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19 may 2018

Cuando un pueblo pide un rey. 1 Samuel 8


"Dios ha muerto y en su lugar lo ocupa el Estado" (Nietzsche)

1 Samuel 8  

Los israelitas piden un rey

   "Cuando Samuel entró en años, puso a sus hijos como gobernadores de Israel, con sede en Berseba. El hijo mayor se llamaba Joel, y el segundo, Abías. Pero ninguno de los dos siguió el ejemplo de su padre, sino que ambos se dejaron guiar por la avaricia, aceptando sobornos y pervirtiendo la justicia.
  Por eso se reunieron los ancianos de Israel y fueron a Ramá para hablar con Samuel. Le dijeron: «Tú has envejecido ya, y tus hijos no siguen tu ejemplo. Mejor danos un rey que nos gobierne, como lo tienen todas las naciones».
 Cuando le dijeron que querían tener un rey, Samuel se disgustó. Entonces se puso a orar al Señor pero el Señor le dijo: «Hazle caso al pueblo en todo lo que te diga. En realidad, no te han rechazado a ti, sino a mí, pues no quieren que yo reine sobre ellos.  Te están tratando del mismo modo que me han tratado a mí desde el día en que los saqué de Egipto hasta hoy. Me han abandonado para servir a otros dioses.  Así que hazles caso, pero adviérteles claramente de cómo el rey va a gobernarlos».
-Samuel comunicó entonces el mensaje del Señor a la gente que le estaba pidiendo un rey.  Les explicó:
―Así es cómo el rey va a gobernarlos: Les quitará a sus hijos para que se hagan cargo de los carros militares y de la caballería, y para que le abran paso al carro real. Los hará comandantes y capitanes, y los pondrá a labrar y a cosechar, y a fabricar armamentos y pertrechos. También les quitará a sus hijas para emplearlas como perfumistas, cocineras y panaderas. Se apoderará de sus mejores campos, viñedos y olivares, y se los dará a sus ministros, y a ustedes les exigirá una décima parte de sus cosechas y vendimias para entregársela a sus funcionarios y ministros. Además, les quitará sus criados y criadas, y sus mejores bueyes y asnos, de manera que trabajen para él. Les exigirá una décima parte de sus rebaños, y ustedes mismos le servirán como esclavos. Cuando llegue aquel día, clamarán por causa del rey que hayan escogido, pero el Señor no les responderá.
   El pueblo, sin embargo, no le hizo caso a Samuel, sino que protestó:
―¡De ninguna manera! Queremos un rey que nos gobierne.  Así seremos como las otras naciones, con un rey que nos gobierne y que marche al frente de nosotros cuando vayamos a la guerra.
   Después de oír lo que el pueblo quería, Samuel se lo comunicó al Señor.
   ―Hazles caso —respondió el Señor—; dales un rey".