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28 abr 2022

El Zen - Una Introducción

 "Nada en esta vida debe asustarnos, sólo debe ser comprendido. Es tiempo de entender más, para que temamos menos" (Marie Curie)

"No hay prisa. No hay necesidad de brillar. No es necesario ser alguien...salvo uno mismo"(Virginia Wolf)


"El Zen no es budismo ni Taoísmo, y no obstante, es ambos. Es un fenómeno transcendental, existencial y no teórico, que no dice nada nuevo acerca de la verdad, pero que ofrece la posibilidad de experimentar de otra forma la realidad tal como es. Te despierta y te da consciencia. Pero tampoco es una doctrina, ni una escritura. No tiene ídolos ni ideales.

    Es una práctica que gracias a ella, se aproximó Oriente y Occidente, porque la humanidad siempre ha necesitado una  espiritualidad, y entre ellas, se encuentra el Zen. Occidente es muy terrenal y materialista, y Oriente es sobrenatural. El Zen no está interesado ni el el pasado ni en el futuro, pero a la vez, cuenta con un gran pasado y tiene gran futuro. Más bien su interés está en el presente. Pasado y futuro están unidos por el puente del presente. El presente no forma parte del tiempo. Pero el pasado tiene una duración y también el futuro. El presente es inconmensurable, casi no es. No es tiempo, para nada: es la infiltración de la eternidad en el tiempo. El Zen vive en el presente, y su enseñanza trata de vivir en el momento, de como salir del pasado, y de como NO implicarse en el futuro, porque lo primero ya no es, y lo otro no ha llegado a ser. Es la inmediatez, y a la vez es un puente que lo une todo: cuerpo y alma, lo mundano y lo sagrado, el antes y el después, etc... Además, existe una -impermanencia-, que significa que todo está cambiando continuamente. Si observamos durante unos instantes seguidos, comprobamos que la naturaleza de las cosas no son iguales. Nunca hay un yo inmutable.

   El Zen es una religión sin teosofía, un fenómeno único, porque todas las demás religiones existe el concepto de Dios, y cuentan con esa teología. Sin embargo, para el Zen, el individuo es el objetivo, el fin en sí mismo. Dios no está por encima de la humanidad, sino que Dios es algo oculto en la misma humanidad. El ser humano lleva consigo a Dios como potencial. En el Zen no consiste el concepto de Dios. Si se prefiere, se puede decir que ni siquiera es una religión, puesto que está carente de ese concepto. Para el Zen, no hay el -allí-, sino que todo está -aquí-. No hay otro espacio y otro tiempo, porque el momento lo es todo, donde convergen toda la existencia. La vida se mueve en armonía absoluta. No hay un controlador alguno. No hay nadie fuera de ella que le dé órdenes, porque cuando hay una autoridad externa se crea una esclavitud, y se pierde la dignidad. Si estás dominado por alguien no puedes sentirte responsable. La autoridad, entre otras cosas, provoca la: resistencia, la reacción, la rebelión.
   Cuando no hay Dios, te ves remitido a ti mismo, y entonces creces, y eres el dueño de tu persona.

   Para el Zen, la oración no tiene sentido, pero si la tiene - la meditación- porque se necesita sosegarse y silenciarse, y se necesita ir al centro de nuestro interior. Ese lugar es el centro de nuestra existencia. Eso es el Dios en el Zen. 

El ser humano se encuentra muchas veces colapsado  por múltiples preocupaciones mentales a lo largo de su vida, y está comprobado que sus profundos sufrimientos no lo resuelven la ciencia como la física o la química. El espíritu para los científicos es simple información, pero el espíritu es la fuente original de la vida, y de nuestra energía. El individuo debe armonizarse con la -energía cósmica- y seguirla. Es muy importante las relaciones existentes entre la fuerza, la energía y la actividad de nuestra vida. Todo esto para la ciencia tiene una simple explicación, pero está actividad son bases innatas de la vida. En la actualidad, nuestra vida moderna resta importancia a las fuerzas innatas del ser humano, porque se ha instalado en él, una vida cómoda, artificial, que además contiene un entorno ruidoso, con alimentos sucedáneos y químicos. Muchos de los artificios actuales, ponen trabas a la verdadera evolución de la persona. Es muy importante el esfuerzo personal, que sea consciente y se esfuerze en el espíritu, porque sin está evolución, el individuo se detiene. Lo material ha de ser como una herramienta para ser usada no en beneficio propio, sino para lograr  y convertir así una realidad adecuada al bien común.
   Es necesario que en el futuro sea el ideal, el que regule la convivencia de las personas. Abandonar el egoísmo propio es lo decisivo para el progreso y para la evolución de la humanidad. Lo material es limitado, el espíritu no puede desaparecer, el movimiento de nuestro espíritu es lo que motiva nuestras acciones de la vida. Es la creación y la formación de si mismo.
   Según Alan Watts, no es posible definir exactamente el camino de la liberación, y hay que sugerirlo diciendo -lo que no es-, más o menos como ese escultor que revela una figura quitando partes de la piedra. Es un camino para buscar la -liberación-. Nuestra ignorancia europea difiere del pensamiento chino, como difieren entre sí, otras filosofías conocidas. El Taoísmo y el Zen puede resultar algo enigmático para la mentalidad occidental, porque además poseemos una educación convencional; lo que significa que no comprendemos lo que no podemos representar o lo que no podemos comunicar. Sabemos lo que significa los actos, los objetos, los sucesos, las identidades diferentes porque tiene un nombre.
   Una de las cosas importantes en el Zen es -la respiración- porque es el soporte de la concentración. Solemos relacionar esta práctica con un personaje sentado como Buda con la postura recta, inmóvil, con la nuca estirada. Está posición permite mantener quieto el cuerpo pero la mente la mantiene despierta. Además es la postura más habitual para liberar de este modo, la masa abdominal que permite una mejor respiración. La respiración es la base de su práctica, y además el fluido respiratorio constituye un principal núcleo de importantes terapias saludables, porque las células de nuestro cuerpo también respiran. La respiración constituye una función vital que puede ser controlado conscientemente de acuerdo con su ritmo y con la amplitud que se le desea imponer. -porque se puede controlar nuestro espíritu con nuestra respiración, y eso es muy facil-. 
   
