Anne Sexton en 1967 |
Anne Sexton nació en Massachusets en 1928 y se suicidó el 4 de octubre de 1974. Cabe mencionar entre sus libros: To Beldan & Parte Way Back (1960), Transformations (1971), The Book of Folly (1972), Words for Dr. Y (1978), entre otros. Recibió numerosos premios literarios, entre ellos, el American Academy of Arts and Letreros Award en 1963, y el Shelley Prize y el Pulitzer Prize en 1966....
"Ya que preguntas, casi nunca puedo recordar.
Camino vestida, sin marcas de ese viaje.
Luego la casi innombrable lujuria romana.
Ni siquiera entonces me siento enemiga de la vida.
Conozco bien la brizna que mencionas,
los muebles que has puesto bajo el sol.
Pero los suicidas poseen un lenguaje especial
Como carpinteros, quieren saber qué herramientas
No preguntan por qué construir.
Dos veces me he expresado con tanta sencillez,
He poseído al enemigo, comido al enemigo,
he adoptado su oficio, su magia.
Así, pesada, atenta
más tibia que el aceite o el agua,
he descansado, babeando en el hueco de la boca.
No preví que punzarían mi cuerpo.
Ni siquiera la córnea y la orina estaban ya.
Los suicidas traicionan el cuerpo de antemano".
(El deseo de morir)
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Sylvia Plath nació en Boston en 1932 y murió en Londres en febrero de 1963. Está enterrada en el cementerio de Yorkshire, Inglaterra. Entre sus obras cabe mencionar algunas como: The Colossus and Other Poems, de 1957. La novela The Bell Jar, publicada con el seudónimo de Victoria Lucas en 1963. Letters Home by Sylvia Plath, correspondencia 1950-1963, N.York 1975. Sus Coleccion de Poemas editados en 1982 recibieron el Pulitzer Prize.
"La mujer ha alcanzado la perfección.
Su cuerpo
Muerto tiene la sonrisa de la consumación,
Lo ilusorio de la fatalidad griega
Fluye por los pliegues de su toga,
Sus pies
Desnudos parecen decir:
Hemos llegado tan lejos, se acabó.
Cada niño muerto enroscado, serpiente blanca,
En su pequeño
Cántaro de leche, ahora vacío.
Ella los ha vuelto
A atraer hacia su cuerpo como pétalos
De una rosa que se encoge cuando el jardín
Se petrifica y las fragancias sangran
en las gargantas dulces, profundas de la flor nocturna.
La luna no tiene por qué estar triste
Mientras observa desde su cofia ósea.
Está habituada a este tipo de cosas.
Sus lutos crujen y se arrastran".
(Filo, poema de Ariel, de 1965).
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