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by: Surrealistly |
"Por la abolición de las guerras y de las armas nucleares "
Este mes de agosto del 2025, Japón conmemora con un respetuoso homenaje, a las víctimas de las bombas atómicas que destruyeron en un último periodo de la II Guerra Mundial, las ciudades de Hiroshima y Nagasaki. De esto ahora hace 80 años. Ante los efectos devastadores y radioactivos, Japón perdió la guerra rindiéndose ante los Estados Unidos. Un doloroso testimonio permanece todavía en algunos documentales e imágenes de una total desolación. La radiación de estás bombas atómicas perduraron durante muchos años después en enfermedades cancerosas y en malformaciones humanas, etc... Otros testimonios fotográficos nos revelan a unos seres afectados por esa radiación como si fueran seres de otro mundo.
El 6 de agosto de 1945 la primera bomba atómica fue lanzada por un avión B-29 de color plateado de Estados Unidos llamado Enola Gay. Ese lanzamiento fue bautizado con el nombre de Little Boy. Murieron cerca de unos 140.000 personas (la cifra según datos pueden variar), la mayoría eran mujeres, niños y ancianos, pues el resto de la población debían participar en la guerra. Los supervivientes recibieron posteriormente el nombre de Hibakusha personas que ahora pueden superar los 90 años de edad. El hongo nuclear mayormente mató a infantes que jugaban en los colegios. Para los japoneses Ios americanos eran los personajes ficticios de Hollywood que veían en las películas. El Presidente de entonces, Truman avisó con panfletos que el personal debía abandonar la ciudad de Hiroshima por un posible y grave ataque. Pero este aviso no fue tomado seriamente. Los nipones creían que dominaban la guerra. Además fueron educados para dar todo por su patria y sobre todo a su Emperador (considerado un ser divino) cómo así demostraron los jóvenes pilotos suicidas de los temibles cazas Kamikazes.
Todo comenzó porque Japón fue un aliado de Alemania y de Italia. Atacó por sorpresa la base naval americana de Pearl Harbour (Hawai) causando unos 2.400 muertos y grandes destrozos en buques y acorazados importantes. Durante el desarrollo de la guerra, los americanos comenzaron a trabajar en una operación en el desierto de Los Álamos (Nuevo Méjico), el proyecto fue nombrado en clave -proyecto Manhattan - con el famoso físico nuclear J. Robert Oppenheimer (1994-1967) al frente. Un personaje sabio y controvertido que declaró posteriormente considerarse un "Dios de la muerte" y sentirse arrepentido por las muertes causadas. A pesar de ser el creador de la bomba, inquietó a la élite política de Estados Unidos, fue espiado y vigilado por sus pensamientos de izquierdas y de filosofía mística
Según testimonios, durante la explosión hubo una luz intensa de varios colores. Entonces ocurrió la catástrofe. Estallaron ventanas y tejados. Casas derrumbadas como si fueran de papel. Gente despedida en el aire por la esclosión y unas 78.000 personas debieron morir al instante. En el centro de Hiroshima la explosión lo absorbió todo creando una oscuridad total. La piel de cuerpo humano caían raidas como trapos sucios. Zumbidos en los oídos y la ropa a jirones. Todas las voces oyentes pedían auxilio. La poca visibilidad llegó después de una hora. Cuerpos desgarrados cubiertos de sangre. La ciudad había desaparecido, todo era ya escombros ardiendo y una confusión en un vacío se apoderó de los afectados. Posteriormente caía una lluvia negra. Un infierno viviente con personas cadavéricas andantes.
Los años transcurridos hasta la actualidad no han borrado de la memoria lo sufrido a los supervivientes. Murieron el 90% de las personas que vivían en un perímetro de un kilómetro. Todo eran cuerpos calcinados y abrasados. Algunos la sombra de su cuerpo quedó gravado en las piedras. La ciudad se convirtió en maloliente. Las personas iban muriendo poco a poco, y muchos niños incineraron en el patio de su colegio a sus compañeros fallecidos.
Según el presidente Truman, la bomba atómica equivale a 20.000 toneladas de TNT. Se invirtió la impresionante cantidad 2.000 millones de dólares.
En aquellos años no se sabía nada de la Era Atómica ni de Bombas Nucleares. Los últimos testimonios de los supervivientes son de la desgracia más variada. Los efectos secundarios de la radiación continuaron afectando a las personas muchos años de la Posguerra. Además, los supervivientes en el desarrollo de sus vidas no dejaron de ser marginadas por la misma sociedad nipona por considerarlas "personas contaminadas por la radiación" con enfermedades físicas y mentales crónicas. Muchas de ell@s para tener una vida social ocultaban el haber sido un superviviente de esas bombas. Pero esto se merece otra mención en la historia porque estos sucesos han permanecido mayormente ocultados y que no deja de ser muy interesante.
En Nagasaki fue lo más parecido a la de Hiroshima. El ataque americano, el 9 agosto 1945, tres días después del ataque de Hiroshima, dejo entre 74.000 y 80.000 muertos. Cadáveres irreconocibles, cuerpos quemados a los que hubo que terminar de incinerar posteriormente. Seis días después, el emperador japonés Hirohito incondicionalmente rindió Japón el 15 agosto de 1945 y con ese último acto, se considera que finalizó la II Guerra Mundial. Poco despues, esto dió paso a un inicio de otra Era llamada - la guerra fría -. En la actualidad (según información de Google), hay nueve países que poseen bombas nucleares. No ha sido posible averiguar la cantidad total de bombas existentes. USA y Rusia poseen la gran mayoría del Arsenal Nuclear.
Según datos, en Nagasaki murieron cerca de 74.000 personas. En Hiroshima, 140.000 personas. Un total de 214.000 personas. Anteriormente, Tokio quedó destruida en la noche del 9 al 10 de marzo de 1945 por toneladas de bombas incendiadas.
El número de supervivientes se ha reducido a 99.130 una cuarta parte de la cifra original. La organización de supervivientes ha empezado a digitalizar para que la posteridad no olvide, todos los relatos de los últimos testimonios. Los supervivientes, los (Hibakusha) recibieron en el año 2024, el premio Nobel de la Paz, por su lucha para lograr un mundo más seguro y libre de este tipo de armas.
La guerra es de lo más terrible, como aún podemos comprobar, no se respeta nada: ni hospitales, ni niños ni periodistas, etc... El testimonio de estos supervivientes más que nunca y en esta conmemoración, ha de servir de memoria y aviso para una época actual donde existe una creciente amenaza nuclear por algunos líderes internacionales. Se están librando unas guerras como las de Rusia- Uckraine y el genocidio que práctica Israel contra Palestina, entre otras. Si se volviera a repetir otro desastre nuclear, el mundo se convertiría en cenizas y posiblemente por la modernizacion en la bomba, sería el Apocalipsis. La Disuasión Armamentista como medida de seguridad, últimamente no da mucha garantía. Para el próximo año 2026 en Nueva York, habrá una Conferencia de Revisión del Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares. Muchos le deseamos que sea un éxito en lograr un desarme total.
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