   Lo importante es sencillo, y hemos de asegurarnos que nuestra vía está conectada con nuestro corazón. El mercado espiritual está lleno de muchas visiones y señuelos que prometen que el fin último ha de ser la liberación. Las grandes tradiciones espirituales están llenos de historias de iluminación, gozo, conocimiento, éxtasis, etc ... Pero esa indagación espiritual no es un proceso de desear y conseguir alguna condición extraordinaria o poderes especiales. En realidad, dicha exploración también puede alejarnos de nosotros mismos. Hay que andarse con cuidado, porque podemos encontrarnos con fracasos de esta moderna sociedad, con su ambición, materialismo y aislamiento individual. Hay que tener en cuenta que tiene que existir - una vacuidad-, una condición en que la presión interna se halla totalmente disuelta. Hay que vaciar e ignorar lo mezquino. Desprenderse de deseos y de conceptos innecesarios. Cuando aparezca un mal pensamiento, simplemente hay que reconocerlo pero luego hay que olvidarlo no dándole continuidad.
   Precisamente, en esa búsqueda hemos de permanecer más cerca de lo cotidiano, concentrarnos en lo que tenemos delante, para asegurarnos de que nuestra vía está conectada con nuestro más profundo amor. Si en esa senda no se tiene corazón, todo nos será en bano. 
   Todos tenemos en nuestro interior una guerra, y luchamos contra las cosas tal como son. Para seguir un camino con buen corazón, hemos de comprender completamente el proceso de esa guerra, dentro y fuera de nosotros, su principio y final. Las raíces de la guerra está en la ignorancia. Sin comprensión, nos pueden asustar los fugaces cambios, las pérdidas inevitables, los fracasos, la  inseguridad, la enfermedad, etc... Esa incomprensión nos lleva a pelear con la vida, huyendo del dolor y aferrándonos a la seguridad y al placer, que la naturaleza no puede satisfacer realmente. Nuestra lucha  con la vida se expresa continuamente con cada experiencia. -Los seres humanos estamos constantemente en combate, en guerra, con el fin de huir del hecho de ser tan limitados, limitados por tantas circunstancias que no podemos controlar. Pero en lugar de escapar, seguimos creando sufrimiento, emprendiendo guerras con el bien, con el mal, con lo que es demasiado pequeño, con lo que es demasiado grande, con lo que es demasiado corto, con lo que es demasiado largo, con lo que es correcto o incorrecto, valientemente batallando sin tregua- (Jack Kornfield). 
   Cuando salimos de esa batalla, vemos con frescura, que cada uno de nosotros crea el conflicto. Comprobamos nuestros gustos y adversiones, la lucha para resistirnos a todo aquello que nos asusta. Vemos nuestros propios prejuicios, ambición y territorialidad. Vemos los sentimientos penetrantes de falta de plenitud y miedo. Comprobamos hasta qué punto las luchas con la vida han cegado nuestro corazón.
    Nadie como uno mismo puede definir como debe ser dicho camino. Para apreciar la belleza de las cosas, hemos de prestar atención total a la vida. Y una práctica espiritual nos proporciona una consciencia. Con grandeza de corazón, podemos mantener una presencia en medio de los sufrimientos de la vida, en medio de esta transitoriedad. Podemos abrirnos al mundo con sus gozos y penas. Una sabia comprensión  comprueba que el sufrimiento es inevitable, que todo lo que nace, muere. Acepta la vida como un todo. Existe la luz y la sombra. Esa comprensión nos alcanza a una sensación de paz.
   Es algo indeterminado definir el Zen, es como definir por ejemplo, la alegría. Son aquellas sensaciones que simplemente se tienen, que se sienten y se aprecian, donde se valora el momento y la existencia. Una experiencia personal.
    Quizás el lector de estas líneas comprenda la introducción y la intención de este argumento, pues si se reflexiona; todos en algún momento de nuestra vida, hemos experimentado conscientemente o no, esa sensación misma que forma parte del Zen".
Pensamiento de Pascal


