"Solo en la derrota somos invencibles"
(Walter Benjamín)
John Fitzgerald Kennedy (1917-1963).- Contra las desigualdades sociales.
"Nadie pone en duda los sentimientos personales de Kennedy. Es hostil a cualquier desigualdad entre los hombres. La discriminación racial le causa horror. Su sentido de la justicia, sus aspiraciones para lograr una sociedad ordenada y racional le impiden ceder a la tentación discriminatoria. Pero Kennedy es, ante todo, un hombre político. Las condiciones para realizar cambios profundos e inmediatos no le parecen favorables. Algunos de sus conciudadanos, poderosos e influyentes, se opondrían con fuerza. Conviene, en consecuencia, esperar días mejores. Por el momento, el presidente se conformará con recurrir a los únicos medios que dispone el Ejecutivo. Estos medios no son desdeñables. El presidente, y por delegación, el secretario de Justicia, proceden a la nominación de los funcionarios y de los jueces federales. Kennedy posibilita la entrada de profesionales negros en la administración federal. En puestos intermedios el número de funcionarios negros aumenta en un 36,6% de junio de 1961 a junio de 1963. En los puestos superiores el crecimiento es de un 88,2%. Se nombra a un embajador negro para Finlandia. La oficina de asuntos urbanos está dirigida por un negro. Un juez negro accede a una de las audencias territoriales federales...Estos nombramientos no son demasiado abundantes, pero su significación política no pasa por alto a nadie. Se ha dado un paso más, se ha afirmado una voluntad...
Kennedy ha establecido una comisión, presidida por Johnson , para velar por la igualdad de contratación en la Administración federal y en las sociedades que trabajan para el gobierno. En 1961, los -viajeros de la libertad-, negros y blancos, fletan autocares y circulan por el Sur. ¿Su objetivo? Obtener la no segregación en las estaciones de autobuses. Estalla la violencia. Los partidarios de la segregación incendian los vehículos o atropellan a los viajeros. Entonces interviene su hermano Robert Kennedy, y la comisión sobre el comercio entre Estados decide que las estaciones de autobuses ya no podrán disponer de salas de espera y de comodidades para los blancos y otras para los negros. En lo sucesivo serán -integradas-. El mismo resultado, aunque más fácilmente, se alcanza en los aeropuertos. Más activo que el de Eisenhower, el gobierno de Kennedy emprende, sólo en el año 1961, catorce procesos en favor de los negros víctimas de discriminación en el momento de la inscripción en las listas electorales.....
En 1962, el gobierno federal lleva a cabo una política respecto a los negros respectivamente tímida. Washington, desde luego, hace grandes esfuerzos para obtener de la Universidad de Mississipi que un estudiante negro, James Meredith, pueda incribirse y asistir a los cursos. Se trata de un asunto sumamente espectacular. Se desarrolla al mismo tiempo que la crisis de los misiles y demuestra, por la simultaneidad de los acontecimientos, hasta qué punto se ve solicitada la atención del presidente. El gobernador del Estado, Ross Barnett, se niega, en efecto, a ceder a la presión de los tribunales federales. Defiende, según pretende, los derechos de su Estado en contra de las usurpaciones del poder federal. Los habitantes de Mississipi no quieren la NO segregación. ¿Que derecho tienen las autoridades federales para impedírselo? Robert Kennedy envía al lugar algunas decenas de marshals con la misión de proteger a J. Meredith. El propio presidente intenta persuadir al gobernador rn rl curso de una larga conversación telefónica. En vano. Entonces hace un llamamiento al sentido común de los ciudadanos de Mississipi. Durante ese tiempo, estallan motines en el campus. Los marshals, asediados por los amotinados, apenas se benefician de la protección de los guardias nacionales. El 30 de septiembre, los incidentes ocasionan tres muertos, entre ellos un periodista francés. Al día siguiente vuelve la calma. El gobierno federal impone su voluntad y Meredith puede seguir sus cursos (aunque protegido por los marshals). La actitud del secretario de Justicia y del presidente Eisenhower había mandado tropas federales a Little Rock, en Arkansas, en 1957, para conseguir la aplicación de la integración escolar. Kennedy no ha innovado nada. Se ha inspirado en el precedente. Pero, sin duda, se ha formado una idea de lo que, en lo sucesivo, puede pedirle al Congreso. La opinión está madura. El Senado y la Cámara de representantes acaban de adoptar una enmienda a la Constitución que prohíbe el establecimiento de una tasa electoral para las elecciones federales. La enmienda será ratificada por las legislaturas de los Estados en 1964. Es una buena señal.
Por todo ello, Kennedy hace preparar un proyecto de ley, anunciándolo en su mensaje sobre el estado de la Unión de enero de 1963, y que luego presenta en detalle el 28 de febrero. Se trata, simplemente, de proteger, una vez más, el derecho al voto de los negros. Los liberales se escandalizan. Por debilidad o timidez, el presidente decepciona. Hay que convencerle de que hay más cosas por hacer. Deben organizarse manifestaciones no violentas. Uno de los principales animadores es un pastor negro, de la secta baptista, llamado Marthin Luther King. Tiene una sólida experiencia, debido a las campañas de opinión que lleva a cabo aquí y allá en el Sur desde hace más de siete años......." (Kennedy, extracto de la biografía escrita originalmente en 1978 por André Kaspi).
Martin Luther King (1929-1968).- Su sueño.
"Les digo a uds hoy, amigos míos, que ha pesar de las dificultades del momento, yo aún tengo un sueño. Es un sueño profundamente arraigado en el sueño americano. Sueño que un día esta nación se levantará y vivirá el verdadero significado de su credo: -Creemos que estas verdades son evidentes que todos los seres humanos han sido creados iguales-.
Sueño que un día, en las rojas colinas de Georgia, los hijos de los antiguos esclavos y los hijos de los antiguos dueños de los esclavos, se podrán sentar juntos en la mesa de la fraternidad.
Sueño que un día, incluso el estado de Mississipi, un estado sofocado por el calor de la injusticia y el fuego de la opresión, se convertirá en un oasis de libertad y de justicia.
Sueño que mis cuatro hijos vivirán un día en un país donde no seran juzgados por el color de su piel, sino por los rasgos de su personalidad. ¡Tengo un sueño hoy!.
Sueño que un día, el estado de Alabama, donde el racismo es despiadado y el Gobernador escupe frases de -interposición- entre las razas y -anulacion- de los negros , se convertirá en un lugar donde las niñas y los niños negros puedan cogerse de la mano con las niñas y los niños blancos y caminar unidos, como hermanas y hermanos. ¡Tengo un sueño hoy!.
Sueño que algún día los valles serán cumbres, y las colinas y las montañas serán llanos, que los sitios más escarpados serán aplanados y los lugares sinuosos, enderezados; -y la gloria del Señor será revelada, y se unirá todo el género humano-.
Ésta es nuestra esperanza, Ésta es la fe con la cual regreso al Sur".
(Dircurso de Martin Luther King, Tengo un sueño, pronunciado en 1963)
Este es un pretencioso Manual de Autosuficiencia Ética, que está compuesto en diferentes partes, formado a base de fragmentos
breves recogidos con la intención de fomentar su lectura, de facilitar el pensamiento y el
desarrollo personal. Recordando, exponiendo y respetando, los interesantes ideales de
diferentes personalidades de la historia, donde se abarcan conceptos
diversos como los: sociales, filosóficos, políticos, literarios,
artísticos, ficción y etc..., todavia muy válidos para la actualidad.
Porque, en sí, leer ya es un acto ético.
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