"El pensamiento es la voz y el manifiesto del inconsciente"
by: Surrealistly |
A veces vemos muy a menudo personas que van hablando solas por la calle. En la actualidad esas charlas solitarias pueden interpretarse en una conversación que mantiene con alguien a través de un inalámbrico audifono. Cosas de la nueva tecnología. Pero hay otras ciertas personas que realmente si conversan con sí mismos. A veces son conversaciones imaginarias que se corresponden mutuamente como si existiera un diálogo. Pues parece que hablar consigo mismo en voz alta reafirme esos pensamientos que rondan por la cabeza. Pueden ser preguntas o preocupaciones que atormentan el corazón, dando la sensación de que, pronunciándose en viva voz, se considere una petición de rápida solución, que expresado en auxilio o deseo, va dirigido a alguien divino o al mismo universo. Ello hace recordar a las similares murmuraciones de las oraciones que suelen fluir con el aire que se respira. Otras suelen ser insultos o maldiciones a alguien que entorpece nuestro paso o de algo vergonzoso que ofende a la vista. Palabras que se dirigen a otro yo que deambula invisible a nuestro lado. La soledad y de no tener a nadie que nos acompañe y nos escuche, es el elemento culpable de esa privada charlatanería. Hay solitarios caminantes que expresan sus intimidades. A veces un transeúnte con esta sintomatología puede dar la sensación de un ser fantasmal de carne y hueso. Síntomas que se le pueden atribuir a una persona normal, pero también son de idos o de ebrios. La furia también se expresa en voz alta, porque es una dolorosa ira profunda que sale del alma. La alegría y el bienestar momentáneo también es expresado cantando en voz alta. La multitud de voces que charlan entre si, se mezclan con voces de otras lenguas que se confunden con el tráfico y el bullicio de las ciudades. Voces que existen haciendo ruido pero que nuestros oídos ya se han acostumbrado a no escucharlos. Alguna vez que otra, se oyen gritos de socorro pidiendo auxilio. Encontrar el silencio puede ser una aventura difícil. Los jolgorios de los mercados y de las grandes superficies pueden volver a uno loco. Y puede resultar que la voz de un cantante en un concierto alivie nuestros corazones y sentimientos. Y la voz de una locutora de radio, nos concentre o nos relaje. La cuestión es, que nuestra mente no descansa en silencio, porque siempre continúan los pensamientos que actúan como voces mismas. Huir de las diferentes voces es una misión imposible, pues es necesario un bienestar y una concentración increíble para lograrlo. Pero también puede ser mucho peor, el no oír absolutamente nada, ni siquiera nuestra voz interior. Esa sensación debe ser horrible, pues puede considerarse que uno está realmente perdido, como los momentos desesperados en manifiestos gritos de protestas o de horror y de penalidades que existe diariamente en muchos lugares del mundo. Los pensamientos angustiosos que nos transmite el cerebro en forma de voces, son las más preocupantes y dominantes. También voces que proceden de otras personas que nos convencen y de otras que nos desengañan; otras que transmiten y nos conciencian. Voces que nos advierten en formas de consejos, unas que nos informan, y otras que nos venden mentiras. También existen voces con palabras tiernas, literarias y poéticas; otras dormidas o silenciadas; reprimidas y censuradas; porque hay lugares que no admiten la libertad de expresión donde ni se conoce ni existe. A pesar de todo, el mundo está repleto de susurros y de gestos diferentes. ¡Si las piedras hablarán!.
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