"Si usted puede hallarse libre de temor, entonces el cielo está con usted"(J. Krishnamurti)
Seguramente habrá algún lector que no conocerá a este pensador, y quizás este pequeño escrito le pueda sorprender. De modo preguntón, y en forma sencilla, este orador nos sumerge en el interior de nuestro inconsciente como si se tratara de un psicólogo, haciendo las debidas indagaciones en las causas de algunos de nuestros problemas, porque algunos, depende de su origen, pueden ser causados por una educación tradicional, -como ocurre con el temor-, y en su raíz, que está oculta en el fondo de la mente. En la actualidad, no es muy frecuente encontrarnos con este tipo de diálogos o métodos de razonamientos del pensamiento, que por ser inusual, hace pensar que están en desfase en nuestra época. Pero hay que reconocer, que hemos tomado el hábito de la comodidad, del placer aunque esté sea pequeño, y del no complicarse la vida con el pensamiento; y esto nos ha conducido a: -no saber cómo razonar-.
J. Krishnamurti |
¿Cómo surge el temor? ¿Existe un temor en un determinado nivel y no existe en otro? ¿Está el temor en el nivel consciente o en el nivel inconsciente? ¿O hay temor en la totalidad?. Entonces, ¿Cómo surge el temor? ¿Por qué existe en los seres humanos?. Y los seres humanos lo han tolerado por generaciones y generaciones, viven con él. El temor distorsiona la acción, distorsiona el pensar claro y perceptivo, el pensar cuerdo, lógico, sano. El temor ensombrece nuestras vidas. No sé si ustedes lo han notado: si existe el más ligero temor, hay una contracción en todos nuestros sentidos. Y la mayoría de nosotros vivimos, cualquiera sea nuestra relación, en esa peculiar forma de temor.
Lo que nos preguntamos es si la mente y todo nuestro ser pueden alguna vez estar completamente libres de temor. La educación, la sociedad, los gobiernos, las religiones han fomentado el temor. Y el temor es cultivado también mediante la veneración de la autoridad -la autoridad de un libro, la autoridad de un sacerdote, la autoridad de aquellos que saben, y así sucesivamente. Somos esmeradamente criados en el temor. Y nos preguntamos si es de algún modo posible estar totalmente libre de temor. ¿Es la necesidad de algo? -la cual es deseo, anhelo. ¿Es la incertidumbre respecto al mañana? ¿O es la pena y el sufrimiento de ayer? ¿Es esta división entre el -tú y el yo-, en la cual no hay relación en absoluto? ¿Es ese centro que el pensamiento ha creado como el - yo- - siendo el -yo- la forma, el nombre, los atributos -, y el temor de perder ese -yo- ¿Es ésa unas de las causas del temor? ¿O es éste el recuerdo de algo pasado, agradable, feliz, y el miedo de perderlo? ¿O es el temor al sufrimiento, tanto fisiológico como psicológico? ¿Hay un centro desde el cual brota el temor? - como un árbol, que aunque tenga un centro de ramas, posee un tronco sólido y raíces, y de nada sirve podar meramente las ramas. Debemos, pues llegar a la misma raíz del temor. Porque si se puede estar libre de temor, entonces el cielo está con ustedes.
¿Cual es la raíz del temor? ¿Es el tiempo? Entonces vamos investigando, inquiriendo, no estamos teorizado ni llegando a alguna conclusión, porque no hay nada que concluir. En el momento en que ven la raíz del temor, en que la ven realmente, con los ojos, con el sentimiento, con el corazón, con la mente - cuando lo ven de hecho -, entonces pueden entendérselas con el temor; eso ocurre si son serios. ¿El temor es tiempo? -siendo el tiempo no sólo el tiempo cronológico del reloj, como ayer, hoy y mañana, sino también el tiempo psicólogico, el recuerdo de ayer y sus placeres, y los dolores, la aflicción, la ansiedades de ayer. Preguntamos si la raíz del temor es el tiempo. Tiempo para cumplir con algo, para llegar a ser, tiempo para lograr, para realizar a Dios o como quieran ustedes llamarlo. ¿Existe tal cosa como el tiempo psicológico? Si uno dice que el tiempo, como el mañana, no existe psicológicamente, ello les produce una conmoción ¿verdad?.Porque nos solemos decir: <mañana seré feliz, mañana lograré algo; mañana alcanzaré algo mejor>. Para nosotros el mañana es tremendamente importante... Hemos aceptado eso, ésa es toda nuestra educación tradicional, la de que existe un mañana...
Uno sufre físicamente, hay muchísimo dolor. Y el recuerdo de ese dolor está impreso, es una experiencia que el cerebro contiene. Y el pensamiento dice: Espero no sufrir otra vez ese dolor: eso es el mañana. Ayer hubo un gran placer, sea del tipo que sea, y el pensamiento dice: <Mañana debo tener de nuevo ese placer>. Uno ha tenido una gran experiencia, y esta se ha vuelto un recuerdo; uno se da cuenta que es un recuerdo y, no obstante, lo persigue mañana. De modo que el pensamiento es un movimiento en el tiempo...