Bibliografía:
*Lao Tse, -El Tao Te King
*Jack Kornfield, - Camino con Corazón.
*Alan Watts,- El Camino del Zen.
*Taisen Deshimaru & Paul Chauchard,- Zen y Cerebro.
*Osho,- El Sendero del Zen.
*Taisen Deshimaru,- El Tesoro del Zen.
*Katsuki Sekida,- El Zazen.
*Thich Nhat Hanh,- Sintiendo la paz. Aplacar el miedo. El corazón del Cosmos.
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22 abr 2022

La conciencia en la Energía Nuclear

 "Si no evolucionamos en conciencia, las máquinas no se diseñarán ni desarrollarán conciencia"



"En 1977 se empezó a publicar el libro de Robert Jungk - El Estado Nuclear-, una crítica sobre la nueva tiranía que amenaza todavía en la actualidad: la libertad, la salud y la supervivencia de la humanidad. Advirtiéndonos de que la utilización industrial de la energía nuclear a pesar de lo mencionado, constituye una gravísima amenaza que puede convertirse en un medio de esclavización para sus ciudadanos, pues la necesidad de controlar sus riesgos puede desembocar en una limitación cada vez mayor de las libertades políticas. Es una obra que a pesar de que ya no es un tema novedoso, si es de gran preocupación y sigue siendo de gran actualidad. Su obra de este físico austriaco, se enfrentó con la arrogancia de publicistas y con los intereses del capital, uniéndose al combate de miles de personas que sostenían una lucha contra un proceso que todavía no es irreversible.

    Obviamente, en su publicación no figura los desagradables sucesos de la central nuclear de Txernobil en 1986 a unos 17 km de la frontera entre Ucrania y Bielorrusia, y a 120 km al norte de Kiev. Ni la de Fukushima en 2011 en Japón, puesto que estos acontecimientos sucedieron mucho después. Con lo cual le otorga al libro su merecido crédito y respeto a lo que fue sus advertencias.

   El físico escritor subtitula el libro -Sobre el progreso de la inhumanidad- donde a través de diferentes capítulos, desarrolla su denuncia y preocupaciones.

   En su prefacio detalla que, con la utilización de la técnica de la fisión nuclear se ha dado un salto hacia una dimensión completamente nueva de la violencia que no sólo va dirigida contra enemigos militares, sino que amenaza a los mismos ciudadanos. Los -átomos para la paz- no se diferencian de los - átomos para la guerra-. Los esfuerzos para  controlar esos riesgos sólo parcialmente pueden dominar los peligros. Sus mismos partidarios admiten que nunca será posible excluirlos por completo. Una catástrofe atómica producida por un fallo técnico o por una negligencia humana, causaría unos enormes daños inmediatos, donde sus consecuencias se harían sentir durante años, y los resultados desprendidos de su energía nuclear sería incontrolada y se convertiría en una catástrofe de vestigios tóxicos persistentes, donde su espectro no desaparecería jamás.

   Sus partidarios de esta industria atómica no desconocen sus sombrías posibilidades. Suelen a pesar de todo, estar convencidos  de protegerse a sí mismos y a sus conciudadanos con medidas de seguridad. Y se intentará hacer sus instalaciones completamente inmunes a todo ello, donde la vida se llena de prohibiciones,  controles y de obligaciones que buscarían su legislación en la magnitud de sus peligros que habría que evitar a toda costa.

   Es muy importante esas consecuencias y hacerlas conscientes en los individuos y en la sociedad, ya que tiene sus efectos ecológicos y biológicos globales. El ensayo de este físico, quiere empujar a ello, escrito con dolor y rabia. Con miedo de la amenaza de la perdida de la libertad y humanidad. Y como sigue diciendo, quién no se enfrente a las monstruosidades que la era del plutonio nos depara más que con el frío entendimiento, sin compasión, excitación y temor, contribuye a su banalización. Hay situaciones en la que la fuerza de los sentimientos debe contribuir a controlar y a acabar con lo que un cálculo desapasionado, pero falso, ha puesto en marcha.

   No deja a pesar de todo, de existir el efecto destructor que causaría una bomba atómica en una escena si hay un disputa  entre Estados.

   La energía nuclear es la consecuencia de una política tecnológica que sitúa el crecimiento de la producción, sin más consideraciones, por encima de cualquier otro interés humano. La lucha contra la energía nuclear toman parte un número mayor de personas de todas las capas sociales, porque preocupa la destrucción de la naturaleza y las amenazas de catástrofes procedentes de la violencias técnicas en aumento.

