonio; todos sintieron la dureza y la inconveniencia de una ley que sujeta a lo imposible, es decir, a llenar las condiciones de un contrato cuando suceda lo que sustituye su base y esencia ya no subsista. ¿Por qué la indiferencia o la adversidad no van a romper, tanto como la muerte o la impotencia, una convención que sólo se basa en el amor recíproco?..
- Cuando quienes pretenden regular las costumbres y dictar leyes habían tomado la tarea de minar los fundamentos de toda moral, no podrían imaginar nada más eficaz que la mayoría de sus ingeniosas constituciones.
Termina este apartado con un resumen diciendo: ¿Qué queda en el fondo de casi todas las doctrinas que se acaba de analizar, y cual su conclusión lógica?. La respuesta es: ¡basta de la familia parcelada! ¡basta de educación doméstica! ¡basta de familiarismo!..¡libertad e igualdad entre ambos sexos!....
...Una cosa importante a destacar es que las relaciones de familia se hallan considerablemente modificadas. ¿Quien en nuestros días constituye la fuerza del poder paterno sino los servicios, dones y beneficios? . Todo ello será patrimonio de la comunidad...
-En los Partidarios de la familia parcelada, hay un dilema: los lazos de sangre son menos fuertes de lo que se dice, o bien serán eficaces en toda situación posible para acercar entre sí a hermanos, hijos y padres... En uno u otro caso, ¿por qué dejar en la comunidad un germen de federalismo mediante vuestras pequeñas sociedades domésticas, si no tuvierais intención de invadirla, de separar vuestra fortuna de la fortuna pública?...-
En Leyes de Policía.
-La policía política; pues ¡no hay sociedades secretas, complots, conjuras que vigilar, combatir, contener, reprimir, ni coaliciones industriales que disolver y perseguir, ni intrigas políticas u otras tramas, ni maquinaciones, ni insurrecciónes y atentados, revoluciones que tener sin cesar!
En la comunidad, amparado por la buena convivencia, la policía es nula. No existe estragos ni devastaciones, ni querellas ni escándalos nocturnos. Ni riñas sangrientas, ni falsificaciones de alimentos, no hay fraude ni contrabando, ni prostitución. No hay robos ni estafas... etc. En fin no hay delitos ni brutalidades, ni malos tratos, que de una función y justificación a este tipo policial. Sólo lo que se llamaría -policia municipal- quedaría. Pero esta policía se verá considerablemente simplificada y reducida.
Con la desaparición del comercio, no hay mercados, tiendas, ferias, etc.. que vigilar ni inspeccionar ni reglamentar. La función de una policía futura consistiría en: la de cuidar y de mantener el medio ambiente como: la limpieza y salubridad, el alumbrado y humedades de las aguas estancadas de sus calles. Residuos que puedan proceder de lugares externos. Accidentes y su auxilio, desastres naturales, etc.. En definitiva: un cumplimiento más presente en la función social.
Leyes políticas.
-...En la comunidad de plena armonía, las cosas irán de cierto modo por su cuenta: ya que todas las leyes y relaciones sociales serán la verdadera expresión de las leyes de la naturaleza. Ahí, nadie tendrá que tener los funestos efectos de la incapacidad de los perjuicios, de las avaricias, del orgullo, de la ambición,etc.. Ninguna organización será pues más simple y más fácil que la organización política. Nada será más pretendido, envidiado y emprendedor contra la fortuna y libertad públicas que los poderes políticos, sean de orden administrativo, sean de orden legislativo y ejecutivo. Todos los elegidos, todos los delegados de la ley realizarán con puntualidad e inteligencia todas sus funciones; obedecerán la ley fundamental de igualdad y comunidad, tan armoniosa y necesariamente tan normal como la gravitación de la Tierra.
...Constatar, coordinar, sancionar, estimular, vivificar, fecundar los progresos de la industria, de las artes, de las ciencias, tal será el principal objetivo de la ley acordada. Indicar, reglamentar, dirigir los trabajos y placeres en común; las medidas de la policía municipal e higiene prácticas: todo ello será también de su incumbencia. No podrá ser vaga ni oscura ni equivoca ni ambigua ni elástica ni hipotética ni omnipotente. Todopoderoso para el bien, será impotente para obrar mal; ya que, no se olvide, todos los estatutos y órdenes, todas las deliberaciones y decisiones han de proceder rigurosamente de la ley fundamental, ser sólo su aplicación y desarrollo, bajo pena de ser sancionada por nulidad radical.
Estos son parte de algunos fragmentos de conceptos o más bien - el tratado- que expone Dézamy en sus capítulos, para la base de realización de una buena comunidad o - comunas-. Los principios que destacó, sirve como fundamento para realizar cualquier tipo de asociación o agrupación, siempre que se tenga en cuenta la finalidad de: cooperación y el apoyo mutuo.
Obviamente, mucho de lo expuesto, ya está superado y en práctica en el siglo actual. Pero hay que recordar que, en su siglo XIX, no existía ni los comedores ni vestuarios ni duchas en los lugares de trabajo, ni aguas saludables, ni pasos peatonales, ni locales ventilados, entre otros ejemplos. Las conquistas laborales y sociales se han conseguido con diversas reivindicaciones y luchas sociales en sus diferentes formas y de diferentes ideologías a lo largo de la historia. Los bienes comunes, sociales y laborales, no han caído por gracia divina, y es cuestión y labor del ciudadano y del trabajador actual de conservarlo y evolucionarlo. Muchas ideas válidas que se han aplicado y se aplican en nuestras leyes contemporáneas, parecen ideas innovadoras atribuidas al partido político de turno; sin embargo, cómo este escrito demuestra, no es así. Otros grandes idealistas, filósofos, revolucionarios, pensadores, obreros anónimos, etc.. ya lo hicieron en su tiempo, como visionarios se adelantaron a su época, y fueron perseguidos, aniquilados y considerados sobretodo, por utópicos.
(1)Termino utilizado por entonces, para designar una corriente comunista revolucionaria francesa del siglo XIX. Sus orígenes se remontan a la Sociedad de los Iguales de Francois Babeuf y sus asociados. Importante para la historia del socialismo y las luchas populares obreras, donde el ideal comunista se había convertido en una fuerza política. La verdadera igualdad se alcanzará con la Comunidad de Bienes.
(2)Famoso capítulo de la República de Platón, que se ha dado a llamar la Comunidad de Mujeres.
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