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18 ene 2025

Las fantasías de I. Calvino y J. L. Borges.

 "La voz del inconsciente es sutil pero no descansa hasta ser oída"(S. Freud)

 

by:Surrealisly

  Las ciudades y los intercambios.3 (Italo Calvino)

   Al entrar en el territorio que tiene por capital Eutropia, el viajero no ve una ciudad sino muchas, de igual importancia y no disímiles entre sí, desparramadas en una vasta y ondulada meseta. Eutropia no es sino todas esas ciudades al mismo tiempo; una sola está habitada, las otras vacías; y esto ocurre por turno. Diré ahora cómo. El día en que los habitantes de Eutropia se sienten abrumados de cansancio y nadie soporta más su trabajo, sus padres, su casa y su calle, las deudas, la gente a la que hay que saludar o que te saluda, entonces toda la ciudadanía decide trasladarse a la ciudad vecina que está ahí esperándolos, vacía y como nueva, donde cada uno tendrá otro trabajo, otra mujer, verá otro paisaje al abrir las ventanas, pasará las noches en otros pasatiempos, amistades, maledicencias. Así sus vidas se renuevan de mudanza en mudanza entre ciudades que por su exposición o su declive o sus cursos de agua o sus vientos se presentan cada una con algunas diferencias de las otras. Cómo sus respectivas sociedades están ordenadas sin grandes diferencias de riqueza o de autoridad, el paso de una función a otra se produce sin grandes sacudidas; la variedad está asegurada por la multiplicidad de las tareas, de modo que en el espacio de una vida es raro que alguien vuelva a un oficio que ya ha sido el suyo.

   De este modo la ciudad repite su vida siempre igual, desplazándose hacia arriba y hacia abajo en su tablero de ajedrez vacío. Los habitantes vuelven a recitar las mismas escenas con actores cambiados; repiten las mismas réplicas con acentos combinados de otra manera; abren alternadamente la boca en bostezos iguales. Sola entre todas las ciudades del imperio. Eutropia permanece idéntica a sí misma. Mercurio, dios de los volubles, a quien está consagrada la ciudad, cumplió este ambiguo milagro. (Las Ciudades Invisibles - Italo Calvino)


   La Esfinge ( J. L. Borges)

  La Esfinge de los monumentos egipcios es un león echado en la tierra y con cabeza de hombre; representaba, se conjetura, la autoridad del rey y custodiaba a los sepulcros y los templos. Otras, en las avenidas de Karnak, tienen cabeza de carnero, el animal sagrado de Amón. Esfinges barbudas y coronadas hay en los monumentos de Asiria y la imagen es habitual en las gemas persas. Plinio, en su catálogo de animales etiópicos, incluye las Esfinges, de las que no precisa otro rasgo que <el pelaje pardo rojizo y los pechos iguales>.

   La Esfinge griega tiene cabeza y pechos de mujer, alas de pájaro, y cuerpo y pies de león. Otros le atribuyen cuerpo de perro y cola de serpiente. Se refiere que asolaba el país de Tebas, proponiendo enigmas a los hombres (pues tenía voz humana) y devorando a quienes no sabían resolverlos. A Edipo, hijo de Yocasta, le preguntó:

   <¿Qué ser tiene cuatro pies, dos pies o tres pies, y cuánto más tiene es más débil?

   Edipo contestó que era el hombre, que de niño se arrastra en cuatro pies, cuando es mayor anda en dos y a la vejez se apoya en un báculo. La Esfinge, descifrado el enigma, se precipitó desde lo alto de su montaña. (Jorge Luis Borges - El Libro de los Seres Imaginarios)

   He aquí a dos escritores que tenían algo en común: el escribir sobre personajes y ciudades imaginarias. La literatura fantastica de ambos es muy popular en todo el mundo. J.L. Borges (1899-1986) es quizás el escritor más universal. Italo Calvino (1923-1985) fue otro genio que continúo con relatos y extensos cuentos. Fueron fabulosos cuentistas de una indeterminada literatura sin fronteras. Aunque sus narraciones son más terrícolas, su imaginación son comparables a los de la Ciencia - Ficción. Ambos escritores tenían la facilidad de empatizar al lector con sus personajes.

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