   En el tema sobre la radiactividad nos decía que, a pesar de que en estos centros se toman sus precauciones para evitar su radiación, no es posible evitar que se filtre aire contaminado. Hay que tomar unas medidas de precaución sobre todo con la piel, con los ojos y sus vías respiratorias, que para ello se utilizan, gafas protectoras de espesos lentes y trajes muy especiales. Hay un ciclo completo de operaciones en una planta de reprocesamiento que de cierta manera ha de funcionar automáticamente, sin apenas intervención humana: descargas de barras de combustible, almacenamiento de tareas, retiro de vainas protectoras, disolución química de los pedazos de combustible, separación química del uranio preparado, concentración de uranio, preparación del almacenamiento de residuos líquidos, entierro y vertido de residuos líquidos. Estás son algunas de sus preparaciones. Unos esquemas - dice el cronista- muy simple en teoría pero difícil en la práctica, donde supone una carrera de obstáculos, porque enseguida aparecen los primeros síntomas de deterioro en sus materiales que habían resistido a los ácidos más corrosivos y a elevadas temperaturas, pues ceden a los elementos, se deforman: las tuberías y los conductos se revientan, las válvulas se atrofian, etc... La industria nuclear no es precisamente un paraíso tecnologíco como venden sus propagandistas engañando  a la opinión pública, sino que es un infierno tecnológíco en el que nada funciona como debería. Ni máquinas ni hombres son capaces de trabajar tan perfectamente como debe suponerse.

   Suelen aparecen en todas las plantas de reprocesamiento del mundo, sus problemas técnicos, donde han sido frecuentes las paralizaciones provisionales, que durante un tiempo han sido escondidas sus fracasos, y mencionando algunos como los ocurridos en La Hague (en el Departamento de La Mancha- Francia) o en la central nuclear de Sellafield (en el Noroeste de Inglaterra). Algunos de estos centros, han llegado a repartir en su tiempo, invitaciones para visitar la planta entre políticos, gente de negocios, gobernadores y periodistas cuidadosamente escogidos por la industria nuclear de sus respectivos países, mostrándoles las salas más curiosas de sus imponentes instalaciones.

   Cuando ocurren averías en sus instalaciones, y como es de imaginar, resulta infinitamente más difícil, y más peligroso y más tiempo en reparación que en una avería normal de otro tipo, pues aquí hay que contar con sus peligrosas radiaciones que no pueden aislarse sino es en condiciones extremas y complejas. Hay que aislar durante horas y días salas enteras para la reparación de sus complicados aparatos. A continuación, hay un enlace con una escala internacional de eventos nucleares - INES-, que detalla eventos radioactivos y de accidentes de energía nuclear. Una relación extensa de diferentes años muy importante y a la vez escalofriante. https://www.reaktorpleite.de/es/nukleare-welt/ines-und-die-stoerfaelle.html

   También es curioso nombrar entre otras cosas, que aparecen en sus localidades cercanas al centro, pequeñas empresas cuya única actividad consiste en abastecer estás fábricas de mano de obra contratada por horas o por días de modo provisional.

   Además de guerras, epidemias crisis y catástrofes naturales como si fueran los cuatro jinetes del apocalipsis hay que añadir - comenta el autor- la quinta: la catástrofe industrial. Donde ella ha adquirido unas proporciones que nada tiene que envidiar a la peste o a terremotos, porque sus consecuencias son de más envergadura. Todas las desgracias acaecidas en la historia han sido olvidadas al cabo del tiempo, pero en este caso, será el último acto del hombre. Porque sus accidentes o averías en este tipo de fábricas químicas, biológicas o nucleares no provocarán daños momentáneos. Sus consecuencias afectarán a generaciones enteras y para un largo futuro, lo que da unos temores muchos más profundos. De ello solo hay que ver las largas consecuencias que produjo la bomba atómica de Hiroshima a las personas que alcanzaron su radiación con consecuencias físicas y en salud mental.

   Como suele ocurrir, los partidarios de la energía nuclear, siempre encontraran dispuestos a su favor, a ciertos científicos  que acaban convencidos y trabajen en cierta consagración, considerando que hay responsabilidad y conciencia en el desarrollo de la energía nuclear, estando seguros de que encontrarán justificación ante sí mismos y ante el mundo que la utilidad futura de la energía nuclear dará fruto en sus investigaciones y una salida airosa.

   Hay que mencionar que, hubo en su momento expertos, investigadores y críticos, que se fueron haciendo reacios porque sus miras y conocimientos, como su conciencia, les ha inducido a manifestarse en contra de esta industria de energía dada su alta peligrosidad y dependencia del plutonio. Opositores a esta energía nuclear fueron saboteados e intimidados, donde algunos de ellos tuvieron sospechosos accidentes de tráfico tras comprobar posteriormente, que fueron manipulados sus vehículos de manera intencionada, como le ocurrió a una empleada de laboratorio de la fábrica de plutonio en Cimarrón llamada Karen de veintiocho años, fue víctima mortal cuando en una tarde de noviembre de 1974 apareció encontrada camino de Oklahoma City, en una cuneta donde su vehículo había volcado. Según la versión oficial, se durmió al volante a causa de haber ingerido antes unos sedantes. Hipótesis siniestras porque dos hombres (un periodista y un sindicalista), la esperaban no lejos del lugar del accidente para recoger un dossier que Karen pudo reunir como pruebas para denunciar una información y radiografías, que su empresa había falseado donde constataba defectos y anomalías en las barras de combustible. Estos mencionados documentos se perdieron en el lugar del accidente. Cómo podemos evidenciar, nada de este asunto tuvo la suficiente repercusión. A pesar de que en un tiempo antes, Karen fue acusada (por un montaje que le hicieron), de estar  contaminada de plutonio, fue perseguida y amenazada por su -campaña contra su compañía-. Un asunto misterioso de entonces, un hecho que da a sospechar que fue elavorado por -una trama oscura-, que pretendían mantenerlo fuera del conocimiento público. Un suceso interesante y digno de transformarlo en un film basado en hechos reales.

