"Hay causas que no se pueden defender"

agroalimentarias para la libre circulación de este "megamercado" sin ningún tipo de barreras como son las arancelarias. Las multinacionales de este sector que en este caso es el de la agricultura y de la alimentación, están empeñados para que la futura legislación de este tratado sea posible. Cuando lo consigan, este tratado llevará a un desmantelamiento de la regulación europea sobre la seguridad alimentaria, ingeniería genética, el etiquetado de sus productos tóxicos y químicos, con la intención de exportarlos masivamente.
Este tipo de tratado se ha hecho a puertas cerradas sin ninguna transparencia y sin contar con las diferentes opiniones de las organizaciones civiles. También este tratado excluirá y eliminara del mercado a las pequeñas y medianas explotaciones locales. Esto dará paso al obligatorio abandono de las granjas rurales y el peligro de romper el ecosistema y la fertilidad de nuestros suelos. La biodiversidad estará en peligro.
El TTIP eliminará las restricciones europeas, pues estas son más estrictas ya que existe un principio de normalización de seguridad alimentaria y de salud pública, haciendo responsable a los que ponen los productos en los mercados para que estos sean más seguros y fiables al consumo. Si se elimina este principio. se permitirá la entrada en el mercado europeo todo tipo de agrotóxicos y sustancias peligrosas, dando libertad al cultivo de los transgénicos. Estos productos transgénicos, sobre todo en Europa, han tenido su crítica y su dura oposición, controlando sus cultivos. El etiquetado de estos productos hace diez años que tiene una legislación Europea, obligando su descripción.
También los agricultores ecológicos rurales se han encontrado con problemas en el polen de los cultivos transgénicos cercanos que contaminan sus semillas. Tampoco hay que olvidar en este tema, la importancia que tiene la muerte de millones de abejas que ha habido en estos últimos años, que dejan sin polinizar nuestros campos, a causa de los contaminantes y fertilizantes. La industria biotecnológica busca un sustituto a este problema, poniendo pequeños insectos voladores artificiales que sustituya a la abeja.
El TTIP, estará abierto a facilitar otras normativas próximas como son los pesticidas en los alimentos, tratamientos químicos de reducción de patógenos, aditivos en los piensos y diferentes hormonas como la del crecimiento para la carne y la leche; aditivos y aromatizantes en alimentos. Por lo tanto, nuestra salud será más insana.
Nuestros alimentos futuros será de alimentos alimentados y fabricados de tóxicos, y su mayoría procedente de los EE.UU. que serán procesados mecánicamente con una seguridad de pésima calidad; pues recordemos que serán con aditivos añadidos y transgénicos sin etiquetar.
Formamos parte de una comunidad europea cumpliendo unas normativas sanitarias en la elaboración de alimentos, mientras estamos abriendo las puertas a las normas americanas donde solo se verifica la sanidad del producto final. Hay estadísticas donde el mercado alimenticio americano causa la muerte e infecciones a millones de personas, debido al insuficiente control sanitario de sus alimentos. Recordemos también que es uno de los continentes donde la población tiene problemas de obesidad.
Con este nuevo modelo agroindustrial, solo las multinacionales podrán producir, manipular y comercializar con derecho a patentes, prohibiendo a los campesinos la libertad de producción de sus semillas y cultivos locales; así como la de su intercambio (que puede pasar a la clandestinidad). Desaparecerá un modelo de agricultura tradicional de la que nos hemos basado toda la vida, por un modelo de dependencia alimentaria de estas multinacionales. Y esto supondrá un control alimentario y social de la población, sin que esto asegure que se terminará con la hambruna mundial.
Una vez más, el poder pone sus garras en lo que es de dominio público, y en este tema habrá un fuerte impacto ambiental, donde nuestro hábitat y costumbres cambiaran. Miles de pequeñas explotaciones de la que suelen subsistir muchos pueblos, desaparecerán, con lo que conllevará a un desploblamiento y a la emigración de la gente rural.
No hay que olvidar, que con la entrada de este tratado, se permitirá la deslocalización de los capitales (empresas, corporaciones, negocios) entre los mismos estados de la UE. La práctica del "fracking" que permite extraer gas o petróleo del subsuelo, dejándolo prácticamente inutilizable y plagado de sustancias tóxicas, alergénicas y cancerígenas. Un proceso vinculado a terremotos de diferentes magnitud.
También los derechos de propiedad intelectual en internet por encima de los derechos ciudadanos: privatizando el conocimiento y comercialización del conocimiento. Así como la de la sanidad pública, donde los buitres de la privatización y las farmacéuticas están al acecho.
Añadiendo a este pequeño resumen, que todas nuestras legislaciones laborales estarán en peligro de cambios desagradables, que trataran de ajustarse a esta demanda de trabajo.
Según unas últimas declaraciones del ensayista y filósofo TZVETAN TODOROV "la democracia se quedó sin enemigos tras la caída del muro de Berlín ... y el neoliberalismo que ha convertido toda noción de bien común en una formula vacía y que, en lugar de limitar el poder del estado como planteaba el liberalismo clásico, lo que hace es eliminar todos los límites frente a los personajes que tienen los recursos suficientes para imponer su voluntad. Una globalización que está a punto de mostrar su cara más perniciosa con el nuevo tratado de TTIP, de libre comercio que puede poner a los estados a los pies de las empresas"
(En la imagen: dibujo de Miguel Brieva)


"...
Tienes que dormir de puntillas, y cuando estas en la calle
Tienes que ser capaz de picar carne fácil con los ojos cerrados
y entonces, entrando silenciosamente,
fuera del alcance de ojos y oídos
Tienes que lanzarte en el momento oportuno, sin pensarlo.
..." (de la canción DOGS)
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