Por lo tanto, el pensamiento cómo tiempo, como devenir, es la raíz del temor. Se ha dicho que el tiempo es necesario para aprender algo, y pensamos que podemos aplicar el mismo proceso a la existencia psicológica. Cuestionamos si, de hecho, hay tiempo alguno psicológicamente. ¿O es éste una invención del pensamiento y, por consiguiente, surge el temor? Ese es nuestro problema; y a sabiendas hemos dividido la conciencia en lo consciente y oculto. Podremos decir: yo quizá pueda librarme de los temores conscientes, pero es casi imposible verse libre de los temores ocultos que tienen profundas raíces en el inconsciente. Decimos que es mucho más difícil librarse de los temores raciales, los familiares, los tribales, los temores que están hondamente arraigados, los instintivos....
El cerebro que ha acumulado conocimientos sólo puede funcionar eficazmente cuando hay completa seguridad, cuando se siente completo y seguro. El análisis es necesario para librarse de ese temor...
Hay otro principio activo en el individuo. Además del temor y el placer, existe el principio del sufrimiento. ¿Hay un cese para el sufrimiento? Queremos que ese sufrimiento cese físicamente y, por lo tanto, tomamos drogas y apelamos a otras clases de tretas. Pero nunca hemos sido capaces de resolver este problema del sufrimiento humano, no sólo el sufrimiento particular sino el sufrimiento de toda humanidad. El sufrimiento a causa de las guerras, del hambre, la brutalidad, de la violencia, etc... Nuestra conciencia es la conciencia del mundo, es la conciencia de todo otro ser humano. Sufrimiento, placer, temor, ambición, todo eso es nuestra conciencia. De modo que somos el mundo. Y si usted está completamente libre de temor, usted influye en la conciencia del mundo. Por eso es extraordinariamente e importante comprender que nosotros, seres humanos, cambiemos fundamentalmente. Porque eso influirá en la conciencia de todo otro ser humano. Grandes dictadores afectaron la conciencia del mundo; y así los sacerdotes en el nombre de alguien. Si estamos libres de temor, influiremos en la natural conciencia del mundo. De igual manera, cuando uno se ha liberado del sufrimiento, hay compasión, no antes... Así es que la compasión, que es amor, sólo puede llegar cuando uno comprende plenamente la hondura del sufrimiento y su fin... Un hombre que es serio, se interesa profundamente en la compasión y en lo que significa amar; porque sin eso, ustedes pueden hacer lo que quieran, pueden construir todos los rascacielos del mundo, pueden tener maravillosas condiciones económicas y una maravillosa conducta social, pero sin compasión, sin amor, la vida se convierte en un desierto.
...Y a parte del sufrimiento físico, hay sufrimiento de todas clases, sufrimiento a causa de la soledad, cuando no nos aman, el anhelo de ser amado y jamás encontrar satisfactorio ese amor; porque convertimos el amor en algo que debe ser satisfecho, necesitamos el amor para sentirnos gratificados. Está el sufrimiento a causa de la muerte; el sufrimiento porque jamás existe un instante de plenitud total, un completo sentimiento de totalidad, sino que siempre estamos viviendo en la fragmentación - que es contradicción, lucha, confusión, desdicha. Y para escapar de eso acudimos a los templos y a las diversas formas de entretenimiento religioso y no religioso, tomamos drogas, hacemos terapia grupal e individual. También está ese inmenso dolor producido por el hombre contra el hombre. Hacemos sufrir a los animales, los matamos, los comemos, hemos destruido especies porque nuestro amor está fragmentado. Amamos a Dios y matamos a los seres humanos.
¿Puede eso terminar? La palabra sufrimiento en su raiz etimologica, quiere decir tener pasión; no la pasión cristiana, sino que se trata de tener compasión, que significa pasión por todo, por todas las cosas, y eso sólo puede venir cuando uno está totalmente libre de sufrimiento... Existen otras diversas formas de ese dolor: los celos, la envidia, el odio, la ira, etc...
Verán que de ese sufrimiento surge una cosa extraña llamada pasión. Y si no se tiene esa clase de pasión, no pueden ser creativos. Desde ese sufrimiento adviene la compasión. Y esa energía difiere totalmente de la energía mecánica del pensamiento.
< Para terminar de concluir este comentario, hay que analizar el temor, ya que es inevitable en sus diferentes formas, padecer algún tipo de sufrimiento. Comprender el motivo de su causa y librarnos de él, no dejarnos que ese temor se apodere de uno mismo>.
*Jiddu Krishnamurti (1895-1986). Nació en Andhra Pradesh- sur de la India. Fue un reconocido orador filósofo espiritual fuera de lo común. La mayoría de sus libros de variados títulos, son una compilación temática de sus charlas y conferencias. A sus noventa años, dio una conferencia en la ONU acerca de la paz y la conciencia, recibiendo la medalla de la Paz de la ONU en 1984. Su última conferencia la realizó en 1986.
"Nuestra angustia pone máscaras terroríficas sobre todas las cosas y personas. Si les arrancamos estás máscaras, queda descubierto su propio aspecto y desaparece el temor que producen. Esto es cierto incluso de la muerte" (Paul Tillich- teólogo y escritor alemán)
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