   Con la explosión de las primeras bombas atómicas en el año 1945 sobre Hiroshima y Nagasaki, un nuevo tipo de terror se apoderó del mundo, porque está podía causar: la muerte repentina. Algunos años después se hicieron otras pruebas con explosiones experimentales con bombas de hidrógeno, que tanto americanos y soviéticos contribuyeron a ese aumento del terror. También existirán otras que no han sido tan difundidas, como por ejemplo: en la Polinesia, en la antigua colonia francesa, donde se realizó casi 200 ensayos nucleares secretos entre 1966 y 1996. Con el tiempo, resulta imposible vivir con esa inquietud, y mucha gente tranquiliza ese pensamiento diciéndose que: el mutuo temor de las superpotencias impedirá una guerra atómica o nuclear, lo que se denomina -disuación Nuclear-. Pero muchos sabemos muy bien, que son banas suposiciones, y que en cualquier momento puede revivir ese temor, pues a pesar de otros progresos del mundo, las guerras siguen proliferándose, e incluso el país menos pensado, puede poseer sus bombas nucleares. Precisamente este aumento de posibilidades, conlleva a más riesgo de ese peligro atómico o nuclear. Podría decirse que el planeta jamás se ha visto tan amenazado como en la actualidad. 

   En ciertos países se aprueban leyes como -la Ley de Economía Sostenible-, que postergan el periodo útil de centrales nucleares y su actividad más allá de 40 años, y si lo autoriza el CSN - Consejo Seguridad Nuclear-.

   Las centrales nucleares además de producir electricidad, sirve en otras como armamento nuclear, que hasta los restos del enriquecimiento del uranio empobrecido, se utilizan en las puntas de las municiones.

   Además, la elaboración de sus  residuos no dejan de preocupar por su contaminación ambiental. Existen los ATC -Almacen Temporal Centralizado-, o los ATI - Almacén Transitorio Individual-, que son espacios o piscinas para albergar los reactores parados y seguir refrigerándolos. Una determinación temporal hasta encontrar la solución definitiva, porque su radiación actúa cientos de años. Hay que dar las gracias a los movimientos ecologistas y animarlos para que no decaigan en esa lucha y en sus denuncias, porque poco o nada sale a la luz pública de todo lo concerniente a los desechos radioactivos. La publicidad nuclear en estos últimos años, ha tomado mucho auge, lo cual para muchos puede desanimar. Además estamos en una actualidad de enfados, porque los precios de las energías son elevados. La tarifa de la electricidad y de sus carburantes, es acompañada de una enorme especulación en la que cada día el ciudadano la paga más cara, porque su cotización se rige en la energía más alta que es el gas.

   Estamos en unos momentos que dependemos mucho de la tecnología eléctrica, y su uso es cada vez mayor, añadiendo que se está implantando el vehículo eléctrico e híbrido, y la búsqueda de nuevas energías es imparable, como ahora es el Litio para las baterías de esos coches, donde en esa conquista no se respeta muchos espacios de la naturaleza. Para más colmo, y como no saben cómo convencernos mejor, han declarado como energía -verde-, a la energia nuclear y al gas; algo que no es cierto. La -verde- es la que no contamina, es la energía renovable, aquellas producidas gracias al sol, al agua y al viento.


 Para terminar, solo esperar que con las nuevas tecnologías de la actualidad, los temas de seguridad, insalubridad, etc..., se haya mejorado en peligro en la mayoría de esos problemas de las centrales que ocurría en aquel tiempo, y en todo aquello que mencionó este físico austriaco en su interesante libro.

   En Usa, los desechos de la era nuclear figuran 47.000 toneladas de combustible agotado y 34.000 metros cúbicos de residuos procedentes del procesamiento del plutonio. La mayoría se encuentran al este del río Mississippi. Hay tres tipos de residuos: de alta calidad (los radiactivos más peligrosos), los transuránicos (elementos contaminados en los trajes de protección, herramientas contaminadas con plutonio y neptunio con otros elementos más pesados), de baja y media actividad (los residuos de hospitales y centros de investigación, así como la de los filtros de ventilación y restos de otros lugares), y después existe los desechos de extracción de uranio.(*)

   En la planta de difusión de Paducah en Kentucky, alberga unos 38.000 bidones de uranio. (*)

   En Hanford, Washington, existen tanques subterráneos con residuos radioactivo del procesamiento del plutonio. Unos 200.000 metros cúbicos de estos residuos, que se supone que han sido (en la actualidad de este escrito) ya vitrificados.(*)

   En Yucca Mountain, Nevada, engulle en el vientre de sus montañas, los residuos nucleares del país. Un lugar que tuvo sus conflictos donde el equipo de científicos de entonces, decía que tenía fundamentos científicos, pero tuvo sus discrepancias de ecologistas. Sus residuos son de alta actividad, de unas 1800 toneladas anuales. (*)

(*)Fuente de informacion: Revista National Geographic, mes de julio 2002. Versión española 

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14 abr 2022

J.L. Borges, y La Muerte

"Y cuando está se apaga

Juntamente se apagan el espacio, el tiempo, la muerte"

(J.L. Borges)

*- A este genio de la literatura, como poeta, ensayista, guionista,  editor,etc.., incluido lo fantástico, no le fue indiferente - la muerte-, pues en sus cuentos y escritos siempre están presentes. Muchos de sus personajes novelísticos mueren de forma violenta. Muchos perecen por la espada, el puñal, por las balas o el fuego. Otros perseguidos por la justicia o por la venganza. Según una pequeña y maravillosa recopilación de su biografía hecha por Alicia Jurado, comenta que: - Parecería que Borges juzgará incompleto el relato si no se diera la vida del personaje hasta el fin, para que pudiésemos contemplar la perfecta forma que supo Dios desde el principio. El destino, así, se muestra por entero; el círculo se cierra; ya no queda resquicio por donde pueda infiltrarse el azar. Pero el círculo nunca se cierra con la muerte natural del individuo, su término inevitable, sino con el brusco fin prematuro del asesinato, que el narrador cuenta sin asomo de piedad y, por lo tanto, sin despertarla en el lector.- Sigue su comentario diciendo, que no nos puede conmover ciertas muertes, inclusive la de -Martin Fierro-, quizá - la que nos inspira mayor lástima sea la del Minotauro, tan ingenuo e indefenso en su laberinto. Tampoco son muertes que nos regocigen, aunque acontezcan a menudo a canallas que las tenían merecidas; las percibimos simplemente como la letra que faltaba, con la satisfacción puramente intelectual de ver la frase concluida.-
   También en sus poemas se recurre a la muerte. Y es abstracta en la muerte de cualquiera, -porque ya no sirve para dar curso a la agresividad inconsciente del relator, porque este piensa que también puede ser la suya; la violencia se transforma en melancolía. En inolvidables versos habla de la anulación del alma.... También se encuentra en ellos, el ocaso y la idea de la caducidad, de la impermanencia, de las pequeñas cosas que aún en vida vamos perdiendo sin reparar en ellas.
   


   Habrá, en la biblioteca, un libro que no leeremos nunca; habrá una puerta cerrada para siempre y un espejo en que no nos reflejaremos ya. Habrá, también, un hombre que será el último en llevarse de esta vida una imagen tremenda o trivial.

   -Hechos que pueblan el espacio y que tocan a su fin cuando alguien muere puede maravillarnos, pero una cosa, o un número infinito de cosas, muere en cada agonía, salvo que exista una memoria del universo, como han conjeturado los teósofos. En el tiempo hubo un día que apagó los últimos ojos que vieron a Cristo; la batalla de Junín y el amor de Helena murieron con la muerte de un hombre. ¿Qué morirá conmigo cuando yo muera, que forma patética o deleznable perderá el mundo?...-

   Triste es la muerte, pero quizá la perduración infinita no sea codiciable. Así lo sostiene el protagonista de El Inmortal, al demostrar que su raza ha perdido los goces de lo precario.

   La muerte o su alusión hace preciosos y patéticos a los hombres. Éstos conmueven por su condición de fantasmas: cada acto que ejecutan puede ser el último; no hay rostro que no esté para desdibujarse como el rostro de un sueño. Todo, entre los mortales, tiene el valor de lo irrecuperable y de lo amoroso. Entre los Inmortales, en cambio, cada acto y cada pensamiento es el eco de otros que en el pasado lo antecedieron, sin principio visible, o el fiel presagio de otros que en el futuro lo repetirán hasta el vértigo. No hay cosa que no esté como perdida entre infatigables espejos. Nada puede ocurrir una sola vez, nada es precisamente precario. Lo elegíaco, lo grave, lo ceremonial, no rigen por los Inmortales.-

   Lo que Borges tiene asegurado, es que tiene muchos admiradores que le consideraremos un - Inmortal-. Para muchos, siempre está presente sus pensamiento, sus cuentos y sus palabras en la biblioteca de nuestra casa. Consiguió con todas sus historias cruzar ese umbral más allá del olvido y continúa conmoviendo con cada frase perfecta, a la que se le puede interpretar varios significados. Un genio de las letras de la que siempre es imparable sacar conclusiones. Fue como un filósofo griego, o como el mismo Cervantes, donde siempre se puede extraer algo del néctar de su literatura.

Jorge Luis Borges, nació en Buenos Aires en 1899, falleció en Ginebra (Suiza) en 1986. Galardonado con numerosas distinciones a lo largo de su vida. Autor de: -Historia Universal de la Infamia-, -El Jardín de los senderos que se bifurcan-, -El Aleph-, -Otras Inquisiciones-, -El Martín Fierro-, -El Informe de Brodi-, etc ..Su postura política, fue conservadora.

Alicia Jurado (1922-2011), de nacionalidad Argentina, estudió doctorado en Ciencias Naturales e la Universidad de Buenos Aires, posteriormente se dedicó a su vocación de las Letras. Público tres novelas: - La cárcel y los hierros-, -En soledad vivía-, y -El cuarto mandamiento-. Dos libros de cuentos y además otras biografías. Recibió el Primer Premio Municipal de Novela, y el Primer Premio Municipal de Ensayo entre otros. Tuvo amistad con Borges donde gracias a ello, nos permite conocer otra faceta más de este escritor.



   

 





           Este es un pretencioso Manual de Autosuficiencia Ética, con la intención de fomentar su lectura, de facilitar el pensamiento y el desarrollo personal. Recordando, exponiendo y respetando, los interesantes ideales de diferentes personalidades de la historia, donde se abarcan conceptos diversos como los: sociales, filosóficos, políticos, literarios, artísticos, ficción y etc..., todavía muy válidos para la actualidad. Porque leer, en sí, ya es un acto ético.

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12 abr 2022

B.F. Skinner, -La cuestión es la Conducta Humana.

 


"Lo que necesitamos es una tecnología de la conducta" (B.F. Skinner)

*-Todavía mantenemos unos viejos y graves problemas que se lleva sin solucionar desde hace mucho tiempo. La incapacidad del hombre en solucionarlo supera a la de su voluntad. El problema es superior al mismo individuo y a la vez, se hace global en todas las sociedades. Quizás los remedios para solucionarlos, consista en actos pequeños que tienen que formar parte de nuestras costumbres cotidianas y que se comprobará su logro a lo largo de los años. Eso sí no se agrava más la situación, que si fuera así, la existencia de las próximas generaciones convivirán con graves problemas.

    Esta introducción viene al caso por una libro publicado en 1971 por B.F. Skinner, titulado - Más Allá de la Libertad y la Dignidad- . Su lectura a pesar del tiempo que lleva escrito, todavía  puede conmover por su actualidad. En ella, como se ha intentado explicar en su inicio, podemos comprobar que mantenemos todavía ciertas preocupaciones y problemas  pendientes en sus soluciones. A modo de dar una suficiente idea para el lector de estas líneas, se expone a continuación una introducción de su primer apartado del mencionado libro: - Una introducción a la conducta-.

   "Al intentar resolver los problemas que nos afectan en nuestro mundo actual, espontáneamente echamos mano de aquello que somos capaces de hacer mejor. Buscamos seguridad, y nuestra seguridad es la ciencia y la tecnología. Para controlar la explosión demográfica buscamos mejores métodos de control de natalidad. Amenazados por la posibilidad de un holocausto nuclear, construimos mayores fuerzas disuasorias y sistemas misiles antibalísticos. Pretendemos terminar con el hambre en el mundo mediante nuevos alimentos y mejores métodos de cultivo. Albergamos la esperanza de que procedimientos sanitarios mejoren y una mejor medicina, neutralice la enfermedad; que sistemas de viviendas y transporte más eficaces resuelvan los problemas de los ghettos y, en fin, que seamos capaces de controlar la creciente contaminación del ambiente por medio de procedimientos más eficaces en la transformación o disminución de residuos de todo tipo. En todos estos sectores podemos comprobar adelantos muy notables, y no tiene nada de  particular que intentemos ampliarlos y extenderlos mucho más. Pero de hecho las cosas empeoran constantemente y es descorazonador comprobar que buena parte de la culpa es imputable a la tecnología misma. La higiene y los adelantos médicos agudizan el problema demográfico; la guerra ha añadido un nuevo horror a los suyos propios tras el descubrimiento de las armas nucleares; y la búsqueda masiva de felicidad y bienestar es la principal responsable de la contaminación ambiental. Como dijo Darlington, (1) -cada nueva fuente de poder para el hombre de hoy, disminuye las perspectivas del hombre del futuro. Todo su progreso, sólo ha sido posible precisamente a costa del daño causado al medio ambiente, un daño que ahora ya resulta irreparable y que no se previó cuando todavía era tiempo-.

   Si esto fue previsible o no, puede discutirse. De lo que no hay duda es de que el hombre tiene que reparar ese daño, o de lo contrario todo será perdido. Y sólo puede hacerlo reconociendo y encarando la realidad misma del problema. La sola aplicación de las ciencias físicas y biológicas no resolverá estos problemas nuestros, porque las soluciones están en otro campo. Mejores anticonceptivos, ciertamente, pueden contribuir a controlar la explosión demográfica, pero sólo en el caso de que la gente lo usé. Nuevas armas pueden neutralizar nuevos sistemas defensivos, y, a la inversa, pero el holocausto nuclear sólo se podrá evitar en el caso de que cambien radicalmente las condiciones que hasta ahora han provocado que unas naciones hagan la guerra a otras. De nada servirán nuevos métodos agrícolas y sanitarios si no se llevan a la práctica. Y el problema de la vivienda no se resuelve simplemente construyendo más edificios y ciudades, sino intentado mejorar las condiciones de vida de sus habitantes. Las aglomeraciones de población solamente pueden corregirse tratando de convencer a la gente de que no se aglomere. Y, finalmente, la contaminación ambiental, tanto terrestre como marítima y atmosférica, seguirá inevitablemente aumentando a menos que, lo que la produce concluya.

   En resumidas cuentas, debemos llevar a cabo cambios enormes por lo que a la -conducta humana- se refiere. Estos cambios no los lograremos echando mano tan sólo de la física o la biología, por mucho que lo intentemos. Además hay otros tipos de problemas: la crisis de nuestro - sistema educativo-, el desinterés y la rebeldía juvenil; ante este tipo de conflictos sí que resultan tan obviamente irrelevantes las técnicas física y biológica que nunca se le ha ocurrido a nadie aplicarlas para resolverlos. No es suficiente, como se suele decir a veces, - usar la tecnología con su conocimiento más profundo de las realidades humanas-, o bien, - acomodar la tecnología a las exigencias espirituales del hombre-, o todavía más,  - estimular a la tecnología para que haga frente a los problemas humanos-. Tales expresiones implican que allá donde la conducta humana comienza, allí termina la tecnología. Y no debemos continuar, como en el pasado, con lo que hemos aprendido por experiencia personal, o gracias a lo que sabemos a partir de esa serie de experiencia personales que llamamos historia, o de esos otros destellos de experiencia que surgen aquí y allá en la sabiduría popular y en las reglas prácticas más elementales. Durante muchos siglos esto es lo que hemos tenido a mano...y así nos luce el pelo.

   Lo que necesitamos es una tecnología de la conducta....¡Qué lejos estamos de - conocer las realidades humanas-, en el sentido en que la física y la biología conocen sus respectivas esferas! Y mucho, igualmente, es lo que nos falta para llegar a ser capaces de evitar la catástrofe hacia la que el mundo parece moverse irremisiblemente.

   Quizás se podría pensar que hace dos mil quinientos años el hombre se conocía a sí mismo tan adecuadamente como cualquier otro aspecto de su mundo. Hoy lo que menos entiende, por cierto, es precisamente a sí mismo. La física y la biología han avanzado mucho, pero no se ha producido el desarrollo paralelo equivalente, ni nada que se le parezca, por lo que una ciencia de la conducta humana se refiere. Las ciencias griegas tienen hoy día tan sólo un valor histórico y ningún científico contemporáneo se le ocurrirá buscar en Aristóteles la solución a cualquiera de sus problemas. Sin embargo, la lectura de Platón son lectura obligada a los estudiantes, y se le cita con frecuencia como si dieran luz esclarecedora para explicar la conducta humana actual. Muy probablemente Aristóteles sería incapaz de entender una sola página de cualquier tratado actual de ciencias y, en cambio, Sócrates y sus amigos tendrían muy poca dificultad en seguir cómodamente la mayoría de las discusiones contemporáneas concernientes a nuestros problemas más humanos. Y, por lo que a la tecnología se refiere, hemos llevado a cabo grandes avances en el control del mundo de la ciencia, pero nuestros procedimientos educativos, nuestros sistemas de gobierno y la economía en gran medida, aunque adaptados ocasionalmente a muy diversas circunstancias, de hecho apenas han mejorado nada.

   ...El hecho, por tanto, de que instrumentos y métodos igualmente poderosos no estén al alcance de la ciencia de la conducta humana es solo parte de la explicación del rompecabezas. ¿O acaso ha sido más fácil poner un hombre en la luna de lo que sería mejorar la educación de los centros de enseñanza? ¿O que mejorar las condiciones de vivienda y ambiente para todo el mundo? ¿O hacer posible y asequible para todos un empleo adecuado, mejorando de esta forma el nivel de vida?....."

(1)C.D. Darlington- La evolución del hombre y sociedad. Citado en la revista Science en 1970.

Burrhus Frederic Skinner (1904-1990), fue el psicólogo más controvertido de la psicología del momento. Además un filósofo social e inventor. Influyente en la ciencia de la conducta humana, - el Conductismo-, y condujo un trabajo pionero en psicología experimental. Su libro -Mas allá de la libertad y la dignidad-, fue uno de los más polémicos. Fue profesor de la Universidad de Harvard, el cual obtuvo, en 1968, el Premio Nacional de la Ciencia.

Sus otras obras son: - Walden Dos. Hacia una sociedad humana científicamente construida-. Basada en una utopía construida con los últimos adelantos científicos, especialmente en el campo de la psicología social y de unas enseñanzas programadas. Fue su única novela con extensa publicación, que tocó temas candentes como las crisis de las familias, el problema de la libertad y la viabilidad de la democracia, etc...

-Ciencia y Conducta Humana. Una psicología científica-. Contiene temas como: El análisis de la conducta, el control ambiental, autocontrol, religión, educación, etc...-

Tecnología de la Enseñanza y Análisis de la Conducta, ambos libros publicados en castellano en 1970.

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Este es un pretencioso Manual de Autosuficiencia Ética, con la intención de fomentar su lectura, de facilitar el pensamiento y el desarrollo personal. Recordando, exponiendo y respetando, los interesantes ideales de diferentes personalidades de la historia, donde se abarcan conceptos diversos como los: sociales, filosóficos, políticos, literarios, artísticos, ficción y etc..., todavía muy válidos para la actualidad. 

Porque, en sí, leer ya es un acto ético.

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